EL DÍA DE LA ALEGRÍA.

Hubo un tiempo en que un enfermo mental lo suficientemente inteligente y capaz como para conseguir llevar a cabo aquello que se proponía, pensó en una fórmula para conseguir evitar el desprecio generalizado y la falta de consideración hacia el colectivo al que él mismo pertenecía.

Se dijo a sí mismo, si me hago visible yo y consigo hacer visibles a mis compañeros de patología, con algo divertido para que la gente venga, quizá con una fiesta, tal vez la sociedad empiece a aceptarnos y entendernos, tomarán así en cuenta nuestras necesidades, y conseguiremos unos derechos justos que nos ayuden a desenvolvernos en la vida sin la necesidad de escondernos.

Fue entonces, cuando a la salida de una reunión en un hospital de día, organizó con otros amigos y con el dinero que él mismo y los demás habían ahorrado durante años de su exigua pensión, la primera fiesta de la alegría del delirio mental. Para ello, hicieron carteles y banderines, y en algunas radios, más por curiosidad que por implicación, se interesaron por el tema.

Así llegó el gran día, la mañana que nuestro protagonista en particular esperaba, y fue todo un éxito, la gente acudió en masa. Había ideado el juego de ¨la asociación de la tristeza y la felicidad cronometrados ¨ , consistía en ver quien podía pasar de la manera más original posible y más rápido, de una alegría y un entusiasmo absoluto, a una pena y un llanto desconsolado, también se le ocurrió el juego denominaba «delirius crecendo», que partiendo de una historia disparatada dada al principio, se tenía que aspirar a relatar otra aún más disparatada si cabe. En otro se mostraba un objeto y se tenía que asociar a otro que no tuviese nada que ver, de forma que mediante el diálogo pudieses tener el don de convicción como para hacer que alguno de los presentes te diera la razón, y cómo no, se invitó ese primer año a tocar a grupos como «El canto del loco» o «Sincope». La gente, en general pasó un día muy divertido, y desde las instituciones se proclamó ese día como el día de la alegría del delirio mental…..sin embargo, el ideólogo de tal evento no estuvo muy convencido del asunto a pesar del éxito generado, puesto que consiguió instaurar una fiesta, e ingresos para terceros, pero los problemas de su colectivo seguían ahí, el desconocimiento ante sus patologías y sus problemas seguía siendo más que patente.

Al cabo de los años intentó cambiar de rumbo, buscó apoyo en los Mass Media, hizo carteles anunciando conferencias sobre los síntomas y la problemática del colectivo de enfermos mentales, pero casi nadie acudió, y la respuesta de los medios fue que eso no vendía, que era demasiado aburrido y que lo que el público demandaba era alegría. No le interesaban a casi nadie ni el sufrimiento ni las muertes por no hallar los suficientes apoyos que algunos de sus compañeros necesitaban.

De esta forma nuestro amigo se desinfló, pensó que la conciencia no importaba, entendió que el día que se instauró para la fiesta estaba vacío de contenido, y se quedó sin su sueño de que al fin le comprendieran. A partir de ese momento se ocultó bajo su silencio. No obstante, se aliviaba pintando caminos, y todavía esperaba una época en el que el día de la alegría no fuese tan solo un proyecto fallido.

Nuestro personaje en este presente sonríe hacia un muro, en él quizá vea otro mundo, uno en el que la incomprensión hacia su suplicio se haya borrado, gracias todo a la información y a la empatía que debería provocar de por sí su persona.

Escrito el 01/07/2015

LA PRÓXIMA ESTACIÓN.

Está a punto de terminar la noche. El tren que me lleva en dirección a otro país, a diferente ciudad, parece que no atiende ni a los asuntos de la memoria ni a mis recuerdos. Les da la espalda, los desprecia, y deja atrás, oculta entre sus raíles, olvidada por convicción propia, lo que a esta hora es en mí una profunda añoranza.

Pero a pesar de la nostalgia que siento por mis padres, por esa tierra con la calle que tanto recorrí, sus gatos, y aquel almendro que aún se halla seguro en un rincón del frondoso prado, comprendo que esta sensación es el primer pago que hago por el intento de conseguir mis sueños. Por eso dejo a mi entorno en un punto de suspensión, nadie me dijo que fuera a ser fácil, cogí mis cuatro camisas y un par de pantalones y en este instante me encuentro aquí, rumbo hacia un destino que entiendo que sólo yo puedo crear con esfuerzo y coraje, mas no tengo miedo, pues sé que esta es el única senda que me puede guiar hacia mi libertad.

Presiento que el alba está ya cercano, las negras siluetas de los árboles en la oscuridad se esfuman a un ritmo vertiginoso, y la próxima estación a la que llegaré me es aún desconocida. Está impregnada de la ilusión y el misterio que produce siempre algo que se nos representa como nuevo, y me doy cuenta de que mi mente es recia y obstinada. Sé que no flaqueará, que se mantendrá firme a pesar de que el barco de la realidad se resquebraje mientras zozobra.

El sol manda sus primeras muestras de amenaza, pronto aparecerán los primeros rayos de luz, y en mi mano se encuentra un libro a medio terminar de economía aplicada. Entre sus páginas, se halla una carta que en la madrugada anterior escribieron a dúo mis padres, intentando darme el aliento del que son capaces, y por supuesto, toda su confianza.

Releo este papel con tinta que sin mencionarlo expresa lo orgullosos que ellos se sienten de mí, este joven que intencionadamente se para en la parte final de este folio. En este tramo, cuando tiene que sentenciarse lo expuesto quizá con un breve te quiero, quizá con un sencillo hasta pronto, pone algo totalmente diferente, algo que me hace mirar hacia el aún oscuro horizonte y reflexionar ante lo que se me viene encima. En este último párrafo dice:

Hijo, como dice el maestro Sampedro, en esta vida ¨existen dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más rico al rico, y los que trabajamos por hacer menos pobre al pobre¨. A ti, como hicimos cada uno de nosotros, te toca en los próximos años elegir….. tan solo te rogamos que hagas lo que hagas seas feliz….

Apoyo mis dedos en estas letras que parecen que más que nunca me acercan a ellos, y siento cómo la tibieza de una lágrima surca mi rostro, pues a pesar de que mi boca no pronuncia palabra, sé que me están escuchando. De alma a alma les digo: os lo prometo, ahora que emprendo mi camino estoy comenzando a notarlo.

(A mi primo Adrián en su veinte cumpleaños, porque deseo que elija lo que elija en su vida, sea ante todo feliz).

Escrito el 01/07/2015

LINEA DOS DE METRO

Entrábamos en la estación de CANAL, en su entreplanta se percibía el sonido de una obra melancólica, una música que provenía de la cavidad de un viejo violín. Instintivamente busqué unas monedas en mi bolsillo, pero tú me apremiabas, teníamos rápidamente que irnos de allí.

Subimos al vagón como cada mañana, aunque la de ese día era distinta a todas las demás, risueños y somnolientos nos miramos a los ojos, sabemos que no tenemos lujos, el único que nos permitimos es el lujo que nos brinda la felicidad.

Nos tenemos el uno al otro, comprendiendo que hace un par de años esto era un sueño ilusorio, un proyecto irreal, pero nos conocimos y poco a poco aprendimos a amarnos, reconozco más que nunca ahora que yo quisiera estar contigo hasta mas allá de mi día final.

Llegábamos a QUEVEDO, aroma a cine y teatro, mundos nuevos para ti a los que sin dudar te invité a venir, y a esa hora no pude por más que pensar, sintiendo tu cabeza apoyada en mi hombro, en todas las cosas bellas que nos quedan por compartir, y en la tremenda ilusión que tengo por las vivencias que nuestro futuro seguro nos deberá deparar.

En SAN BERNARDO, en un pasado cercano, cena un día con amigos, otro con tu tía y tu cuñada, pero cuando más disfruté es cuando lo hice a solas contigo. Al salir del restaurante tú me agarraste del brazo, era una noche de lluvia, y yo tapándote el cuerpo con mi chaqueta te guié precisamente hasta aquí.

También este fue el lugar en donde compramos nuestro primer calendario, ese que aún cuelga de la pared, en él está marcado que llevamos juntos más de un año, mi esperanza está en cada año poder venir a por uno, es algo que se puede convertir en una tradición si es que tu corazón quiere, el mío está dispuesto a hacerlo las veces que aún le diga nuestro pecho que todavía nos amamos..

NOVICIADO, sabor a paseo por el Madrid más castizo, con ese ambiente al caer el sol de terrazas repletas de risas, de librerías abiertas, y de calles que si te descuidas te absorben la juventud.

Allí encontré un libro que te intenté leer mientras te quedabas dormida, en una noche en el que te susurré al oído, tú sin darte cuenta, lo mucho que te quería. Ese libro aún lo conservo, los amantes mariposa es su nombre, cuando tú desees te lo intentaré leer de nuevo.

SANTO DOMINGO. ¿ No era por aquí por donde nos enamoramos?, ¿no fue detrás de una iglesia que se halla cerca en donde te besé por primera vez?, ¿ en este lugar no fue donde otra noche de lluvia te regalé ese anillo que nunca te quitas del dedo de tu mano?….

ÓPERA tiene el eco de los encuentros más tiernos, cuando nos encaminábamos hacia palacio y ansiábamos estar más cerca el uno del otro, pero nos atenazaba el miedo, pues aún no nos conocíamos demasiado.

Evoqué pájaros volando en un atardecer color naranja, nuestros labios que se juntaron, y los cuerpos mientras tanto temblando, sentados sobre un banco de piedra, sonriendo porque nos teníamos el uno al otro al lado.

Aquel fue el lugar en el que me di cuenta de que quería luchar por ti, en que tú eras la única mujer que realmente a mí me merecía la pena.

SOL, tantos paseos por sus aceras, tantas idas y venidas en tren, ya que tú vivías cerca, en aquella casa modesta y encantadora ¿te acuerdas? allí nos atrevimos a dormir aquella hermosa vez, abrazados al son de nuestros latidos, tu y yo, escuchando a dos corazones que lentamente se convertían en uno, y en ese momento supe que tú también me querías, que lo que era un mero sueño para mí se podría convertir en realidad.

En SEVILLA te confesé mi deseo de viajar contigo, pues a pesar de que ya hemos estado en Toledo y Salamanca, Alicante, Úbeda y Santander, y de que aún nos quedan infinidad de lugares que visitar, el trayecto al que yo me referí es uno que no termina, que hemos empezado a emprender ya juntos, no sé si me entiendes…. eterno quiero que sea, el tiempo dirá si ambos estamos dispuestos a permanecer en él dure lo que dure.

Estábamos ya en BANCO DE ESPAÑA, y noté que en tus ojos estaban a punto de brotar dulces y amargas lágrimas, me dijiste que pronto volveríamos a estar unidos, mientras me parecía que se aceleraba aquella infernal máquina.

Llegamos a RETIRO, y sentí un intenso odio hacia este mundo y hacia mí mismo, mas a ti intenté únicamente mostrarte mi cariño, y te sonreí aunque estaba triste, pues me invadió una desoladora añoranza.

Subimos unos peldaños fríos y grises, y mi corazón se quedó petrificado, me dijiste que dos meses no son nada, cuídate mucho amor mío, que pronto un nuevo amanecer juntos nos aguarda, y yo, nostálgico y apesadumbrado, no supe qué decir, te quise retener, pero te abracé y te dejé partir…. Prométeme exclamé, prométeme que entre nosotros cada adiós será siempre un hasta luego, y tu me sonreíste con ternura y después con tus manos en los labios me lanzaste un beso.

En soledad me quedé, en frente de aquella estúpida Puerta de Alcalá, vi a un niño correr, y caminé de vuelta a la boca de aquella sombría estación. La línea dos engulló a mi persona, mas jamás dejaré que haga lo mismo con nuestro amor.

Escrito el 25/06/2015.

REFLEXIONES MUNDANAS SOBRE TEMAS DIVERSOS XI.

LA BUSQUEDA DE LA FAMA.

 

La fama, tan buscada por muchos, tan envidiada….

Reconozco que hubo un tiempo que yo también la quería para mí, que por momentos me atrae, pues deseo algún tipo de reconocimiento de vez en cuando, comprendiendo de que quizá sea un modo de consolar a este ego malherido que en ocasiones poseo.

Casi todos en cierta medida, en diversos aspectos, nos hemos visto y sentido como seres superiores, pues no deberíamos ser hipócritas….. y ello es algo natural al razonar en nuestra esencia, a que únicamente logramos saber, y en ocasiones veladamente, lo que pensamos nosotros mismos, comprendemos nuestras propias razones, tenemos presente nuestra experiencia, puesto que solo conseguimos percatarnos de lo que nuestra vida ha hecho de nosotros…. a partir de ahí juzgamos, decimos deberías hacer esto o lo otro, nos enfadamos, no consentimos un respiro al del frente si nos sentimos infravalorados, o exclamamos la típica frase de que la gente o esta sociedad es así…. no nos damos cuenta realmente, porque nos intentamos disociar de todo lo que no aceptamos, de que esa misma gente, esa sociedad que quizá despreciamos, somos también nosotros mismos.

Podemos pensar e incluso exclamar e intentar llevar a cabo, siempre inflamando nuestro ego con muy buena voluntad, el transformar este mundo en aquello que nosotros consideramos que es lo mejor…. pero para ser efectivo en esto hay muy pocas opciones: Hacerte un dictador (si es que consigues seguidores), Profeta (si convences a incautos), o la opción más sencilla y difícil y por la que yo me inclino…. intentar empezar a cambiarse uno a sí mismo.

Hay un dicho que más o menos dice así: Señor, dame fuerzas para cambiar lo que puedo, y sabiduría para aceptar lo que no.

En mi historia he cometido bastantes errores, otros sin saber yo la razón me los han atribuido, he ofendido y perdido gente por mi camino, y continuo enfadándome, disgustándome, aunque no lo desee. Soy un ser humano.

Si tengo que pedir perdón lo hago, si alguien quiere hablar conmigo le recibo, y si creo que debo decir algo lo digo, pero intentando siempre ser prudente, ya que hay personas que confunden lo que es algo tan bello como es la sinceridad, y sin darse cuenta la convierten en algo irrespetuoso y grosero.

Mi nombre es de origen Hebreo, significa ´´juicio de Dios´´, y eso es lo que desearía para todos, pues si nos tuviera que juzgar alguien, querría que lo hiciera el único que puede saber como somos, lo que hemos vivido, y lo que supuso nuestra reacción ante todo ello, más allá de que cada cual crea en Dios o no.

Tantas veces no entendemos circunstancias, tantas nos empeñamos en llevar la razón, tenemos tanta necesidad de aplausos….

Confieso que yo me quiero distanciar de todo eso, mi búsqueda tiene como principal fin la ausencia de todo odio, el respeto hacia mi enemigo, y la empatía con aquel que tenga a mi lado, eso es lo que he aprendido, y desde niño me fueron enseñando.

Prefiero la paz del espíritu, la felicidad de los buenos ratos, poseer tiempo para los seres queridos, y disfrutar de mi senda mientras la voy paseando, que cualquier otro tipo de orgullo o de sensación de irrelevante importancia.

Sé que un día te encuentras en una nube, y al otro tu memoria se halla en el ocaso, para mí es mejor ser humilde que ansiar cierta e ilusoria fama o escudarte en un simple poder monetario.

Quizá me equivoque, y en parte no puedo cesar de compadecerlos, pero creo que los que buscan la fama se deben sentir muy solos, y los que se enaltecen por su dinero demasiado acomplejados.

Si me aceptas un consejo, tómalo o desprécialo si se te antoja, intenta ser feliz con lo que tienes, entiéndete, y si quieres mejorar lucha. Pero no te olvides y sé amable siempre contigo mismo, te lo dice un ex tirano de su propio ser, alguien que a base de golpes fue entendiendo lo que para él era lo importante ….. tengo la inmensa suerte de que poco a poco y con mucho trabajo me estoy consiguiendo amar, a pesar de que todos tenemos nuestros ratos.

 

Escrito el 22/06/2015

HELP

Nunca me expresaré como Lennon,

ni llenaré ningún estadio,

no imaginaré este mundo sin Cielo,

ni gritarán mis fans a mi paso.

Seré un harapiento que sueña,

un vagabundo turbado,

ante esta ciudad que despierta,

bajo este sol que estando a solas me ha emocionado.

Te busco y no te encuentro,

entre estas sábanas que no son de seda,

a través de estos muros,

tu fantasma y su aroma se ausentan.

Observo estas estrellas que caen,

que amenazan con partirme,

lloro al esperar,

tiemblo porque partiste.

E impotente

te digo que aquí estaré,

sabiendo que no soy el mejor hombre,

pues no tengo riquezas,

no tengo más que lo que en este papel se expone.

Ayúdame tú a sentirme alguien,

sé que tú puedes salvarme,

sin ti no consigo quererme,

nunca logro mirar adelante.

Comprendo que nunca me expresaré como Lennon,

únicamente sé rasgar las cuerdas que contiene mi pecho,

mi guitarra ostenta el nombre de una emoción,

mi canción es la que surge de mis sentimientos.

Mi letra habla de un mundo mejor,

de un universo que es solo nuestro,

una existencia llena de tristeza, alegría e ilusión,

y unos acordes que anticipan una vida juntos,

esa es la melodía que resuena en mi interior

sin ser ningún secreto .

Ahora ya sabes que aguardaré tu regreso

intentando componer la más bella canción,

 y sé que jamás será como las de Lennon,

porque en ella hablo de un intenso amor,

ese que existe tan solo entre tú y yo.

A MARISA BELARMINO MIENTRAS DUERME A MI LADO.

 

Escrito la madrugada del 20/06/2015

ESE AUTOBÚS DE COLOR VERDE

Pido perdón primero a esta hoja de papel

y a los que les gustaría verme intervenir.

A aquellos que aprecian mi parecer,

y a los que más me quieren,

pero lo que ocurre es que cada vez aumenta el cansancio en mi.

Llevo días así de lacónico,

de ojeroso,

de apesadumbrado.

Será porque mi amor se va,

se larga a donde no lo puedo ver,

aunque lo sienta dentro de mi ser,

a pesar de hallarse en lo profundo de mi alma.

Quizá sea también porque de un tiempo hasta aquí

me siento mucho más viejo ,

noto como me hastía este mundo,

hasta el punto de querer romper mi relación con todo lo que signifique aire libre,

y aquello que pudiera funcionar como espejo.

Porque desde hace varios atardeceres me encuentro solo,

a pesar de que las calles se encuentran repletas,

a pesar del ruido de la muchedumbre,

de estar constantemente con amigos,

de pasar la noche contigo,

pues me acaricia sin cesar la inmensidad de un lamento.

Sin más te digo que siento un frío que cala,

una tristeza que devora mi voluntad a cada segundo que pasa,

y me encuentro en un estado que está desprotegido del mal

que le produce su dolor,

mas a esta hora en que se oculta el sol,

sé que nada importa,

pues jamás idénticas lágrimas

logran caer en la misma fosa.

Me siento ante la lumbre en soledad,

escuchando el silencio,

y quisiera huir y quedarme,

desearía gritar y callar,

ya que tendría que saber volar sin arrastrarme.

Pero mis sentimientos no entienden de nada que no sea dualidad.

Esta es la locura de este joven que se cree sensato,

de este soñador que es únicamente pensamiento y carne que envejece,

mi existencia comprendo ahora que es un delito permanente,

hoy me sentí desgraciado,

vi alejarse a mis padres ya ancianos

en un autobús color verde.

Y entiendo que nada puedo hacer,

que únicamente me queda el intento humano de ser feliz,

pero sin más que decir,

sin más que poder expresar,

esta tarde estoy triste.

Me encierro en la habitación que aún compartimos

totalmente solo,

y una lágrima surca mi rostro,

escucho emocionado nuestra bella balada,

y descubro a ese vil ladrón

que quisiera apagar nuestro fuego sin lograrlo.

Te pido perdón papel por contarte estas cosas,

sé que llevo días sin leer ningún mensaje,

no atiendo a las llamadas porque no tengo ganas,

ni me vuelvo si por casualidad alguien pronuncia mi nombre.

Lloro y pienso:

para qué discutir, para qué dialogar,

si insignificante sé que soy,

si insignificantes os veo a vosotros.

Y entiendo que ya no quedan escusas para cambiar,

que es necesario coger la guadaña para trabajar,

y matar así mi pasado,

haciendo más que ayer,

contemplando menos de lo que estoy acostumbrado.

Mas no quiero llevar siempre la razón,

que si alguien me tiene que juzgar,

que solo lo haga el que se encuentra allí en el Cielo

en lo más alto.

Pues mi corazón tiene en sus cimientos una enfermedad,

la alegría son los momentos que hurto a mi desilusión,

quiero destruir aquello que soy,

ya que deseo empezar a edificar con esperanza y junto a ti,

una nueva vida y su libertad.

Escrito el 17/06/2015

LA SOLUCIÓN.

El sol en cada amanecer me encontraba meditando,

cientos de noches pasé en vela,

leyendo a unas horas en las que sólo

puede reinar la oscuridad y el silencio.

Siempre busqué esa verdad

que consolase mi alma,

estudiando sin reglar,

creyendo carecer de la necesidad de cultivar la amistad,

autodidacta y esclavo soy y fui

de las palabras que expulsa mi boca.

Pensé horas y horas sobre qué sería lo correcto,

en dónde estaría aquel bien que me enseñaron,

como aliviar los síntomas de unos padres enfermos.

Lo hice también en mi futuro,

ese que quiero compartir contigo,

en cómo guiar nuestro destino,

el que deseo que esté a salvo de posibles lamentos.

Y aunque mis test mostraban que poseo bastante inteligencia,

cavilé sin hallar solución,

me siento necio,

pues no sé la manera de arreglar mis problemas.

Y creo que fui comprendiendo la realidad,

pupilo soy de los que tropiezan siempre con la misma piedra,

pues el Carpe Diem jamás lo logré ejecutar,

sabiendo que es lo único que me podría dar algo de paz y felicidad.

Porque de dar tantas vueltas a esta mente que se encuentra crispada,

consentí a mi existencia habituarse a su soledad,

ante mi incredulidad mis padres se van consumiendo,

y fui abandonando a unos amigos a los que ya no me atrevo a llamar.

Pero lo que me apena más,

es que noto como te estoy perdiendo mi amor,

te prometo que lo intentaré,

mas no sé si algún día conseguiré cambiar.

Escrito el 12/06/2015.

DELIRIOS DE SU DESPEDIDA

Hace frío, mucho frío. Veo en el espejo del presente cómo se adhiere a esta piel que envejece, y forma hielo entre sus pliegues.

Observo en este amanecer un sol apagado, un resplandor pálido, sabía desde la primera vez que pude enfrentarme a tus ojos que lo que entre ambos crecía se estaba pudriendo, comprendía que tu adiós llegaría, que todo lo que me rodea en este momento se cubriría de una inmensa oscuridad, de un insano pesimismo, que se nublaría mi sensatez, y que las tinieblas me arrebatarían mi ya de por sí débil esperanza. Comprendía que la locura me atraparía de nuevo al percatarme de mi soledad, de esta vida mía que compruebo más que nunca que se halla plena de mediocridad.

Lo sabía y aun así te besé.

Veneno fuiste que me otorgó un poderoso aliento, y eufórico e insensato de mí me elevé para conseguirte la luna, allí arriba me di cuenta de que mi caída carecería de red y consuelo, y ahora veo como te conviertes en ese amor que se encuentra ausente, al que llamo recibiendo tan solo su eco, que fue como un definitivo adiós que por parte tuyo no tuvo duelo.

En este instante que te marchas como lo hace esta brisa de primavera, como ese susurro que nunca más será entre tú y yo cómplice, te descubro siendo esa dama blanca que a esta hora anidas en el fondo de las lágrimas, que quisiste sin poder serlo sirena, a la que acarician en este momento en vez de mis manos las algas, mujer que te convertiste en fantasma en vez de leyenda.

Rechazaste mi pasión y nuestra felicidad por brindar por entero tu vida a aquel tirano mar, alma que no hallo por la senda de mis sueños, que de mis sentimientos quisiste renegar, pues únicamente eres una imagen vaporosa, el espíritu más bello que jamás pude vislumbrar.

Estuviste ahí sin estarlo, fuiste humo que se esfuma en mi mente, algo que el tiempo y su benevolencia me hará como siempre hasta ahora olvidar.

Escrito el 07/06/2015.

EN TU LEJANÍA.

Te marchaste de improviso, sin quererlo, en aquel odiado amanecer, desapareciste como el rocío de las flores, como esa brisa cálida que confunde mi desolación con su añoranza al no poder sentirte en mi piel….. y es que no pudimos decirnos apenas ese adiós que los dos sabemos que es un hasta luego, un aquí te esperaré, mas no te preocupes que ambos entendemos esto mi cielo.

Después de aquella noche plena de cariño y de pasión, de cena para dos sin velas, de amor compartido en su mayor expresión, te vi con una sonrisa en los labios, en el preciso momento en el que el metro de Madrid parecía estar completamente vacío, y así supe entre tanto gentío que no existía, que no me importaba, que tú a mi lado eras feliz.

Reconozco que tu risa le da vida a mi pecho, sin ti casi todo en mí estaría muerto, por ello no temas mi dulce amor, porque la distancia que nos ha brindado esta tierra, la sabremos enmendar con nuestro entendimiento y esa confianza mutua que hemos aprendido a tenernos.

Ten en cuenta que nuestras almas caminan juntas, aún pasean por aquel alba que para nosotros dos no ha terminado, puedo notar ahora tus dedos enlazados con los míos, el tacto de tu mano, y a mis oídos llega una hermosa balada…..¿Puedes oírla? ¿Puedes escuchar la música que brota de mi corazón mientras vibra?, se siente así de alegre al recibir de ti un mensaje, al evocar el calor de tu cuerpo, al ver en un marco que tiene en su memoria tu sonrisa, pues te tengo como siempre desde que te conocí en todo momento presente.

No temas mi dulce amor, que yo estoy aquí. Nostálgico y triste sí, pero esperanzado en un futuro que sé que es real, en uno de nuevo a tu lado, y a pesar de que la espera a menudo es muy dura, debes saber que mi amor por ti carece de toda duda.

¿Te puedo contar un secreto?, soñé esta noche contigo, sentí que me abrazabas, ya ves que nunca te olvido.

Vendrán tiempos mejores, instantes para contemplar otra vez tu sonrisa, conoceremos bellos lugares, descubriremos la fortaleza de nuestros sentimientos, y todo ello lo haremos juntos. Porque ni el viento de un huracán, ni ese maldito reloj que de tu ausencia me avisa, podrá destruir lo que ambos deseamos, que es nuestra eternidad unida.

Te espero, y lo haré por siempre, y si no volvieras por algún despiadado motivo me convertiría en melancolía y leyenda, todos verían una roca de mármol cerca de esa estación que te debe traer de vuelta a Madrid, y dirían no sin pena que esa roca representa la locura de un hombre, un joven que esperó con anhelo a su amor, y que al no hallarla allí permaneció sin moverse, siendo de esta manera como con el transcurso de los años se quedó petrificado, esperando aún a su querer ausente.

Y sin más, únicamente puedo decirte que te quiero, que te amo, y que aquí estoy y aquí estaré, por favor, muestra una sonrisa como yo lo intento en tu rostro, que aunque por dentro estemos tristes, no debemos nunca demostrarlo.

Pronto saldrá un sol que vuelva a juntar nuestros dos corazones que tienen un solo latir, y tú y yo danzaremos al son de nuestra bella y feliz vida, ten confianza en mis palabras, pues sé que nada ni nadie jamás nos podrá desunir.

(Para Marisa Belarmino en su ausencia)

Escrito el 04/06/2015.

SALAS DE HOSPITAL

Siento un dolor intenso en el abdomen y a la altura de la mitad derecha de mi espalda, una enfermera me toma mis datos, revisa mis pulsaciones y apunta mi nivel de oxigenación. Quizá me encuentro un poco nervioso, hacía ya algún tiempo que no había tenido la necesidad de retornar a este escenario tan habitual para mí en el pasado.

Me adentro por un pasillo que no cesa, que se halla adherido a mi cerebro, que es recorrido por unos pasos torpes, por un caminar dudoso, que no sin cierta sorpresa descubro que es el mío.

Llegamos a una sala con personas que esperan, al igual que en este momento me encuentro haciéndolo yo. Esperan un resultado, una llamada, que sin ser la divina podría ser el preludio de esta, como la puesta a punto de una orquesta que no quisiera desafinar al hacer sonar el himno del último adiós, la música que guiará tu ascenso al cielo o tu descendimiento al infierno, un infierno que empiezas a oler, percatándote al instante que ese sabor agrio en el paladar es el del propio ambiente de cualquier hospital.

En ese lapso de tiempo que no transcurre, es cuando más reflexiono, y dudo sobre mi existencia. Cuando de repente me sobresalta una alarma, alguien agoniza detrás de una puerta, y todos los sanitarios acuden a abrirla, van a ayudar. Sé que ese es el protocolo en una situación crítica, y comprendo que un hombre o una mujer se encuentra en ese minuto entre la vida y la muerte, dependerá de si su corazón desea volver a realizar su función, o de si se encuentra demasiado herido o cansado como para dejarse ir.

Entonces, al igual que si me encontrara en un velatorio, pienso en todo el sinsentido que me rodea, en lo que yo mismo soy, en los sueños perdidos, y me veo como alguien que es muy pequeño, un enano de espíritu que es un amasijo de carne y de huesos, un mero poseedor de una pizca de sangre.

Me llega el turno, me preguntan, lo estudian, realizan algunas pruebas, y llaman a algún especialista que recomienda más pruebas. Observo caras que se me antojan serias, y presiento que algo pudiera ir realmente mal.

Otra vez esta maldita espera, esa que parece eterna, a través del pequeño ventanal que da al exterior logro vislumbrar un álamo, y me viene a la mente recuerdos de mi niñez, el patio de un colegio, el calor de aquel sol en una tarde de primavera, los mejores amigos que tuve cuando todo en nosotros era plena inocencia…. y al sonar un timbre ficticio salgo corriendo, y descubro a lo lejos a mi madre que se encuentra más joven y guapa que nunca, esperándome con sus brazos abiertos y una sonrisa, la más bella que yo jamás vi.

Sé que alguien ha pronunciado mi nombre, pero no reacciono hasta que esa persona toca mi hombro, pues deseaba permanecer en ese mundo ideal, ese universo mitificado, que entiendo al instante que es irreal.

Ahora mi realidad se me antoja cruda y despiadada, y tiemblo ante la incertidumbre, no sé si conseguiré salir algún día de este hospital o si ya no lo haré nunca más.

Un pasillo que no cesa, y en su final se encuentra una dama, ella abre sus brazos y me ofrece una sonrisa que sé que es la más bella, su rostro ha envejecido bastante, pero sigue siendo para mí la más hermosa mujer que habita en esta tierra, y comprendo en este instante con alegría junto a ella, que he recibido una nueva oportunidad .

Escrito el 30/05/2015.

SIN EMBARGO

Hoy me pesa la vida…

Me pesa su lucha,

mis momentos de cobardía,

los reproches autoimpuestos,

las heridas que renacen,

y es que me duele mi alma,

y sin saber aún por qué

me pesa esta vida.

No me acostumbro

ni a su pulso

ni a su sabor,

no lo hago

a que mi mente

de tanto llenarla

se sepa vacía,

nunca entenderé nuestra avaricia

ni al que guarda rencor,

jamás comprenderé la necesidad

del orgullo

ni de la existencia de la mentira.

Vida que eres

de sombras y de luces,

no sé por qué a mí

a esta hora me pesas,

me rondan por las calles

tus espíritus y sus miserias,

mas sé que hay personas que todavía

merecen la pena.

Vida que apareces

con el frescor del rocío,

que te desparramas al aparecer el alba,

en mi tierra tus flores se muestran,

el rugir de mi mar al escuchar

tu nombre se calma.

Mas a pesar de los placeres

que nos otorgas,

a pesar de tu infinita belleza,

observan mis ojos confusos

este atardecer,

nota una lágrima mi piel,

veo en mi rostro marchito

hastío y aspereza….

Quizá sea por el veneno que recorre

el cuerpo enfermo de mi amada madre,

o porque comprendo que ese padre que me

educó está cada día más decaído y más viejo,

que ayer oí con dolor el delirar de mi abuela,

o porque el sol de mi ciudad hoy apareció

sin brillo.

Quizá al contemplarlo

yo perdí cierta esperanza,

y me invadió sin quererlo

el pesimismo,

quizá me atrapó la eternidad

de una condena,

o la amargura siempre espesa

de la tristeza…..

Ya que a pesar del amor

que me brindas

mi corazón es de escarcha,

y sin desearlo jamás

noto el temblor bajo mis pies,

y siento un frío intenso,

pues sé que mi voluntad

y esta juventud que poseo

como relámpagos en furia

están proclamando su adiós,

se escapan como mi inocencia

sin ningún miramiento,

huyen de mi aliento

sin compasión.

Mas comprendo que aunque

en estos momentos

se puedan tener mil y un motivos….

como la soledad y la muerte,

como una despedida

y tu olvido….

también entiendo

que mañana habrá un nuevo amanecer,

otra extraña y vibrante

emoción recorrerá mi pecho,

volverá a resurgir la ilusión,

caerá al abismo del tiempo perdido

todo el sinsentido,

y al fin encontraré en ti consuelo.

Y es que debo tolerar

que en ocasiones me pese la vida,

sin embargo tengo claro y sé,

que la amo, la necesito

y quiero vivirla.

Escrito el 25/05/2015.

URGENCIAS

Urgencia por olvidar

todo aquel cruel abismo,

la tristeza en mi pecho,

aquella enfermedad maldita,

mi odiado pasado

y todos sus misterios.

Urgencia por sonreír,

por tener la oportunidad

de perdonar,

por al fin ser feliz,

por entre mis brazos

poderte estrechar.

Urgencia de más de una amistad,

de nunca hablar sin pensar,

de ser cada día más prudente,

de conseguir así

convivir en paz.

Urgencia sin soledad,

sin contener acritud,

que no posee deshonestidad,

que pretende estar del lado

de la virtud.

Urgencia por construir….

con la voluntad del soldado,

con el esfuerzo de una hormiga,

con la paciencia del marginado.

Urgencia por acabar,

por vencer la desidia,

toda esa pereza y mi abulia,

aquellos prejuicios que hieren,

y esa locura rebelde,

por favor…..

que jamás en ti se reprima.

Urgencia por borrar

esas zonas borrosas,

las ideas incoherentes,

ese impulso de muerte,

pues queremos que aprecies tu vida.

Urgencia por salvar

esta tierra,

por hacer más sin miedo,

por silenciar nuestra pena,

y ante la más que probable caída….

tener la oportunidad

de comenzar de nuevo.

No quiero

negras nubes que hagan languidecer

mi alma,

deseo verla brillante y orgullosa

siempre en el cielo,

tanto al caer la oscuridad

de esta noche,

como al presentir los primeros rayos del alba,

ya que ellos son los componentes de este amor,

la esperanza de un bello sueño.

Y es que tengo urgencia

por sentir, por reír,

por vivir….

Mantengo urgencias

que no son de hospital,

por las que creo

que debemos luchar,

que este loco y soñador,

va sin duda a perseguir…..

Urgencias que cada uno

tendrá que pensar,

que haciendo un pacto

consigo mismo

debería intentar cumplir….

Escrito el 15/05/2015

LA COMIDA.

En la bandeja hay unas migas con su tocino y su chorizo, no están mal me digo a mi mismo, pero ni mucho menos poseen el sabor que les lograba imprimir mi abuela en aquellas felices mañanas de la niñez.

Son sorprendentes los caprichos de cada memoria, hechos que para algunos pasarían como insignificantes, a otros se les incrustan como una rémora que les acompaña durante toda su vida.

Es de este modo como recuerdo a aquella anciana, como algo agarrado a mi piel, con su puchero a fuego lento, removiendo el pan que ella había desmenuzado en esas noches en las cuales mi abuelo, recto y sereno, le leía el periódico al calor de la estufa. Ya que a esa persona seria y mayor le encantaba leer, era su máxima pasión, y se fue con la ilusión de que su nieto algún día escribiera un gran relato, un cuento que sorprendiera a todos, para así poder ver mi nombre y su apellido remarcados en una cubierta, y a ser posible qué esta fuera de color marrón e impresa con letras doradas, del mismo modo que la colección en tres tomos de Conan Doyle que él guardaba con tanto celo, tres perlas hechas libro que cuando él partió fueron para mí.

Al lado de este primer plato hay una ensalada mixta, quizá debería haber pedido otra cosa dadas las circunstancias, pero mi añoranza y la costumbre me pudo, pues no hubo un solo día de convivencia en la que mis padres no me la pusieran de acompañamiento. Ahora puedo verles como en un sueño a los dos trajinando en la cocina, y en mi paladar retengo un sabor entre dulce y amargo de su último adiós.

Mas ahora mis abuelos, mis padres y la vida, todo ello se desvanece, y lo que más lamento es el llegar a comprender su impotencia, su más que segura frustración, el poder sentir su llanto, su rabia, pues no han conseguido salvar a su hijo.

Un cura entra en mi celda, me queda poco para saber qué es la muerte, unos escasos minutos para mi ejecución.

Escrito el 13/05/2015.

AÑORANZA

Como esa breve imagen
que permite caer esta lágrima,
hay una aldea pobre,
una plantación de arroz,
y en su mismo centro una cabaña.

Tan humilde como ella es,
en su cesto solitario
tengo oculta una guayaba.

Ruego a mi Virgencita de café,
antes de echarme hoy a dormir,
que me acune al perecer,
que me acoja en el partir.

Sueño del que ya disfruté,
pues en otra historia creí vivir,
de la que no hay a esta hora un posible amanecer,
pues no lo consigo recordar,
ni ver, ni sentir.

Mango que eres del corazón,
que el canto de aquel gallo no lograste olvidar,
tan sólo tú me dejas lo evanescente de aquel dulzor,
y la amargura de otro doloroso y lejano despertar.

Pero ahora paisano mira
si es que quieres mirar …

¿No es esa de ahí la palmera
que desafía al cielo y al infierno?,
¿aquella de la que si no bebes de su savia se desvanece?,
mas dicen los sabios que no debieras desearla,
pues desde antaño se comenta que ella es la muerte.

Y sin más cuento ni leyenda,
pruebo en silencio mi pena,
la de aquel licor llamado tierra,
que en un día maldito de locura y de tormenta,
como un vacilante héroe abandoné.

Mas cobarde me siento,
en esta noche de borrachera,
del suicidio de mi esperanza,
de la renuncia de toda fe.

Y es que entre la humedad de estas sábanas,
descansa hoy mi añoranza,
llanto del que quiere
abandonar su desgracia,
danza macabra del que no tiene el poder de llegarlo a hacer.

Comprendo que mi tristeza fue el despedirme,
estas nubes de ahora son grises,
la única alegría que anhela mi alma,
es la de pensar que volveré.

Escrito el 07/05/2015.

INCOMUNICADOS

Me despierto cansado en este día de sol y pueblo andaluz. Día duro el de ayer, noche de insomnio. Busqué durante la oscuridad respuestas, argumentos, todos ellos de gente brillante, personas con el talento del que yo creo carecer, no obstante apagué finalmente la pantalla, después de leer durante horas decidí con prudencia guardar silencio.

Salgo a la calle a caminar, a pasear por senderos de piedra, y me pregunto para qué sirve discutir. Me doy cuenta de lo absurdo, de lo insensato que probablemente es vivir en un mundo construido solamente en una idea de blanco o negro, y de lo inútil que resulta el intentar llevar siempre la razón, de la ignorancia que todo eso conlleva.

Me siento en una plaza a descansar, enfrente contemplo un quiosco de música, y llega a mis oídos la eterna letanía del estás conmigo o contra mí, del orgullo del yo sé más que nadie, y de lo mío es la única verdad.

De repente me siento como un tonto, a pesar de aquellos estúpidos documentos y de su validez, sé que soy un idiota, porque también sé muy bien que las diferentes escuelas se contradicen entre sí, que a un saber se le opone otro, y que toda certeza puede tener su dosis de relatividad.

Miro al cielo despejado y azul e intento vislumbrar los ojos de ese Dios que no conozco, del que tanto estudié siendo cada vez más para mí un misterio. Sin embargo no le pido nada, no le ruego, soy consciente de la herencia recibida, de lo que escuché desde niño que era el bien y el mal, y luego de lo que yo mismo observé: de una aplicación de las escrituras que consideré incorrecta en muchos de los que se denominaban a si mismos como creyentes, en personas que presumían de ser seguidores de Cristo, pero deseando ser justo no quise juzgar.

Por eso me fui alejando, no por culpa de Dios, Él no tiene nada que ver en esto, sino por la utilización que hace de su nombre el ser humano.

Un niño se encuentra solo con su balón, siento esa soledad como propia. Yo dudo, busco la verdad, pero no deseo discutir.

Noto desde que crecí en esta sociedad una inmensa falta de empatia, una escasez en el entendimiento de que cualquiera pudiera estar equivocado, y me corroe la incomunicación por dentro, sin querer se me ha quedado muda el habla.

Es entonces cuando unas manos rodean por detrás mis ojos, me susurran al oído » quien soy «, y noto cómo en ese momento da mi pecho un vuelco de alegría, cómo esa soledad que sentía se desvanece, y tú y yo en un universo que se queda vacío a nuestro alrededor nos fundimos en un beso.

Es en este instante en el que te miro de frente, en el que te agarro fuerte la mano, en el que yo más creo que quizá sólo así pueda uno expresarse. Dando y recibiendo amor, rompiendo tanto silencio con sentimiento, y me da igual quien lleve ahora la razón, quien diga sin saber o a sabiendas una mentira, la única palabra que sé que es verdad, la única que expreso comprendiendo sensatamente que es real, es este » te quiero » que en este segundo que se muestra eterno te digo.

Escrito el 04/05/2015.

A pesar de ello ha salido el sol, creo que un bello día nos aguarda.

Escrito el 03/05/2015.

EN EL DÍA DE TU CUMPLEAÑOS.

Una tarta hay en la mesa,
sillas solitarias de olvido,

preparé tu merienda de ausencia,
las porciones amargas de este nuevo rocío.

Lágrimas brotan en silencio,
y en nuestro perchero ningún gabán,

aquí te espero vencido,
pues sé que no vendrás.

La familia no llama,
amigos ya no te quedan,
una tarta hay en la mesa,
pan con vino en la despensa.

En vida fuimos felices,
quedan recuerdos en fotos,
tú adiós no dejó cicatrices,
junto a ti aprendí a sonreír en el lodo.

¿Comprendes que te quise
ahora que no lo puede ocultar mi llanto?,
ya que aunque a veces hay en mí días grises
te agradezco aquello que soy,
la vida, mi alma,
este amanecer y su canto.

Y el tiempo sabemos que nunca retorna,
aquellos momentos son polvo,
tu personalidad es leyenda,
lo que tengo de ella lo refleja orgulloso mi rostro.

Pues sin ti no sería nada,
ni ángel ni demonio,
no tendría a mi amada,
ni esta pluma escribiría sobre todo aquello que yo más valoro.

Flores no trajo la mañana,
tan solo un paseo hasta tu lecho,
en él estan aún puestas tus sábanas blancas,
tus restos hace años que descansan en el cementerio.

Hoy no te encuentras entre nosotros,
abuelo de las mil y una historias,
junto a tí yace el más bello sentimiento,
lo siento al pensar en tí junto a este mar y sus olas.

Para los que no están…
Albino Martín,
Francisco Sánchez,
Consuelo Conesa….

Escrito el 29/04/2015

DÍAS DE ALEGRÍA.

Amanecer de sol y de puerto,
de tus besos al lado del mar,
de dejar libre a la pasión y el sentimiento,
de quererte,
de entender que al fin soy sincero y lo necesito gritar.

Acordes de rumba me salen del pecho,
sangría dulce emana de mi boca,
carcajadas soltamos ante el espejo,
para nosotros hoy hay un baile sin máscaras ni invitaciones de boda.

Y es que desde que escuché su sonrisa
me siento feliz,
y en este valle sin sombras deseo cantar,
puesto que mi madre vive,
su voz me lo dice,
y tú estás aquí,
este es un instante eterno
que mientras respire
jamás podré olvidar.

Día en el que sé que ella está sana,
en cuyo esplendor noto renacer mi alma,
ya que al sentir tu aliento y sus palabras,
comprendo con alegría
que tú también como ella
a mí me amas.

Y es que adoro esta ilusión
que tan solo supe hallar a tu lado,
es la única que quiero yo mientras viva,
todo mi ser gracias a ti ha cambiado,
su tristeza y mi orgullo,
su melancolía y mi pena,
fueron enterradas sin que nadie les guarde luto,
como una hoja de otoño se esfumaron en mi primavera.

Ahora no cierres tus ojos nunca,
agarra fuerte mi mano,
ruego que sin ti no me despierte la soledad ni la luna,
pues vivo a tu lado el cuento que siempre hube soñado.

(Para mis dos damas,
mis amores)
Escrito el 28/04/2015.

EN SANTANDER CONTIGO.

Para nosotros era tierra virgen
como tantas otras,
para mi no.

Inexplorada como los sueños
que juntos nos permitimos,
los que hacen temblar nuestro cuerpo,
porque soñar no cuesta dinero,
porque nadie lo puede prohibir.

No nos lo niega ninguna ley Divina,
tampoco la naturaleza con su huracán,
ni siquiera otra
del puño de algún tirano,
es algo que de un ser humano
no se puede eliminar.

Durante nuestra estancia,
como venida de alguna profundidad oculta,
una bella copla resuena,
la entona sin sonido
la luna.

Comprende que nuestra alegría
no es un secreto que se pueda guardar,
sino algo que toda alma
sensible percibe,
algo que nos hace que no estemos tristes,
es un fuego interno
que nos permite volar.

Vine hasta aquí
de la mano de mi amor,
el que está a esta hora presente,
el que sé que es verdadero,
el que estará dentro de mi por
siempre.

Y este cuarto de hotel,
el calor del que hablan
sus paredes,
será para los dos
un refugio,
algo a lo que se debe aferrar
el recuerdo de nuestra mente.

Guarida con agua
de lluvia y de mar,
llena de instantes felices,
ocho amaneceres
repletos de tu amor,
ocho días en los que curar
cicatrices.

Y ahora observa….
los peces en este abril
nadan despacio,
la Magdalena cierra antes sus puertas,
y proveniente de más allá
del Atlántico,
una joven sirena entona la canción
que se encontró en un papel
dentro de una botella.

Mira….
Santander de nuevo renace
en silencio,
su mar permanece estático,
los marineros de la cantina se quedan mudos,
su gente y su mundo,
todos desean escuchar el canto.

Y es que en la playa del Sardinero,
dice desde hoy la leyenda,
que por su arena dos vagabundos se miraron,
y descubrieron que estaban locos y enamorados.

Escrito para Marisa Belarmino

Escrito el 26/04/2015.

MI NANA CONTRA TU CÁNCER.

Quisiera ser la cura

de esta pesadilla.

Darte un beso de alivio,

y despejar ese mechón ficticio,

el que descubre tu frente y nunca borra

esa alegría que resalta tan solo en tu boca.

Mamar otra vez de tu pecho,

retornar a tu cintura,

que me acunes abrazado en tu lecho,

y escucharte de nuevo susurrarle a la luna.

Descubrir como se para

esa mancha que crece,

que destruye tu cuerpo,

que amedrenta tu mente.

Deseo recorrer esas dunas,

las que nuestros ojos un bello día soñaron,

en esta noche de insomnio

que sin poder dormir

me aferro a tus manos.

Y que se quede muda

la muerte y toda su habla,

que te deje para siempre conmigo

pues quiero sentir tu tacto.

  Y cuando te entren las dudas,

cuando un sufrimiento profundo te atormente,

recuerda que nunca estás sola,

por lo que más quieras,

no te sientas ni desamparada ni impotente.

Levanta tu dulce mirada,

que aunque tenga mi rostro una lágrima me verás sonreír.

Pues es alegre esta nana,

está llena de esperanza,

esa gota en mi cara

sólo pretende decir…..

Que ambos estamos juntos,

que aún nos quedan maravillosos mundos,
proyectos que tú y yo tenemos

unidos que conseguir.

No pienses jamás en tu desgracia

que luchando como hasta ahora

podremos de nuevo sobrevivir.

Esta es la canción de mi madre amada,

de mi desnudez en el corazón.

Vuela tanto como puedan tus alas,

y sin ningún miramiento,

olvida todos esos crueles lamentos,

los que pretende dejar esta enfermedad a su paso,

pues tu eres lo más fuerte y lo más bello,

que en esta tierra a veces triste y baldía,

 creyó nadie jamás que nunca pudiera llegar a vivir.

(PARA MI MADRE Y TODAS LAS MADRES QUE LUCHARON Y LUCHAN CONTRA EL CÁNCER)

ESCRITO EL 22/04/2015 

UN MUNDO ATRÁS.

Me encuentro cansado. Después de haber realizado el examen de álgebra lo único que me apetece es desconectar, y la mejor manera para mí es ir a ver varias películas en la programación de sesión continua del cine que está al lado de la bajada de las ramblas, cerca de la plaza España.

En mi bolsillo están las tres perras chicas que gané repartiendo periódicos, y me siento el rey de esta Cartagena que me ve caminar entre risueño y esperanzado. Sé que paseo por la ciudad que me ve crecer, y todo en ella es como un sueño, mitad real y mitad fantasía, como un paisaje bucólico de un atardecer otoñal.

Las palmeras parecen vigilarme, cuidar mi andar un tanto patoso, y el olor del mar llega del puerto, sabiendo muy bien que él devoró a seis ciudades, seis culturas que se hallan enterradas bajo el suelo que a esta hora piso.

En ocasiones como la de ahora me cuestiono la vida. Me pregunto el por qué voy adelantado en los estudios con respecto a los chicos de mi misma edad, el por qué de que mis padres y profesores me exijan más que a cualquier otro compañero o hermano, y el por qué tiene que aparecer el sol y con él la angustia, por qué tiene que venir Morfeo a rescatarme en cada ocaso.

Sin darme cuenta ya me hallo en la sala del cine, sus butacas de tapicería de color rojo empiezan a ocuparse lentamente, huele a limonada y a regaliz, las luces se apagan. Mientras tanto, en la blanca pantalla de enfrente se reproduce una cuenta atrás, y mi corazón se acelera despacio.

De súbito noto una mano en mi espalda, pero todo se me antoja un poco difuso, distingo la silueta de un hombre con sombrero de copa y una capa sobre los hombros, y entre sus dedos descubro el resplandor de una navaja.

Hace un gesto invitándome a seguirle en lo que se me antoja una invitación obligatoria, me guía hasta la calle, pero desaparece de mi vista al torcer la primera esquina. Hay de repente mucha gente, un viento hostil, una lluvia que no cesa, y yo, confuso entre tanta multitud, veo a un niño más pequeño que yo que llora, allí, en un rincón, abandonado a su suerte y aterido por el frío.

Escucho un estruendo y tuerzo la mirada, un vehículo se ha salido de la carretera. En la escena, dos niñas muertas junto a su madre y dos más que sobrevivieron. Una decía no ver a la vez que mantenía sus brazos extendidos en busca de algún tipo de consuelo, y la otra, la más pequeña de las cinco, permanecía allí de pie, paralizada y callada por el miedo, con la mirada fija en el cadáver de aquella mujer a la que ya no podría abrazar nunca más en la noche.

Ante todo aquel sinsentido caigo rendido, temblando por el pánico, cuando de pronto noto unos dedos en mi espalda y sobresaltado me giro, entreabriendo los ojos, creyendo ver a mi padre que se halla al lado de un hombre con gorra y linterna, y mientras todo eso sucede, yo aún vagando en otro mundo muy distinto, en un lugar demasiado alejado como para poder decir nada.

Oigo sus palabras de gratitud, y otras de no se preocupe, no es más que un buen zagal que se quedó dormido sin darse cuenta después de haber cerrado el cine, y siento al momento como unos brazos me elevan y me atraen hacia sí, descendiendo al siguiente instante para introducirme suavemente en mi cama.

Extrañamente noto calor, amanece por la ventana, aún tengo en la frente la húmeda y cálida sensación que me provocaron una caricia y un beso, y escucho el tintineo de una cucharilla contra una taza, exhalando a continuación ese olor a café característico de cada mañana.

Él se ha levantado, mi héroe de ayer y de siempre, al que sólo yo conozco, ese que se llama y es mi padre.

(Escrito en Memoria de mi abuelo Francisco al que no tuve el honor de conocer pues murió antes de que yo naciera, y dedicado a mi padre, que una noche se durmió en un cine y fue rescatado por la que probablemente fue la persona que más le influyó, y una de las que sé que él más ha querido en su vida).

Escrito el 20/04/2015

 

 

MI TRISTE AMOR DE HOJALATA.

Caballo de madera abandonado,
aquél que nunca trota,
que yace muerto ante tu canto,
el que tiene el alma rota.

Caballo de balada ronca,
de relinchar mudo
y mirar ausente.
Potro salvaje
de libertad traicionada,
corazón solitario,
pena penitente.

Esas ramas de encinar,
aquellas calles marchitas,
la lluvia que me caló en el hospital,
el frío tronar de nuestra puerta
en tu despedida.

Nido de desamor,
casa en mi memoria perenne,
lugar en el que el fuego
ya no da calor,
lecho sin perdón ni pasión,
allí ya no hay ni batallas
ni memoria,
no se encuentra ni el timón
ni al comandante.

Como un triste soldado de hojalata
fue nuestro amor,
lo que en ti es un mal recuerdo
en mi permanecerá por siempre.
Querer trasnochado,
capítulo de un adiós.
Bello baño de espinas,
dolor de palabras nunca dichas.

Lo que del todo fue verdad en mi pecho,
real como el sentimiento más puro,
en ti descubrí que era falsedad y veneno,
besos de alquitrán,
crueldad y maldad escondidas tras cada esquina.

Me enseñaste que un mutuo querer no existía,
que jamás debo pedir nada a nadie,
que tengo que ser valiente ante mi cobardía,
y que es necesario continuar aunque sin mesura brote mi sangre.

Todo esto lo aprendí de ti,
soñaba tiempo atrás que me amabas,
el ardor de tu cuerpo me arrebató la ilusión,
dejó sin respuesta mi voz,
mi mente jamás ya hallará calma.

Escrito el 16/04/2015.

ROSA DE CARNE DEMACRADA.

Mi campo de amapolas se destiñe,
se evapora con el tiempo.
Mi inocencia cruza
el puente de su adiós,
y este insensato levanta su mano
e intenta alcanzar su envoltura.

Despierta….
nunca retornará la luz de ese sol,
tan solo en tu retina permanece la locura,
delirio de besos ausentes,
de labios fríos llenos de un sabor amargo,
recuerdos de una imagen,
de sueños de sepulcro.

Mientras tanto
llueve en el asfalto.

Desamparado y a la fuerza calmado,
ingiero pastillas para el olvido,
cicuta oculta,
pesadilla en mis noches,
el único refugio es un pasillo de hospital,
al igual que mi máximo reproche.

Entre un campo de amapolas
me fugo de mi cobardía,
me cuestiono si fui feliz,
o tan solo un pobre bastardo,
hijo del infierno y del lamento,
mis padres en la oscuridad arrinconados.

Quizá mi respuesta se halle en ti,
en este amor que de la basura recogiste,
tu fuiste quien me enseñó a luchar,
una razón por lo que no estar siempre triste.

Silencio…
mi tumba me aguarda,
se encuentra en cada esquina.
Y en mi último papel,
en mi capítulo final,
creo vislumbrar tu sonrisa
escondida entre el campo de amapolas,
ese que ruge y tiembla
a la vez que una cálida caricia tuya me brinda la brisa.

Escrito 13/04/2015.

CARTA A UNA AMIGA SOBRE LA ESCRITURA.

Todavía no he leído el escrito que me mandaste, ese que está hecho para una persona especial. Tan importante para ti como para dedicarle tu tiempo y tu cariño transformadolo en palabras, tan bella ante tus ojos que deseas regalarle algo muy profundo, que proviene de algun lugar indefinido de tu alma, algo, que conociendote como lo hago, con encuentros breves pero llenos de una empatía que está al borde de la complicidad (al menos ese es mi sentir), sé a ciencia cierta que es verdad, aunque afirmándolo se pudieran abrasar mis dedos.

Ante lo que me cuestiono la siguiente interrogante…..¿qué podría este cuentista opinar?

Si escribiste este texto con la ilusión pura de un crío, notando en tu pecho como crecía la próxima felicidad de ese afortunado destinatario, sonriendo aunque tuvieras tus dudas ¿cómo expresarlo?, ¿estará bien redactado?, y miras a esa persona a los ojos después de leído, percatándote así de la rapidez de su latido que también será la del tuyo, y los ojos vidriosos, no solo por unas letras, sino por la verdad que hay en ellas, porque las has pronunciado tú, porque en ese momento estás a su lado, y si después brindais por vuestra amistad……¿qué pega puedo poner a lo que es el dictado de un corazón sincero?

La función principal de todo cuentista decente es la de ser creíble, para ello mezcla retazos de realidad con otros de fantasía, confundiendo muchas veces a su lector, mostrando una imagen que sin ser mentira tampoco es totalmente su verdad….

Entonces, sabiendo esto y dadas las circunstancias ¿qué podría yo opinar?

Para mi los mejores textos son los crudos, los que vienen de dentro, y entre ellos los más hermosos que yo vi fueron los de mi madre, porque aún con sus faltas de ortografía, aún con su redacción mejor o peor elaborada, son los que más me sangraban, lo más real que he leido, lo más profundo, a donde mi pluma jamás hasta ahora ha llegado.

Debo admitir que envidio esos textos…..la del niño que escribe con letra casi ilegible a sus padres un »te quiero», los de mi madre, y ahora sin leerlo este tuyo, pues están escritos con una fibra especial, con algo oculto que viene de dentro, que es sentimiento.

Tú y yo comprendemos que lo importante de las personas es su esencia, y solo puedo decir que lo mismo ocurre con las palabras, lo especial de ellas no es el simbolo en el papel, sino su significado, ese referente que expresa el amor hacia la persona amada.

¿Qué puede opinar este cuentista?

Pues no es otra cosa, que ahora que recién he leído tu escrito, veo lo grande que eres, lo pequeño que me siento, y opino que el destinatario a la fuerza se deberá sentir orgulloso, como lo estroy yo al ver hecho por ti algo tan bello.

Aunque el destinatario de tu texto es una persona que no soy yo, aprovecho estas letras para expresarte el honor que significa ser tu amigo, a pesar de nuestra lejanía cercana, a pesar de nuestra condición dispar, aunque nos digamos pocas palabras, aquí a mi me tienes, sabiendo que también aquí con el paso del tiempo me tendrás.

(Contestación a una amiga….gracias por contar conmigo, esto es lo que sinceramente puedo y sé opinar….)

Escrito el 09/04/2015.

OTRO ADIOS.

Días de palidez trasnochada,
de dolor en estas mis sienes marchitas,
cristales rotos de silencio por toda la almohada,
olor a despedida y azufre,
sabor a mi sangre que se derrama.

Ante mi espejo imploro mi cobardía,
aquella crueldad en la astucia que contienen tus labios,
esa ya pasada falsedad en el calor de nuestros abrazos,
y el anhelo de eternidad,
ese que solo encontraba yo al sentir las caricias y el cariño de tus manos.

Y te pido que me mientas,
que de frente me mires,
pobre de mi que soy un insensato,
ojo que busca en tu ojo,
algo olvidado que fue,
que tu pecho desprecia,
que pierde mi persona,
este cuerpo que sufre,
este espíritu que comprende que es el momento de decir adiós al amor
que tu ya no le otorgas.

En este amanecer se reseca mi boca,
no hay entre los dos más palabras,
compruebo triste que tu alma se halla en guerra contra la mía,
en conflicto está el paraíso que construimos,
a esta hora nuestro mundo se desmorona.

No me digas nada más que un descreído hasta luego,
cierra esta puerta
dándome una vana esperanza,
concedeme un falso consuelo,
por favor mienteme y dime que aún me quieres.

Escrito el 02/04/2015.

,

TRANSCURSO

Desde que nací voy construyendo cimientos,
aprendí de las primeras desilusiones,
de todas mis idas y venidas,
entonando las mismas viejas canciones,
labriego soy de la vida.

Busqué en persona ajena el entendimiento,
la comprensión,
quedando ya de lo humano un adiós resignado,
algún sentimiento.

Construí cimientos fuertes,
cimientos endebles,
algunos fueron reconstruidos,
otros perdidos para siempre.

Deseé levantarlos todos con mi amor,
con la esperanza vana de que fuesen eternos,
a veces tuerce su rumbo la construcción,
la materia se pudre,
cambia el arquitecto y su planteamiento.

Cimientos que el agua y los vientos corroen,
que gimen de dolor al abrirse,
algunos yo los rompí,
otros la injusticia de un vándalo
que hoy me maldice.

Sin embargo muchos vuelven a crearse de nuevo,
pocos son los que permanecen,
recios a pesar del desencuentro,
duros a pesar de los caprichos y del transcurso del tiempo.

Escrito el 31/03/2015.

HIELO

Barra sólida de filo fino,
de la que se derrama gota a gota mi sangre,
dureza pétrea es tu pecho,
veneno que eleva,
licor de añoranza al marcharte.

Me muestras tu sonrisa de escarcha,
y siento un intenso frío,
alejarme ni quiero ni puedo,
tus besos,
lo que soy estando contigo,
robaron todo lo que yo poseía de sentimiento.

Infancia borrosa de dolor,
difícil siempre para una niña,
la que ahora me ofrece temblorosa
y desconfiada
un pedazo de si,
y el resto me lo escondes,
pues no deseas que nada ni nadie destroce esa quietud,
la que ha conseguido tu alma.

Quizá yo nunca llegue a saber si tu me quieres,
me vienen recuerdos de un padre,
mi esperanza anhela cada día sentirte,
soy ese picador apasionado,
el que con cariño y sudor pretende desnudarte.

Vagabundo sediento,
desventurado náufrago,
niño de barrio pobre,
joven sin amigos,
lobo solitario.

El que busca un preciado tesoro,
el que sueña tu amor y tu tacto.

Nadie dijo que esto fuese fácil,
tu vida, la mía,
algo por alguna razón oculta nos unió,
quizá porque yo como nadie consigo entenderte,
quizá porque tú descubriste un destello en mis ojos,
algo que te aseguró que yo moría por ti de amor.

Con todo tu hielo y tu dulzura,
con toda nuestra rabia acumulada en el pasado,
con un mutuo lecho donde compartir la felicidad y el lamento,
tú debes saber que eres mi máxima pasión,
aunque cuando te lo digo tan solo respondas con silencio.

Escrito el 30/03/2015.

NOBLES CON CASCABEL DE SERPIENTE

Dibujante del número

y el esquema,

pintor de uno de los estanques

de su ciudad,

ser coherente,

jamás un espíritu en pena,

rígido fue como una

barra de hierro,

le ablandó su vejez,

le hizo una persona más bella.

Confidente de mi abuelo,

diestra perpetua de ese gran torero,

a los dos los quiero y los quise,

a uno conocerle intento,

del otro tan solo pude ver su eterno reposo,

únicamente pude rezarle a los pies de su tumba.

Nunca llegarás ni siquiera a intuir su pensamiento,

mar que es de zonas oscuras,

profundidades que con él se irán al firmamento,

y en mi recuerdo una retahíla de saberes.

Por favor,

no dudes nunca de su escondida bondad,

protégete bien si se enfada,

pues él es huracán y tormenta,

abrazo y sosiego,

estaca que hiere,

alegría y lamento.

Dureza que quema,

ojos que convierten en piedra,

muere tu pasión por él,

si conseguiste amarle

crece tu alma y tu condena.

Fue ausencia constante en su casa,

presencia perenne en mi pecho,

valiente, si la sangre no brota,

cantautor de su lluvia,

comandante que ordena con la palabra.

Este es en parte mi padre,

ese soy en esencia yo,

somos marineros sin ventura,

de los que dan su fe

sin cambiarla por nadie y por nada.

Tozudos y displicentes,

serios de profesión,

cicuta en tu pensamiento,

nobles por vocación.

También crecimos siendo

cascabel de serpiente,

ni Demonios traicioneros

ni Santos de relicario,

mordedura sin suministro de alivio,

perdón otorgado pero jamás olvidado.

ESCRITO EL 22/03/2015.

ME SALVASTE.

Miro al cielo y veo un resplandor entre las nubes,

una rosa se abre paso en este asfalto,

las cruces hoy proclaman vida

y olvidan su muerte,

todo su fracaso,

la esperanza está en el aire,

tu fragancia lo inunda todo.

El terreno donde creciste,

recuerdos hermosos del pasado,

tu padre tuvo que irse,

ella pierde su aliento

a cada paso.

Al hablar de ti hay que hablar de una madre,

alguien de carne y hueso,

que sin ser una heroína,

aún cometiendo tus propios errores,

eres una dama divina,

mereces todos nuestros honores.

Nada ya nadie tiene que reprocharte,

purificaste tu espíritu

a base de tu amor maternal,

a costa de tu visita a los hospitales.

Tuviste a un hijo que se volvió loco,

y lo cuidaste sin que te importarse.

Cuando todo en él parecía perderse,

cuando se iba,

sólo tu lo agarraste.

Salvaste a un ser vil,

alguien capaz de odiar su historia

y su mundo,

creíste como nadie en él,

allanaste su camino de espinas,

y le hiciste feliz.

Él en este momento se siente dichoso,

amante es de su vida,

yo lo sé porque lo vi.

Si te postrasen en una camilla,

él estará cuando retornes en la sala de espera,

a veces sueña contigo,

en ocasiones se sobresalta al venirle a la cabeza

aquella maldita escalera.

Comprobé como el amor vuelve cuerdo

lo que está más frustrado,

me enseñaste la fortaleza,

lo que es saber vivir,

hagámoslo a esta hora juntos,

canta y ríe,

desprende de esa cara toda su tristeza.

Porque este enfermo te quiere,

no lo dudes nunca.

A pesar de su genio maldito,

a pesar de vuestras posibles diferencias.

Nada ya nadie puede reprocharte,

al hablar de ti hay que hablar de una madre,

alguien de carne y hueso,

un ser más bello que un ángel.

 (A MI MADRE)

ESCRITO EL 18/03/2015.

ME ODIO QUERIENDOME.

Espesor de ojos oscuros,
nublados,
la rabia contenida,
mis dientes apretados,
y de fondo
esa balada triste del pasado,
esta canción que retorna,
la que en mi pecho es consentida,
la que en mi alma es olvidada.

Quise ser poeta,
un hombre loco como el Quijote,
en mis sueños se entona la saeta,
la del sentimiento de sentirse
mediocre.

No mires atrás,
el futuro aunque tu no lo creas
existe,
es sabido que la tumba
es el destino,
la obra, si buena,
pervive.

Mi pluma no es Cervantina,
aun así, para llegar a la cumbre
me faltarían diez años,
mi guerra no se disputa en Lepanto,
la cárcel tan solo se halla en mi mente.

Camino desde tu realidad
hacia mi ficción,
y vuelta a empezar.

Soy aquel niño que aspiraba
a ser escritor,
el que con más o menos fortuna
escribe estas letras,
no miro a mi alrededor,
odio mi falta de amor,
intento quererme y escribir,
a pesar de que nunca llegue
a ser poeta.

Escrito el 18/03/2015.

SE PIERDEN MIS PASOS EN TI.

En las entrañas de un edificio amarillo de números rojos, en la escalera en donde los chavales firman su rebeldía e ingratitud, se puede encontrar una puerta que lanza una mirada insolente a la Sierra. En su interior se encuentra una hoja, un lapicero y una persona, esa que ahora caigo en la cuenta que sólo puedo ser yo mismo, un miembro más de esa espesura que forma tu lugar en la historia.

A ti te debo la risa, la falsa sensación de libertad que poseo, la pérdida constante de la inocencia, y la astucia que sólo da tu experiencia a costa de muchos lamentos.

Entre este cielo plomizo y tus atascos, a través de las muertes del pasado y de la sangre que es derramada en el monumental de las Ventas, a pesar de esa guerra fratricida que siempre retorna al olvido, me hallo en ti como un ser insensato, un enfermo de la escritura, el hombre que creó un velero que tomó el rumbo que le permitirá escapar de su locura.

Este es el lugar idóneo para consagrar una obra,, con el Prado y su colección Thyssen, el Reina Sofía y sus galerías de barrio, los artistas del metro, las editoriales dispuestas, y todos esos buscadores de sueños, aquellos que intentamos plasmar la belleza en esta tierra que se encuentra baldía y fértil, tierra de tremenda ilusión y desolación traicionera.

Sólo en ti prende tu infierno y se eleva tu cielo, por tus calles siempre hay un dedo que pide monedas a cambio del cuerpo y rechaza limosnas. Hay pasión y amor, soledad y nostalgia. Aquello que pudo ser, lo que nunca será a pesar de tu arrogancia.

El Manzanares arde cuando llueve en tus hogares, lo corrupto y lo honesto caminan de un palacio hacia tus calles, la leyenda y tu orgullo hacen que no reconozcas jamás tus errores, continuas marcando el tiempo, con tu frente limpia y altiva, paseando por la Latina o Chamberí, mostrándote como la más castiza, mientras en Tetuán algunos zagales pasan un hambre de emociones.

No mientas al mentiroso, decía sabiamente mi compadre, intenté sin embargo engañarte, y el absurdo fue tal que llevo seis meses entre tus zarzales. A Madrid se la ama o se la odia, a nadie puede serle indiferente. Se le hace una canción a lo Sabina, o un texto que una idéntica emoción pretende.

Me comentaron que nadie es profeta en esta tierra, mas en cada esquina me topo con uno distinto, qué le voy a hacer si me atrapó tu cultura, tu mundo y tu vicio. Ya que aunque odie tu Chotis y esa chulería grosera, amo este suelo que piso, amo tu nombre y tu tristeza.

No soy de aquí totalmente, no pertenezco a tu vientre, sin embargo seis meses han bastado para rendirme a tus pies, para adorarte. Me queda el resto de mi vida para exhalar tu intensa fragancia, para llorar y reír en tu seno. La eternidad para odiar a esta ciudad, que sin embargo mi pecho cuando está lejos siempre añora.

(DEDICADO A LA CIUDAD DE MADRID)

ESCRITO EL 17/03/2015.

EL SILENCIOSO CUENTISTA.

Terminado y guardado en el cajón, mi texto, el que pone a la luz lo que es mi persona, lo que significó mi familia. El único que es verdad, al menos es el que muestra mis sentimientos, lo que interpretaron mis sentidos, que no por ser íntimo y expresar mi experiencia tiene que ser totalmente real.

Toda mi vida la he transitado de cuento en cuento, olvidando a aquellas amistades a las que defraudé, siendo fiel a otras a las que a pesar de mi ausencia acaricié, con mi gran amor siempre a mi lado, la única mujer que me comprende, solo ella sabe aguantar mi melancolía, la locura, mi dolor…. Y no me arrepiento de nada, llevé una existencia digna, una llena de un silencio a voces, inventando historias que pudieron ser, que sin embargo jamás lo fueron, intentando hacerlas creíbles, pretendiendo conmover a un improbable lector.

Escogí la profesión de la mentira velada, de la pluma creadora de sueños, la que a veces es espejo de mis pesadillas. Me refugié, no quise saber de este mundo, y me inventé cientos, miles de ellos, algunos los plasmé, otros se marcharán conmigo, envueltos en cenizas, perdidos en el que será mi sepulcro.

Sé que soy honesto y falso, hago mis propios juicios de escritor, y libero y encarcelo a ese protagonista que siempre tiene algo de mi, que siempre soy yo. Cruel y villano, valiente y cobarde, no te creas aquello que escribo, no entiendas que no contiene en absoluto ninguna verdad, pues no soy tan miserable.

Mi cuento se encuentra ahora en un cajón, como todo lo que es más íntimo no se publicará, no debe hacerse, no quiero, y no querré jamás. Y si alguien descubre este texto y comprende su sufrimiento y su secreto, le pido que no lo muestre, que lo destruya como lo hace la muerte con lo que es esta vida humana.

Pero en este instante, casi sin tinta ya en el tintero, reconozco que mi periplo por los caminos del destino fueron un cuento, algo irreal, algo que sin embargo fue o pretendió ser sincero.

Escrito el 15/03/2015.

LO QUE VIO MI OBJETIVO, LA BELLEZA DE UN SUEÑO.

Como te prometí tengo la botella de Champán y una copa en una de mis manos, en la otra la vieja cámara que hace tiempo me regalaste, e intento no sentir nostalgia, no tengo tristeza, me siento feliz, sabemos que lo que nos prometimos es deuda.

Sonrío ahora al recordar aquellos momentos difíciles, los propios de nuestra profesión, y puedo notar aún el frío de aquella noche de invierno en la que nos iluminaba tan solo la luna, esa que se nos presentó de color miel, la que decidimos filmar a pesar del enfado de aquel periodista que no sabia preguntar. El horizonte era especialmente oscuro, e íbamos a realizar un reportaje sobre el manido y algo vulgar tema de la prostitución, el enfoque que le dieron no nos gustaba en absoluto, y el asunto es que divisamos aquella tarta dulce y helada, y ambos decidimos sin mediar casi palabra, con solo mirarnos a los ojos un instante, devorarla en imágenes.

Debo reconocer que había veces en que me preguntaba el porqué hacía lo que hago, los meses lejos de mi familia, las esperas insanas, el peligro de las motos, de la búsqueda del mejor plano, con la mochila y la cámara siempre al hombro, intentando lograr la imagen más conmovedora, la instantánea que fuera de una luminosidad perfecta, la captación de algo perturbador, de algo que incite a luchar y que anime a vivir.

Era en esas ocasiones cuando me fijaba más en ti, en la pasión que imprimías a lo que hacías, en aquella devoción por el trabajo bien hecho, con aquella eterna sonrisa en tus labios, y descubrí que observándote a ti me entendía más a mi, porque tu eras mi colega, mi amigo, y ambos a la vez eramos el uno hacia el otro su espejo.

Así pude llegar a comprender el porqué de la internada en aquellos tugurios de vicio y corrupción, en todos aquellos poblados en los que la ley no osa adentrarse, siempre buscando un imposible, algo que brille ante el objetivo, una llama que guíe y alumbre mi existencia, que alente y de calor a mi espíritu.

Y es que juntos fuimos aprendiendo a vivir y a sentir con intensidad, el uno al otro nos enseñamos lo que era y es amar un oficio, el que por alguna razón de nuestro pálpito o intuición escogimos.

En este instante alzo la copa, a continuación te devuelvo tu cámara, la dejo en el suelo, se halla ahora encima de esta tierra removida, en frente de lo que es tu losa, y comprendo que el que yace en este mometo en ese ataúd podría ser yo mismo, al igual de que si no haces lo que amas se puede asemejar a lo que es estar muerto.

Miro hacia un cielo diáfano y azul, oigo como el viento mesa la alta hierba, veo como una paloma se posa en una cruz, y como a continuación emprende grácil su vuelo de la piedra.

Te fuiste siendo feliz, filmando tu última historia, y yo en algún pasado lejano tuve el privilegio de acompañarte, de ser tu colega y amigo, y tengo que decir que me siento contento, puesto que a pesar del peligro y de tu muerte, de la soledad y el sufrimiento que sentimos en muchas ocasiones, somos lo que somos, locos y apasionados, libres y aventureros, los que estamos detrás de una cámara, los dignos creadores de nuestro sueño.

(Texto ficticio dedicado a todos los cámaras entre los que se incluye mi primo José Yeray, porque hace poco murió un colega y un referente suyo….Santi Trancho DEP).

Escrito el 08/03/2015.

DESDE EL PASADO MARZO.

Abandoné un bello sueño,

decidí compartir mi soledad

a tu lado,

día de lluvia,

ausencia de dueño,

contigo soy un rey,

sin ti un pordiosero.

A veces te encuentras muy lejos,

en ocasiones siento que me amas,

creo alcanzarte torpe con mis dedos,

mi valentía y un beso

te encadenaron libre a mi persona.

Llegaste como una ventisca cortante,

plena de rencor y de dureza,

mi lucha mereció realmente la pena,

lo supe al verte desnuda,

cuando a escondidas

fui descubriendo

tu alma y su pureza.

Si debo quererte solo con pasión,

si mi devoción tienen que ser únicamente

tu arte y tus curvas,

si debo vivir sin mí,

enfermar y sufrir de corazón,

si tengo que olvidarme de aquello que soy,

dar de espaldas a mi gente,

mis ideales,

cambiar mi mente y compostura.

Si es así no te amo.

Si es intentar construir algo fuerte y duradero,

serte leal aún envuelto en un huracán de tentación,

ser consciente de tus errores y tus caprichos,

y aún así desearte,

tenerte cariño,

estar ahí para cuidarte,

ser consciente de que tú eres mi elección.

Es en este sentido que por ti siento amor.

Y llámame egoísta,

porque más que amarte a ti

lo hago a mi mismo,

ya que al verme reflejado en tus ojos

me siento como un poderoso rey,

alguien que realmente está vivo,

un hombre que crea y acata con osadía su ley.

Desde hace un año

emprendí un nuevo sueño contigo,

cambié de rumbo el camino,

dichoso y feliz construyo junto a ti a esta hora el que es nuestro destino.

(Para Marisa Belarmino en nuestro primer aniversario)

ESCRITO EL 02/03/2015.     

PARADA A MITAD DE CAMINO

 Crezco,

como un insensato,

como alguien que iluso

ama esta vida,

como aquel niño

que en el ayer fue,

el que con lágrimas

siempre es y será

abandonado.

Observo en este invierno

el sol y la luna,

arrojo con rabia

mi pasión,

el poco orgullo,

todo arrugado a la basura.

Consternado compruebo

el vaivén de mis nubes,

y en ocasiones triste reconozco

que mi alma anhela

ávida su

sepultura.

Por favor padre,

no vuelvas a mentar jamás aquel

´´ya te lo dije´´,

no me recuerdes las palabras

´´prepárate para este mundo´´,

en él entiendo

que pocos podrán

ser libres,

el lujo es ser esclavo,

mi sueño

vagabundo.

 Mas no hagas

lo que yo hago.

No hables,

no me odies,

no consientas que mis ojos

lloren nunca

en tu regazo.

Creí falsamente

que me hallaba totalmente solo,

que era incapaz de sufrir más golpes

mi cuerpo,

pero yo no era

otra cosa más que un crío,

el mismo

que a esta hora

está aprendiendo a vivir

lejos de su cuento.

Y sí,

crezco como un insensato,

cansado está este espíritu y su vista,

hice un trueque entre

la inocencia y el veneno,

me detengo en mi camino,

respiro,

reflexiono y siento que soy

cada vez más viejo.

Mi existencia está marcada,

el sepulcro noto que se acerca,

aún puedo oler tus pétalos de rosa,

riamos y brindemos,

pues no nos queda

en esta existencia que es nuestra

otra.

ESCRITO EL 27/02/2015.

CUMPLÍ LOS TREINTA Y SEIS.

En este hermoso amanecer, entre cuyo rocío me descubrí ganándole un año más a la vida, ahora que mi vaso se encuentra más lleno que medio vacío, porque te hallo aquí a mi lado, pues haces que no interrumpa mis sueños con su frígida impertinencia la señorita soledad.

En esta mañana de pastel horneado y de metro, sobre cuyos raíles me parece que vuelo, con tu cabeza apoyada en mi hombro, mientras de nuevo el odio se ausenta de este cuerpo que estalla de júbilo, ya que observa su reflejo en el cristal de enfrente, viendo un rostro envejecido, menos joven que anteayer, sin dudarlo más satisfecho y curtido, cuyas arrugas ostentan la experiencia acumulada, la honestidad adquirida, la sensatez aprendida, la sabiduría del que entiende que aún le queda mucho por conocer, demasiado todavía por vivir y cosas maravillosas que experimentar.

Y es que arrastro treinta y seis años a mis espaldas, de los cuales no me arrepiento de ninguno, a pesar de los errores cometidos, incluyendo todos y cada uno de mis sufrimientos y lamentos. Ya no me perturban los pasillos de hospital recorridos, los debates en mi mente sobre si debía morir o vivir, los jamás valdrás para nada, las palmaditas que con rabia y silencio sabía que eran falsas.

En el tiempo transcurrido hay amigos que se fueron, algunos porque se tenían que marchar sin más, a otros grandes los encontré de improviso, a los de la infancia los mantengo en mi memoria, y algunos con sorpresa retornaron. Pero lo que tengo por seguro, es que mis brazos y mi pecho estarán siempre abiertos para aquellos a los que en algún momento en el pasado aprecié o he querido.

La familia nunca se olvida, brindo por ellos con alegría, únicamente me entristecen aquellos que reposan en sus tumbas, no por su paz merecida, sino porque en este instante no puedo abrazar su carnal envoltura. Que sí su alma, pues sé y siento que está presente a pesar de no poder verla con mi terrenal y humana mirada.

También debo decir que mi orgullo no es el haber aprendido a valerme, no es el de poco a poco haber encontrado mi sitio, no es el de haberme hecho un hombre, ni siquiera los altos logros conseguidos. De lo único que me siento orgulloso es de tener los padres que tengo, del placer de ver como crece Alejandra unida al increíble cariño de su padre, que es mi hermano, y de mi hermana y su musical arte, que es como decir que lo estoy de los que son los más míos, los que estuvieron en los duros momentos más cercanos.

Mas no me puedo olvidar delante de este sol y su brillo, de todas aquellas personas que me han ayudado, y de mis dos únicas y bellas amantes, una de ellas se llama escritura, la otra provoca mi pasión y el auténtico amor, ese que alcanzo solo junto a ti, mi al fin encontrada y adorada Marisa.

Escrito el 20/02/2015.

CONCLUSIONES ESPONTÁNEAS.

En este anochecer a tu lado, tu mirada y tus labios me preguntan qué significa para mi el amor, ante lo que sin dudarlo te contesté con un beso, y mis labios susurraron a tu oído las siguientes palabras:

Amor es el sonido del primer llanto, aquel sol que en lo alto produce la apertura a esta vida, las espigas arrastradas por el viento, el vaivén calmado de las olas, el mar y su silencio, la nostalgia de la luna, la soledad del marinero, el pasado y su futuro, la sonrisa de Alejandra, y ese secreto que te cuento solo a ti y a nadie más en este momento.

El recuerdo de mis abuelos, sus tumbas siempre floreadas en la memoria, esta lágrima que se desliza en mi rostro, el no abandonar ante una tremenda desilusión la escritura, el cuidado sin resentimiento hacia mis padres, el abrazo del mejor amigo, las palabras de aliento de un hermano, y al levantarme la comprobación alegre de que permaneces aquí y no te has ido.

Es lo que aprendo al abrir mis ojos cada día, y al descubrirme en el espejo ver que se ausenta de mi al fin el odio, el convencimiento de que otro mundo es posible, y el intento de cambiarlo estando tú a mi lado. La emoción ante un cuadro de Van Gogh, el sentimiento que me produce un renglón de Samuel Beckett, cómo Mark Knopfler rasga con sus acordes mi corazón, es esto y mucho más de lo que a esta hora te digo.

También es el claudicar con dignidad, entender sosegadamente que has perdido, volver a levantarte y respirar, y tener la fuerza necesaria para afrontar aquello que te marca tu destino.

Es una palabra más, el suspiro que suelta por ti mis entrañas, ese latir que ruega por nuestra felicidad, y ese hermoso sueño que está presente en tu persona.

¿Qué puedo decirte más de esta locura con sentido, sino que es lo que ahora mismo siento?, creemos a cada instante nuestra maravillosa historia, teniéndote a ti delante me pregunto y me contesto ¿cómo se puede definir el amor?

Solo sé que existe si te devora por dentro, y que si tu has conseguido probarlo conocerás como yo la explicación y lo que por mi amada en este anochecer siento.

ESCRITO EL 16/02/2015.

CIRCUNSTANCIAS INESPERADAS

Hay días en los que mi cama se convierte en un ataúd. Permanezco inmóvil, petrificado por el miedo, mas no me hace temblar.

Es un pánico que anula lo humano que hay en mí, que no permite que aparezca lo animal, mi sangre se hiela de rabia, mi cuerpo perece, el latido apenas suena, y mi habitación y este mundo se convierten en muerte.

Hay instantes en que mi alegría se muda de barrio, y esta tristeza que siento llama a mi puerta, pierdo el deseo de escribir, el teléfono suena, malas noticias, alguien querido se va y no regresa.

Momentos en los que la enfermedad se hace patente y todo se tambalea, el silencio es una opción que nadie merece, en mis ojos se divisa una lágrima, mi melancolía camina hacia su horizonte de miseria.

El orgullo, la bravura y mi valía, todo lo arrojo al estercolero del desprecio, confuso miro a mi alrededor, noto que la luz de la vida se apaga, y comprendo al fin que no existen salidas entre estas paredes de desolación y desgana. Todo me oprime, y ese espíritu que es mi señor y mi dueño, sin yo entender muy bien el porqué desfallece entre mis manos, que se encuentran ajadas y pálidas de tanto trabajar en vano.

Es ahí, cuando más cansada está mi alma, cuando lo más fácil sería escapar y lo más difícil el cómo, en esos segundos en que pienso que debería provocar mi propio olvido de esta existencia, en los que recupero la fuerza, vuelvo a ser valiente, y retorna mi orgullo, que escribe con letras claras de susurro en mi mente y mi oído: Eres Daniel Sánchez Martín, hijo de unos padres que te otorgaron un don, uno por el que hay que luchar, ya que sabes que a pesar de todo el infortunio que posee, merece en sí la pena. En peores te has visto y de todas has salido mostrando en tu rostro una sonrisa, recuerda que sin la tristeza del gris no existiría la pasión del rojo, y sin lo grotesco del negro no cabría pensar en un verde de esperanza.

Levántate y da un golpe en tu mesa, no importa que sangres. Intenta realizar un nuevo paso, porque una cruel, intensa y bella vida te está esperando.

ESCRITO EL 12/02/2015.

 

DIAS DE MIRADA NUBLADA.

Tengo en mi hogar dos hermanas,
una se llama alegría y la otra tristeza.
Confidentes de mis sueños profundos,
instigadoras de las visiones más macabras.

Ruego porque no trinen en esta mañana los pájaros,
porque no osen emprender su vuelo,
en este amanecer intentad ser comprensivos,
con la persona que escribe este texto.

Pluma de rabia y de ira,
tinta de sangre que brota,
del manantial de un descreído,
que reza sin Dios ni esperanza.

Hoy este sol de hielo me enfría,
su resplandor de mis ojos se esconde,
de mi alma se escapa la vida,
tu cuerpo intenta moverse y no responde.

Nuestro cruel reloj nunca se detiene,
la mesa se encuentra ya servida,
viandas crudas de realidad a la intemperie,
mis dos cómplices hermanas sonríen y brindan.

Escrito el 10/02/2015.

VICIOS OCULTOS.

Fue amor a primera vista, la casa que siempre había deseado. Constaba de dos plantas, en la de abajo, al fondo un servicio y la cocina, en el medio un salón, y a continuación la escalera que subía a la planta de arriba, todo ello amueblado con buen gusto. Destacaban un sofá de piel, una mesilla de cristal en el centro, y las estanterías repletas de libros que rodeaban la estancia.

Al subir veías un pequeño recibidor con una alacena repleta de cajas encima del hueco que dejaba la escalera, contiguo a esto, al traspasar una puerta, el despacho y su imponente mesa de roble, y al final la habitación principal con otro servicio semejante al de la planta de abajo que servía de colofón al que soñé sería mi hogar.

A la hora de preguntar por el precio y los trámites, me sorprendió no sin cierta alegría que traté de disimular lo barato de aquel lugar. Sin duda no estaba acorde con el precio ni de los inmuebles de la zona, ni de las características propias de la vivienda. Fue entonces cuando con cierto recelo pregunté el porqué al agente que me estaba enseñando la casa, él me relató que el sitio había pertenecido a un viejo excéntrico y huraño, se le veía hablar solo por las calles o en el bar, parecía ausente, contaba historias inverosímiles que se inventaba, eso cuando no se paraba a escribir de repente en un cuaderno, casi compulsivamente, cualquier tontería que se le ocurriese a aquella mente enferma. En el barrio decían que estaba loco, y al heredero de la propiedad únicamente le traía esto malos recuerdos.

El agente se encogió de hombros y espetó: ¨esa es la historia, ni sé más de ella ni probablemente habría más que contar¨.

Al día siguiente realicé la oferta y en dos semanas aquella vivienda fue mía, era finalmente mi hogar. Limpié, tiré algunas cosas que no me servían, y observé a tenor de los libros que encontré que aquel desdichado anciano debería haber sido una persona bastante culta, interesado tanto por lo que ocurría a su alrededor, así como por el ser, su funcionamiento y su esencia.

Después de esto llegó el ocaso y pasé mi primera noche aquí. Me noté inquieto, nervioso, y al cabo de un rato me levanté. Encaminé mis pasos hacia el escritorio, cogí una hoja en blanco y un lápiz, inspiré y me puse a escribir. A medida que las palabras rellenaban el folio sentí una especie de plenitud, de gran alivio, cierta sensación de control sobre mi mismo y sobre todo aquello que me rodeaba, un cierto y agradable sentimiento de poder.

Al amanecer siguiente, al despertarme, me propuse arreglar la alacena, comprobé que aquellas cajas que había allí se encontraban repletas de amarillentos papeles, hojas con letra casi ilegible, escritas con mucha rapidez, como si su autor supiese que le faltaba poco tiempo para narrar lo que en verdad quería que no se perdiese, lo que deseaba o necesitaba contar.

En un momento dado dejé a un lado esos folios y regresé a la que era ahora mi mesa, cogí mi lápiz y reanudé lo que empezaba a ser mi gran obra. Para mí estaba comenzando una nueva vida.

Al mes, desesperado y exhausto, en un momento de lucidez, quise denunciarlo como vicio oculto, alegué que esta vivienda producía exceso de creatividad y escritura compulsiva. Sin embargo todos se rieron.

Ahora este hogar está lleno de los cuentos que plasmaron mis manos, y en este instante soy yo el loco excéntrico y huraño. Mi demencia consiste en continuar narrando la obra que otro me dejó como una maldición entre estos muros, o quizá realizó antes de morir un conjuro, para que yo inevitablemente siguiera con su siniestro encargo.

ESCRITO EL 08/02/2015.

ASÍ ME VEO Y ME SIENTO.

Como afanada hormiga me veo,
dispuesta, diligente y atenta,
no siempre quiero lo que puedo,
jamás lo que deseo me sustenta.

Aguanto hasta cincuenta veces mi peso,
poseo una paciencia que no halla esperanza,
tan solo me reanima de tus labios un beso,
por la mañana suspiro y comienzo una nueva labranza.

Observo tanta injusticia en esa cigarra,
la que sin hacer nada me roba mi fruto,
que una herida crece en mi alma,
a menudo mi mundo está de luto.

Como una acalorada hormiga me siento,
triste y enfadada consigo misma,
alegre y luchadora porque sé que te quiero,
a pesar de todos los pesares,
me veo y me siento triunfadora del amor y de la vida.

Escrito el 03/02/2015.

SOLO TU

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Quién osa perturbar tu descanso,

sino esta mano de pasión que tiembla.

Qué extraña luz y brisa te roza,

en esas noches que miras hacia tu tierra.

Qué dulce lágrima y llanto,

tuyas, mi amada sirena.

Princesa de modesta carroza,

mujer de destacada belleza.

A mi oído llega tu canto,

añoranza que te recorre las venas,

en tu regazo una rosa se posa,

mientras mis labios sin dudarlo te besan.

Amor que llegaste de lejos,

por Madrid al fin te he encontrado,

una pregunta le hago hoy a mi espejo,

¿qué puede soñar lo que es en sí un sueño?,

solo tú Marisa sabrías contestarlo.

(Para Marisa Belarmino, mi sueño, mi amante y mi amor)

Escrito el 01/02/2015

CICATRICES.

Soy un mendigo con una cruz de oro a la fuerza labrada,
un estudiante sin lápiz ni cuaderno,
ese ser intolerante que custodia un sentimiento bohemio,
sé que soy el cirujano jefe de mi alma.

Por estos laberintos con luz de melancolía me adentro,
en tu subsuelo Madrid
contemplo y escribo,
este incómodo asiento
cobija mis sueños,
uno de ellos es que tu desees leer
lo que expresa esta pluma
del sufrimiento y su delirio.

Renací con espuma en la boca,
en un instante caliento como la saliva recorriendo tu cuerpo,
mas no atisbo ninguna esperanza,
mi sangre se despide,
se agota y se marcha.

Paraje baldío
sin fruto ni sustento,
algunos recuerdos de aquel viejo navío,
a mis amigos de entonces no les reservo mi pecho,
son muertos de esta mente que no es ni parte ni esclava de otros caminos.

Cada cual que explore como quiera esta senda,
en ocasiones la mía transcurrió entre los pasillos de un hospital,
nadie es ni juez ni amo de otro destino,
mis enseñanzas me mostraron siempre a un Dios que fue un ejemplo de caridad.

Justo entre tanta injusticia,
amigo fiel sin condiciones,
compañero de tu alegría,
musica con partitura de amor en todas sus canciones.

Miro por la mirilla que abre la puerta de mi malgastado espíritu,
y puedo ver una ilusión.

Palabras susurradas a la hora del postre,
pasión que brota a raudales,
porque el que lo probó aún no lo sabe,
tan solo es la locura de un pensador atrasado en el tiempo
y su hambre.

Escrito el 29/01/2015.

CIERTO.

Cierto que me fallé demasiado, que esperé mucho de ti sin entregar nada a cambio. Cierto que mi pecho estalló de ira, odio y rechazo, tanto como lo hizo de un amor que se me antoja insano.

Verdad que soy hombre de lágrima fácil, duro de mente y de habla, algo tosco en las formas, mas mi debilidad es todo aquello que me llega al alma.

Estoy de acuerdo si me llamas embustero, si dices que no crees en mí, si proclamas al resto que soy incoherente y contradictorio, que no soy perfecto, al igual que lo estaré si dices lo mismo de ti.

Mirate al espejo, sé valiente, descubre lo hermoso y horrendo que eres, y aceptalo, pues no eres ningún Dios, tan sólo un ser humano que lucha contra la desidia, el tiempo y su muerte.

Si no te gusto no te detengas y sigue en paz tu senda, puesto que detesto cualquier compromiso, tan sólo tengo fe en el fundado en un sentimiento sincero, ese creo que es el tuyo y el mío, leal soy a lo que me da felicidad y consuelo.

Cierto que soy problemático, que pienso demasiado y adelanto el futuro, lo mismo que intento ser buen hermano, compañero confidente y amigo, trabajador competente, de nadie jamás un esclavo.

Pretendo encontrar algún día la libertad que todo hombre ansía, seguir constante el rumbo de un bello sueño, ser agua que fluye hasta el mar, árbol que muestra sus frutos, amor que no pone fronteras, y esa flor que perenne se halla esperándote en tu rosal.

No quiero representar ni al resplandor ni a la oscuridad. Deseo ser únicamente yo mismo, ni escritor ni labriego, tan sólo un ser humano que siente y ama sin falsedad.

Persona de sentimiento honesto, eso quiero que me defina, porque ningún éxito o fracaso importa tanto como lo que consigues experimentar en tu vida.

Escrito el 25/01/2015.

A MI MADRE

UN ESCRITO DE MAYO DEL 2013, REESCRITO EN ENERO DE 2015.

 

Tú que me contuviste feliz en tu vientre,

que me otorgaste al desearlo mi vida,

me educaste a conciencia para que fuera valiente,

y libre y honesto se presenta ante tus pies esta que fue tu cría.

Es a ti, madre querida, que va escrito este texto.

Porque sé que lloraste en secreto mis penas,

porque te agradezco que no me abandonases en la enfermedad,

llevo tu sangre por mis jóvenes venas,

eres un beso de dulce inspiración maternal.

No dudes jamás que es para ti este texto.

Ya que la muerte llamó a tu puerta al menos en dos veces,

aún así tu coraje y tu fuerza las dos te rescataron,

eres esa mujer que me enseñó la bondad hacia el que tengo enfrente,

pues me mostraste el quehacer desinteresado.

A ti madre, va dedicado este texto.

Debes comprender que eres mi orgullo y mi preocupación,

esa alegría en mi pecho cuando cantas,

eliminar todo tu sufrimiento sería mi ambición,

te debo mucho de lo que ahora soy, sé que te debo hasta mi alma.

A la que tanto he odiado y amado,

a ti, que te amo,

te escribo este texto,

que no es tristemente un poema,

pero que está escrito con la nobleza que tú me has enseñado.

 ESCRITO EL 21/01/2015.

DIEGO Y LOS ARTISTAS DEL SUBSUELO

Hace un par de semanas que me ronda una pregunta por la cabeza, no es otra cuestión que el significado de unas letras que encontré en un papel y la blanca rosa que había a su lado, ella se me antojó bella y pura como el arte, sincera como unos acordes rasgados al ritmo de un adiós.

Desde este tiempo observé más si cabe a los músicos que deambulan por el Metro, aquellos que envuelven los vagones y pasillos casi como si estuvieras en un sueño, y puedo ver ahora mismo a aquel africano que me vendió su disco y me regaló una sonrisa, cinco monedas por diez canciones, y aquel amable gesto que me llenó de agradables sensaciones.

Se puede decir que una rosa y la simpatía de aquel artista propiciaron que me plantease escribir este texto, y por él sé muy bien que no me darán ni una ni cinco monedas, quizá porque no lo valgan ni su nivel ni su estilo, aunque te aseguro que está escrito con toda la pasión y el sentimiento que poseo.

En este momento evoco al trompetista que me recuerda sin llegar a saber muy bien el por qué y salvando todas las distancias a Loui Armstrong. No creo que sea por la utilización del mismo instrumento, pero seguramente sí por el ímpetu, por parecerme que tiene en la voz algún rasgo parecido, por ese ¨mundo maravilloso¨ que retumba cuando le escucho en mis oídos. También a los dos ancianos y virtuosos violinistas de la estación de Canal, y a ese cantante itinerante que entona las letras de Silvio Rodríguez, el cual, al menos en la voz en nada le tiene que envidiar, sin olvidarme de aquel grupo de América del Sur y esa Cumbia que levanta los ánimos de los cansados ciudadanos, recordando y transportando a algunos el sonido y los sabores de su tierra, e insinuando a otros que aún quedan hermosos parajes por visitar, y que en ellos además de pobreza hay mucha alegría y vida, notas bellas que habría que explorar.

Con melancolía comprendo que en el tintero se quedan muchos otros, tantos otros músicos del subsuelo que no piden por su arte nada más que la voluntad, aunque yo los conozca o no quiero honrarles a todos ellos, pero sobre todo a alguien llamado Diego, que no sé si se encontrará aún entre nosotros o si se halla en algún lugar del cielo, a pesar de que en mi esperanza está el deseo de que su Heavy Metal resuene por algún rincón de Londres o Berlín, porque sé que en la concurrida estación de Nuevos Ministerios rasgó las cuerdas de un sentimiento ese hombre, aquel con vaqueros ajustados y melena rizada, ya que el otro día en su lugar de siempre me encontré su ausencia y una rosa con una nota, en ella había dibujada una guitarra y se podían leer tan sólo las palabras ´´para Diego y su guitarra´´.

Transito con tristeza, cada día que pasa desde hace dos semanas observo que ni él ni su música retornaron por allí, al igual que contemplé cómo terminó en la basura aquella flor.

Fue cuando pensé que debería escribir sobre ello, y lo bonito que sería que cuando yo faltase, en el asiento de un vagón parecido a dónde suelo escribir, alguien dejase un clavel y una nota, ´´para Daniel y su lápiz´´, y la ilusión, que por difunto ya no la tendría, de que un aspirante a músico viera retirar y tirar ese papel, y así, como hice yo con el poco talento que esta existencia me otorgó, compusiera una melodía, para que el recuerdo de este pobre escritor resonara en ese subsuelo de Madrid que tanto ama. Significaría que mi escritura en alguien hizo mella, sería el más bello de los éxitos, aunque tan sólo lo hiciese un lector.

Escrito el 19/01/2015.

SU VECINA Y EL MUTUO SILENCIO.

Llegaron a su apartamento Pedro y su cansancio, como en tantas ocasiones ya desde esa maldita mudanza escuchó aquel brutal y estremecedor sonido. Ruido de objetos rotos, cristales convertidos en añicos, gritos que proferían insultos, total carencia de amor, intenso odio, y todo ello mezclado con golpes que se presumían violentos. Al final un llanto y un portazo, la paz, el reposo mutuo, el de él y el de su vecina. Se quedó mirando hacia el techo como si pudiera contemplar la escena, negó con la cabeza y se sentó en su sofá, más abatido si cabe.

Era el amanecer siguiente, se hallaba en su cafetería habitual, la que se encontraba frente a la comisaría del barrio. A lo lejos, por una esquina, ve aparecer a su vecina con paso rápido, tenía puestas unas gafas grandes de sol, pero sin duda era ella, tan guapa como se la veía, tan joven y esbelta. La observó mientras pasaba de largo por la acera de enfrente, perdiéndose de este modo de su vista.

Pensativo, se llevó la taza de café a los labios, saboreó su intenso sabor, una ligera sensación de amargor permaneció en el paladar, y una creciente tristeza se apoderó de sus ojos. No sabía si debía intentar hablar con ella o si a pesar de los posibles problemas debería contarlo.

Se despertó de un sobresalto, el mismo ruido, idénticas lagrimas desconsoladas, esa puerta que bruscamente se cierra, y al fin la calma.

De nuevo en la cafetería, la ve como de costumbre aparecer por la esquina, sin embargo en ese día algo había cambiado, al llegar a la altura de la comisaría ella se paró, dudó, dio un paso hacía la puerta, Pedro apretó los puños como para imprimirle su fuerza, pero en un momento dado vuelve a encaminar sus pasos y desaparece como la esperanza de él, que sin entender muy bien por qué cada vez se siente más descorazonado.

*          *         *

Era un atardecer frío, un nuevo retorno al hogar, a lo lejos podía vislumbrar unas luces, un tumulto, y se acercó para comprobar que era en su portal. Una ambulancia, una camilla, y encima una sábana que cubría a una mujer. Un cuerpo bello y esbelto, uno que había perdido la juventud y la vida, una marca de dolor grabada en su pecho que hasta la tumba le acompañaría.

Nuestro hombre, que más que eso se sentía un pobre y cobarde bastardo, se hizo paso, y subiendo la escalera a trompicones, entró en lo que ya más que su morada era un auténtico antro. Un lugar maldito, un sitio del cual tendría que huir deprisa, un paraje que le recordaba su falta de valentía, y levantando esos ojos bañados en llanto y rabia miró hacia aquel techo, que en ese momento era completo silencio.

Se sentó en el sofá, y tapándose la cara con las manos se consumió en un profundo y solitario lamento.

(Por todas las víctimas)                                     Escrito el 11/01/2015      

HACE TANTO TIEMPO, EN CONCRETO TRES AÑOS

Hace tanto tiempo que mis ojos desde un cristal te observaron,

tanto del momento en que noté dentro de mí un desprendimiento,

las preocupaciones por aquel entonces huyeron deprisa,

y dejé de escuchar en este melancólico interior su acostumbrado lamento.

Tuve el honor de presenciar como los brazos de mi hermano te amaron,

al estrecharte con fuerza esa primera vez,

sin llegar a tener su corazón pude intuir que sentía,

y con renovada fuerza y esperanza una ilusión por este mundo gracias a ti empezó en ambos a crecer.

Bastó una noche de hospital junto a tu padre,

los nervios producidos por aquel interminable tic-tac,

el anhelo de besar tu rostro y abrazarte,

la cara que contemplé a tu llegada de felicidad.

Pues hace tres años nació lo que es para nosotros una brillante estrella,

pido porque el hollín de esta vida no cubra jamás esa pureza,

brindo en la lejanía triste pero con entereza,

recordando tu sonrisa, para mí hoy la más bella.

Me gustaría estar a esta hora presente,

pero al menos me queda el pobre consuelo de escribirte estas letras,

ten en cuenta que en mi memoria y en donde se encuentra mi amor tienes y tendrás tu morada siempre,

y que un nuevo encuentro está por venir,

no dudes de que estoy cerca aunque tu mirada casi nunca me halla,

el sentimiento de tu tío lo siente así.

(PARA ALEJANDRA EN SU TERCER CUMPLEAÑOS).

Escrito el 08/01/2015