DESEOS.

Desearía una casa que ostentase nuestro nombre,
ver la alegría de un zagal crecer a mi vera,
vislumbrar en lo alto de un monte,
aquello que ansía mi latido en espera.

La sangre y el pecho de mi madre sano,
la ausencia de preocupación del amado padre,
ver cómo tiende su Dios una mano,
que con su infinita bondad por siempre los ampare.

No quiero ningún triunfo regalado,
ni altares bellos pero huecos,
un espíritu que se encuentre varado,
tan sólo de ti un auténtico beso.

Necesito algo que sea sincero,
un trayecto sin mentiras,
un compromiso eterno,
el mío propio con la vida.

Preferiría un mundo más amable,
carente de falsedad e hipocresía,
donde verdaderamente se dijese lo que se hace,
en el que la mayoría actuase con valentía.

Haber merecido con mi sudor un tejado,
no tener que escribir por tantos muertos,
así es el existir del marginado,
del que yo únicamente pretendo plasmar su lamento.

Túnel de oscuridad,
locura incesante,
ostracismo a perpetuidad,
pacto contigo mismo de lucha constante.

Este es mi más preciado deseo,
el intentar cumplirlo sólo es un sueño.

Escrito el 28/05/2014.

EL CUENTO DE SUSANA.

La conocí una cualquier noche de primavera, una repleta de humo y de notas de Jazz.

La descubrí tal y como ella es de misteriosa, su mirada melancólica cautivó el temblor de mi habla, que desde entonces intentó recitar su primer poema, el único que escribiría como verdadero, no uno que reflejara amor, así como tampoco pena, ni belleza ni soledad, tan sólo ese sentimiento confuso que se apoderaba poco a poco de mi cuerpo.

Quizá sea éste únicamente de dulce empatía, un deseo desesperado de amistad, un instinto fraternal de protección, puesto que vi en su persona lo que hace tiempo en mi escritorio está escrito, mi palabra se encuentra en ella hecha carne, el personaje que creó mi mente está en esta mujer existiendo.

Es mi reflejo, pues su vacío es el mío, su tempestad la que siempre habitó en mi pecho, y nuestra cárcel es la vida que otros nos impusieron.

A veces la contemplo paseando por el pueblo, entre sus jardines se pierden mis ojos, se difumina con el color del paisaje, y noto como en toda mi obra su ser se esparce. Porque ella es mi yo joven y femenino,  es una diferencia de mi constante, se halla en mi pluma mientras camina solitaria y pensativa por estas reales y vetustas calles.

Hoy soñé que de sus homoplatos brotaban vigorosas alas, que frente al espejo se veía al fin desnuda tal cual es de rebelde y de salvaje, poseedora ella de un alma tan bella que no puede más que reflejar un espíritu noble, y la despedí de este modo desde el balcón de mi cuarto, ese que se encuentra ahora vacío sin su envolvente esencia.

Entonces es cuando levanté mi mano esbozando en mi rostro una sonrisa, pues con felicidad y tristeza comprendí que en este momento ella era libre, y que así se debería mostrar, pues voló al traspasar la irrealidad de mi texto, que sin su realidad estará plasmado siempre en un papel muerto, en uno sin ninguna importancia, uno que se esconderá en el cajón del olvido, y así se mantendrá perenne en él, así estará unido eternamente a mi alma.

Escrito el 27/05/2014.

EL CORTO

Brotan imágenes desde el ordenador hasta mis pupilas, recorren un camino que yo mezclo con el licor de mi escritura, y una voz se apropia de mi pensamiento, dice palabras que me son tan familiares que podrían sin hacerlo salir de mi pluma…. Porque desde que nací me enseñaron la individualidad de mi persona, pero a la vez ella se siente como multitud de ellas; la que odia y la que ama, la que ríe mostrando su melancolía, la mediocre que jamás creerá ser brillante, a pesar de que alguno así con su razón lo considere.

Soy un ser ajeno que sueña su vida, que nota sin comprenderlo del todo cómo está muerto. Oigo en el mercado ruido y silencio, trasiego de un capital al que no quiero pertenecer, con el que convivo, por el que lucho para poseer mi propia parcela, tal como hicieron mis padres, cuyo sudor me sacó adelante, como lo hicieron los suyos para cumplir su proyecto, del que yo soy ahora la cúspide, la culminación de sus callos y de su esfuerzo.

Mundo de incomunicación, estatuas ante mi voz pausada, que no grita porque no puede, pues sería despreciada como la libertad de mi alma.

Me encuentro en frente de una burocracia que no entiendo, leyes que revuelven mi enfermizo estómago, puesto que soy un individuo que sólo desea expresarse por medio de este arte, aunque veo el mundo que lo rodea contaminado y sin sentido. Por ello ruego ser algo más que ser un mercenario del papel en blanco y la letra vacía, cuyo triste y único valor estriba en la moneda del prosaico.

Ante esto me lavo las manos, me olvido de mi y del universo, soy un ser sin esperanza, un hombre falto de ilusión que observa como sus padres comen y callan, entreteniéndose como están los dos con el juego de su lamento.

Más incomunicación, entre ellos y yo, entre mi persona y el mundo. Retorna el aburrimiento de vivir, me ahogo en esta existencia en la que me escondo a través de un rostro impasible, que busca en otros su motivación, que desea aprender sintiendo y mostrando emoción, ya sea ello para mal o para algo que le impulse a ser mejor.

Sociedad joven convertida en adultos inertes, y yo quiero en ella tantas cosas….

Quiero amar a esa mujer que pisotea mi sentimiento, necesito respirar aire puro, poseer entre mis manos algo bello, pero frustro todos mis sueños, como hicieron antaño aquellas personas a las cuales conozco, pues soy sin remedio un espejo de ellos.

Escucho sermones en los que no creo, peroratas de salvación, gente que proclama un mundo justo, y descubro que en ello no tengo fe, mire a donde mire sólo vislumbro un desierto, y yo, figura ingenua e impotente, me encuentro en su inmensidad, sin saber jamás hacia dónde debo guiar mis pasos, sin entender nunca dónde terminarán.

Apago la pantalla que ahora se halla en oscuridad, contemplo lo negro de mis pensamientos, y siento el deseo de continuar en la lucha, necesito renacer en el alba, descansar ahora en este ocaso, para poder mirar con dignidad al sol en la próxima mañana.

Escrito el 26/05/2014.

POEMA I.

El siguiente texto está escrito a dúo, no tiene título, puesto que la mano que lo concibió no se lo puso o no me lo dijo, y yo con humildad y respeto no me atreví.

 

Su autora principal se llama Ana Belén HERNANDO ESPADA, la idea y realización del bello boceto que lo ha inspirado son suyos, este servidor únicamente le dio un toque propio, como la ensalada ya realizada en su conjunto a la que se le deseara dar un toque final.

 

Mi agradecimiento es para ella, por permitir colgar en mi blog lo que es en esencia suyo, y por recientemente denominarme como amigo.

 

Con mi total aprecio y comprensión.

 

Daniel SANCHEZ MARTIN.

 

Acuchillarme,

una y otra vez,

para así dejar un reguero de ti,

pozo con sed,

agua que eres de ceniza,

madre que me dio la vida.

Podrías sentir mi presencia junto a la tuya,

en este espejo que refleja mi impotencia e indisposición.

En un intento de amarte quizá desesperado,

te permitiría lamer mis dolorosas sienes,

pues estamos las dos cogidas de la mano,

en esta eterna ceremonia de muerte.

Pudieras hacerlo así,

continuar notando mi cuerpo de esa manera,

como si él no hubiera crecido,

como si mi alma aún estuviera en espera.

Soy ese idéntico embrión que en tu vientre se hospedó antaño,

cuyo pecho siempre pugna aunque se encuentre lleno de duda,

ya que no sabe si abandonar un baile que no tiene sentido,

o continuar buscando ese idílico vals

que inunde su rumbo de pasión y de ruido.

Constante repetición,

ley que nadie escribió,

retorno sin fin,

volver de nuevo hacia ti.

Avanzo otra vez,

escalo con esfuerzo a aquella arista,

una que forma parte de mi,

que se encuentra presente en mi travesía.

Y mientras,

te estiras y te contraes,

derramas una de tus raíces,

sellas mis temblorosos labios,

acallas el clamor de mi boca.

Me encomiendo a un imposible,

me observo como una necia imposibilitada,

que cierra de un golpe su puerta,

que no sabe si la abrirá en el alba.

Y me atrapas,

otra vez estoy amodorrada entre tus brazos,

inclinada en tu suave costado,

amarrada a tus fuertes lazos.

Baila el aroma del rencor en mi saliva,

que por momentos recupera su agrio sabor de acero,

y noto cómo me recorre el odio por dentro,

la sangre que fluye y quiere escapar por alguno de nuestros huecos.

Sentir mientras tanto cómo me zarandean,

cómo de su danza ritual me empujan y me atraen,

sin entender muy bien el porqué mi mente ante esto especula,

pues ardiente de emoción desea de ello participar a la vez que se niega.

Porque un grito hay en mi cabeza,

no sé si es amor a esta vida o carencia de ella.

 

ANA BELEN HERNANDO ESPADA Y DANIEL SANCHEZ MARTIN.                                                                                25/05/2014.

EN ÉSTE EXISTIR.

Qué importa el papel que está en blanco,

qué la tinta hecha texto en él,

el dinero que tienes guardado en el banco,

las posesiones que tú puedas o no tener.

 

Y qué me dices de aquella libre golondrina yerta en el parque,

los que descansan en el cementerio en ilusiones no creen,

cansancio lleva mi rostro como un fiel estandarte,

lágrimas inservibles en su melancólico querer.

 

A lo lejos resuenan campanas,

avisos con perfume falso de hiel,

en este momento queda helada mi alma,

mi rezo desde ahora carece de fe.

 

Qué fútiles las aspiraciones propias

si de esa agua tu boca no tiene sed,

el torrente que estropea la acacia,

llegar sin alegría hasta la triste vejez.

 

Qué más da el brillo de éste amanecer,

y tu macabra pistola en este entierro,

aunque le brindes con ella una salva a él,

todo ser que vive sabe que lo sepultaron lo mismo que a un perro.

 

Pienso que lo único que necesita mi cuerpo de vez en cuando es respirar aire puro,

sentir una brisa suave y agradable en la cara,

y poseer la dignidad suficiente en el mundo,

para que nadie jamás pueda acallar mi habla.

 

De este modo lograré en mi caminar resistir,

ya sé que tendré en él una perpetua lucha,

cuando mi desgastada fuerza llegue a su fin,

saludaré sonriendo a una muerte que a mi descanso no asusta.

 

ESCRITO EL 23/05/2014.

CARENCIA DE FE.

Mi normalidad despreciada,

desterrada a un lugar imposible,

vuestra mirada que sólo ve lo que quiere,

desahuciado mi entendimiento,

ya que aposentáis una cerrada mente.

 

Me piden sin dar,

al que presumen más débil es el más fuerte,

intento respirar,

cada día me ahogan más intensamente,

de mi boca brota sangre,

sufrimiento de mis sienes.

 

Siempre sed de libertad,

ausencia eterna de ella.

Te piden que creas palabras,

que sonrías en tu presente,

pero hechos no realizan,

ni lo intentan tan siquiera mostrándose ruinmente.

 

Consejos deshonestos,

en nihilista me he convertido,

incrédulos se volvieron mis ojos,

porque no entienden la desconfianza del resto.

 

Sé que ni lo hacen ni lo harán,

nadie jamás apostó un dólar por mi,

la vivencia propia es demostrar,

esperaré lo mismo de ellos en mi existir.

 

Mi verbo dejará de hablar,

nunca mentará su desdicha,

mis ojos lágrimas podrán reflejar,

intentaré que nadie se posicione por encima.

Sociedad ignorante,

familia carente de fe,

no me pidáis nada,

pues como un ser inútil me veis.

 

No os coloquéis medallas en mis triunfos,

ni se os ocurra llorar si desfallezco,

haced lo mismo que hacéis ahora,

desconfiad por completo de mi actitud valerosa.

 

Tratarme como a un desgraciado,

pues esa es la raza que este mundo me ha asignado.

 

En soledad se encuentra mi alma,

lucharé contra todos vuestros pensamientos,

jamás os volveré a pedir nada,

esperaré lo mismo de la falsedad que mostráis en determinados sentimientos.

 

Ni empatía ni ayuda de nadie recibí,

tan sólo su limosna,

aún así, aunque a lo mejor debiera,

la misma moneda nunca os ofrecerá mi persona.

Escrito el 21/05/2014.

SIN AVANCE.

Ardor en mis sienes,

fuego en la boca,

silencio que escucha,

grito de angustia,

melancólico improperio,

horror en mi pecho.

Sarna convertida en espuma,

odio brotando a cascadas,

lágrima sin posible consuelo,

esperanza a la que le falta el alma.

Ciudad odiada de esfinges,

inercia transitando sus calles,

mentira a la vista de todos,

perfume de sus rincones,

habladurías sinsentido,

difuso horizonte.

Ocaso en cada amanecer,

cárcel que con el tiempo crece,

padre que no permite ser,

pobreza en mi bolsillo y mi mente,

impotencia de un cambio,

tristeza que pocos entienden.

No vivir en su brisa al respirar,

sentir que el latido se escapa,

por alcantarillas de bronce,

el tercer puesto en una familia que nadie reconoce.

Rata inútil,

insecto Kafkiano,

voluntad de loba en el Tajo,

abismo sin fin de espera Beckiana.

Más intentos a lo Osamu no pretendo,

mi cuerpo no querrá retornar a ellos.

Mi garganta se asfixia,

su mundo no existe,

yazco en esta hierba muerta,

soy frustración constante,

soy deseo perpetuo de no existencia.

Escrito el 20/05/2014.

 

REFLEXIONES MUNDANAS SOBRE TEMAS DIVERSOS X.

EL PODER DE LA PALABRA.

En nuestra historia han existido gran variedad de oradores, entre los más conocidos seguro que se encuentran Cicerón, Hitler, o Gandhi…. Son personas cuyo mensaje alcanza una esfera casi de poder divino, que es capaz de mover e impulsar la voluntad de otros seres humanos, miles de ellos, a creer en algo, a luchar por un mismo fin, el del ideólogo, cuya palabra les envuelve y les atrae, por la aparente o real honestidad del que la representa.

Lo dicho es considerado la verdad, gracias al influjo de ese líder cuyo mayor don es transmitir, se convencen de que ese discurso es lo que se quiere alcanzar.

Todos conocemos el efecto placebo, que los pensamientos “negativos” pueden hundir en la depresión a cualquier persona, y por lo general solemos cuidar estos elementos, tomando medicamentos cuya máxima utilidad es la moral, y reformulando pensamientos para convertirlos en positivos. Por este motivo ¿por qué no pensar que el lenguaje se encuentra a este mismo nivel?, por lo tanto no debemos descuidarlo, pues es por lógica, una arma igual o más efectiva que una invención que te hace tener fe, o que un traslado de ideas, teniendo en cuenta que dicha idea es creada a través de la palabra.

Sin embargo, no se debe olvidar que dónde está la solución está la trampa, he ahí la necesidad de mantener un planteamiento coherente, sosegado, razonado y realista. Si te dedicas a expresar únicamente lo que la mayoría de la gente quiere oír, lo que les es agradable a sus oídos, pero que aún siendo una alternativa, seguramente se halle alejado lejos de su realidad, normalmente hará que tu discurso no sea efectivo por mucho tiempo en el mejor de los casos, y en el peor se tornará contra ti, pues ante el engaño o la media mentira, esas personas que creyeron en tu mensaje caerán en una profunda decepción, poniéndote el apelativo de farsante. Miren si no el estado de descrédito de la política actual, que crea sociedades depresivas, cada vez más carentes de ilusión.

Por ello lo que siempre hice y haré, es intentar llevar como bandera la sinceridad, expresar la realidad que veo, esa que a menudo es triste y cruel, pero no para caer en el pesimismo, si no para plantear una pregunta que considero primordial.

Con esto que hay, ahora…. ¿Qué podemos, pretendemos, y deseamos realizar?.

Si la respuesta a esta cuestión es vaga, nadie la creerá, si es contundente, tendrá que guiarla el esfuerzo y la honestidad.

Una voluntad fuerte no se sostiene sólo con palabras, el sujeto que las oye o las pronuncia tiene que tener una fe profunda en ellas, y día tras día con sus actos deberá cuidarlas.

Escrito el 19/05/2014.

 

EN ESTOS MARAVILLOSOS DÍAS.

En esos amaneceres plenos de esperanza, en los que como un ciego enamorado voy a Madrid, estando aún cuando regreso a mi hogar presente tu cuerpo, con su canto y tus caricias que como un latir indeleble se aposenta en mi rostro.

En las tardes de paseo en las cuales me coges de la mano. Tú, que eres mi amada de pelo largo, tú, que siempre fuiste mi amor de cabellos canos. Las dos me enseñáis lo que es algo bello, lo que es realmente una mujer y ese profundo sentir que fue desde mi niñez un deseo, ese que en mi pecho noto hoy sin saber muy bien el porqué, y que es para este ser un totalmente inusual, extraño y maravilloso sentimiento.

En esas noches de soledad en la cama, en ellos añoro el ardor de tu boca, y también el hermoso regazo que meza con dulzura los temidos sueños, los que me sobrevienen si a vosotras al lado no os tengo. Ya que por ti, salvaje pasión, por ti, bondad maternal, por vuestro aliento y comprensión, me convierto en el más valiente guerrero.

Pues al contemplaros juntas con mis propios ojos, una amplia sonrisa nace de la comisura de mis labios, porque para mi sois la luz y mi guía, esa que no permite que me abandone a mi suerte, que me hace esforzarme día tras día, para que sea mejor en su tránsito mi alma y mi vida.

A ti, que te deseo, y a las dos, que con honestidad os adoro, porque una me tuvo creciendo en su vientre, y la otra constantemente habita en mi corazón y mi pensamiento.

Por eso estos días de ensueño, mi gratitud por esta existencia os debo.

A ti, porque te amo, y a ti, porque te quiero.

(Para Mª del Sagrario y Marisa)

Escrito el 18/05/2014.

REFLEXIONES MUNDANAS SOBRE TEMAS DIVERSOS IX.

LA PROBLEMÁTICA EXISTENTE ENTRE EL SER POSITIVO Y EL SER IRREALISTA.

Ultimamente el término » positivo » es mencionado en mi entorno constantemente, me dicen que carezco de dicha cualidad o postura, por lo que les voy a mostrar que esta palabra es mucho más compleja de lo que muchos creen, inclusive puede que este texto se oponga a la idea que usted tenga de este concepto, si no en su totalidad al menos en parte, pero le invito a que lo lea detenidamente, de este modo podrá entenderme mejor.

Etimologicamente voy a presentar lo que la RAE dice sobre él, obviando su significado filológico, físico, fotográfico y matemático, no útiles para este caso, carentes de importancia en esta explicación.

La RAE nos ofrece los siguientes significados:

1- Cierto, efectivo, verdadero y que no ofrece duda.

2- Por oposición a negativo, se aplica a lo consistente en la existencia y no en su falta.

3- Que es útil y práctico.

4- Dicho de una persona: busca la realidad de las cosas o su aspecto práctico.

5- Se dice del derecho o ley divina o humana promulgadas, en contraposición principalmente del natural.

Hasta aquí estamos de acuerdo, puesto que estos son sus auténticos significados, lo que nuestra lengua con el tiempo determinó.

En este momento les voy a exponer el porqué mi actitud, a pesar de parecer o ser triste y melancólica, es en extremo positiva.

Con respecto a los puntos anteriores y a modo de respuesta:

1-  Siempre he buscado la realidad, lo que hay de cierto en ella, y está puede ser en esencia cruel o no, quizá para algunos es maravillosa y para otros horrenda, por esto intento informarme, estudiar filosofía pensé que me ayudaría para este fin, lo realizo para abrir mis ojos al mundo, y así ser más claro en mi punto de vista, pretendiendo de este modo ser lo más efectivo en mis razonamientos y no crear dudas, alegremente esto nadie lo conseguirá nunca.

2- Apelaré mientras viva a la lucha individual, a que cada uno se mantenga dignamente en esta existencia, sea cual sea la situación o el estado propio, renegando así de una muerte a la que en alguna ocasión he tenido de frente.

3- A este apartado haré una única pregunta, ¿qué es más útil? preocuparse de las cosas a la vez que ocuparse, o evadirse de todo, decir que aquí no pasa nada, y que hay que vivir como dice el tópico la vida, que son dos días.

4- Lo dicho, a pesar de que una realidad sea oscura hay que afrontarla de tal forma que cambie la tendencia para que vaya a mejor, y esto no se consigue solo con una sonrisa amable y bellas palabras, a veces hay que utilizar la seriedad y el rigor, la honestidad y la lucha.

5- Este punto me ofrece el máximo respaldo a mi reflexión, en mi batalla personal se encuentra el llamamiento al derecho legítimo de la dignidad del ser enfermo y marginal, tanto ante Dios como ante la tan a menudo injusta sociedad.

He ahí el porqué de mi positividad, siendo lo que promulgan otros como tal, un estado irreal.

Yo intento mostrar realidades que conozco, para así intentar empezar desde ahí a construir y romper barreras, las propias y las ajenas,  dichas realidades son a veces inhumanas, podría llegar a considerarse alguna existencia enseñada como sádica, pero pienso que haciéndola visible me ocupo de ella, muestro lo que hay, por si existe gente a la que le interese, personas que no deseen cerrar sus ojos ni torcer su mirada hacia cosas más amables, aunque quizá también más triviales y sin sustancia. Con esos elementos pueden actuar y ayudar a mucha gente que necesita su apoyo.

El ser irreal es el que cree que todo lo que acontece en esta vida es justo, que es así porque así tiene que ser, también está el que no sabe afrontar sus problemas, deseando evadirse, que le cuenten quimeras, y discúlpenme si se ofenden, pero nunca se hallará ningún rastro de positividad en ellas.

Muchas veces una sonrisa aderezada con palabras amables es más falsa y negativa para el ser humano y su entorno que una tristeza llena de sincera empatia poseedora de una sensibilidad activa y valiente.

Tan sólo espero que lo escrito les haga comprender que me pueden tildar de personaje triste y melancólico,  pero al mismo tiempo deberán añadir que soy positivo, ya que mi alma hacia ello es y será fiel eternamente.

Escrito el 16/05/2014.

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EPÍLOGO.

Yo no escribo por mi, lo hago por aquellos que no tienen voz, por los que no pueden expresar la profundidad de su sufrimiento, ni su melancólica tristeza, ni la inmensa soledad que les rodea.

Siempre apelaré a la lucha propia e individual de cada individuo, la que debe realizar, no por ninguna moralidad adquirida, sino por la comprensión de que esta vida, a pesar del infortunio y todo el sinsentido que pudiera aposentar, es y seguirá siendo bella, solo hay que tornar las circunstancias de cada cual para conseguir una realidad más amable,  una que descubramos con un sutil brillo y un toque aunque sea leve de esperanza.

Porque otro mundo es posible, costará mucho esfuerzo cambiar el instaurado, por eso nuestra batalla debe realizarse en él.

No dice estas palabras alguien ajeno al caso,  desvinculado de la enfermedad mental, sino una persona que la padece, una que soy yo mismo y que gracias a mi lucha individual y constante,  no exenta de algo de apoyo farmacológico (indispensable), así como terapéutico (necesario), voy logrando llevar una existencia normalizada, tanto laboral como sentimental,  realizando estudios a mi ritmo, y consiguiendo disfrutar de todas esas pequeñas y grandes cosas que nos ofrece la vida y que únicamente podemos descubrir si permanecemos en ella.

Seguramente me vean a menudo con un rostro y una actitud triste, quizá sientan los que están a mi lado mi preocupación,  pero esto es porque no soy ajeno ni me evado, debido probablemente a mis propias circunstancias y a mi sensibilidad.

Podría callarme ante lo que observo, esconderme por miedo a ser señalado,  pero siento un impulso que me guía a hacer lo que hago, pues en mi camino tomé la determinación de ayudar a esos seres marginados, seres humanos que tienen menos suerte que yo. Porque pienso que mientras haya gente que realmente se preocupe por ellos no estarán solos, esperando que en mi humilde voz se encuentre la suya, y que jamás se sientan defraudados por este proyecto de autor que intentará escribir mientras dure su eternidad con su pluma sincera y con su alma, sin ningún pudor al mostrarla.

Escrito el 16/05/2014.

LOS IMPEDIMENTOS.

Sentimientos de amor y odio, aposentando en mi corazón poca ilusión y escasez de esperanza, aún así continúo luchando, es lo único que me queda en este mundo a veces cruel e ingrato.

Me encuentro en un jardín vigilado, tras unos muros que nos separan a los pacientes de lo que se considera normal, de lo que no se entiende como una mente con enfermedad. Sin embargo, miro a mi alrededor y no me reconozco, veo en los míos saliva cayendo por la comisura de sus labios, contemplo cómo caminan pareciendo zombis sin rumbo, ni vital ni casi humano, y con lo que tengo de sensatez me pregunto ¿serán tan conscientes como yo lo soy de lo que les sucede?, ¿se parecen los demás a mi en algo?. Olor a lejía proviene del pabellón, y yo me siento ajeno, desterrado de lo enfermo, al igual que de lo sano, y no hago más que cuestionarme qué soy, hacia dónde voy.

Tengo trabajo, uno que casi por piedad me otorgaron, no hallé en lo laboral otra elección. Fui tratado al principio por muchos como un estúpido, algo inútil, sufrí ante ello tanto que estuve a punto de abandonarme a mi suerte, mas aunque el dolor me atenazaba al estar allí, con un inmenso esfuerzo y contención logré resistir.

No hay orgullo en mi pecho ante ello, sólo profunda tristeza, porque observo siempre el cuestionamiento hacia mi persona. Comprendo que mi vida siempre será demostrar, y aún así poca gente se fiará de lo que soy, a cualquier síntoma de nervios apelarán a una enfermedad, sin llegar a saber lo que en esta vida tengo que constantemente soportar.

Pues poseo un sueldo que no me permite pagar un alquiler, no encontrando otra solución que vivir con unos padres que a mi  edad no se dan cuenta que me asfixian, porque me siento tratado todavía como un niño, alguien al que jamás le permitirán crecer. Es entonces, cuando delante de esta pared su piedra a cabezazos deseo romper, no porque me entre un arrebato de locura, ni porque sienta de repente una violencia descontrolada, sino porque noto como la sociedad me desprecia, sin llegar a entender muy bien el porqué.

En algunos amaneceres, cuando contemplo mi rostro en el espejo, odio a ese ser que se refleja en él. No obstante aquí sigo, siendo esto una muestra de amor propio y de lucha, quizá esa dura roca que es la vida mi pensamiento con su constancia rompa, o quizá ella lentamente me destruya, es lo que queda por descubrir en mi historia.

Ajeno a este mundo, diferenciado del otro, disidente de lo conocido, así se siente mi ser, lleno de unos impedimentos que si se borrase un diagnóstico seguro tenderían a desaparecer.

Sociedad esclava, gente con prejuicios, eso es lo que día tras día mis ojos con melancolía comprueban y ven.

Escrito el 15/04/2014.

AL TRASPASAR SU OSCURIDAD.

En una mañana tórrida de pleno mes de agosto, se oían plañir unas campanas surcando el viento, preparándose para el que algunos presumían un solemne acontecimiento.

El novio, esbelto, alto y bien parecido, esperaba a la entrada de la iglesia. En la lejanía y acercándose cada vez más, un carruaje nupcial transportaba a una mujer de radiante y blanca vestimenta, pulcra en apariencia. Mientras, un buitre sobrevolaba las inmediaciones de aquella serranía.

Los inocentes zagales reían al intentar alcanzar con sus manos a unas huidizas palomas, que recelosas siempre escapaban.

Ayudó el galán sosteniendo con su palma levemente la palma de la astuta novia, para que ésta descendiese las escaleras de aquel lustroso y vetusto vehículo. Entonces se pudo oír el relincho sosegado del caballo al ver como se alejaba la pareja.

En la iglesia, un rosetón que se encontraba en uno de los fondos, dejaba penetrar un haz de luz multicolor que se reflejaba en un suelo de mármol recién pulido y en los bancos de madera en dónde  se congregaban aún sin sentarse los invitados.

Se encaminaron al paso del himno nupcial al otro extremo de aquella estancia, que contenía clavado al altar un cristo crucificado sencillo y bello. Las notas musicales llenaron de melancolía el sentimiento de los solteros allí presentes, y de nostalgia a los que ya fueron desposados hace tiempo.

En el sermón se habló del amor, de compartir una vida en el seno de la bondad y la cristiandad. Sin embargo, él se encontraba ausente, se hallaba en un lugar indeterminado de su mente.

Entonces al escuchar las palabras “quieres a esta mujer por esposa” se estremeció su cuerpo. Ella le sonreía impaciente, el silencio recorrió la iglesia que parecía en ese momento un sepulcro. Se dio cuenta en aquel instante de que el sentimiento hacia ella jamás existió en su pecho, que ahora latía tranquilo.

La miró a los ojos traspasando la oscuridad de su alma, se volvió hacia su anciano padre y al momento tornó sus ojos a la cruz. Finalmente, fijo en el libro Sagrado, espetó un “no” que resonó con ímpetu en la bóveda y en el corazón de la amiga que se hallaba escondida, pues siempre pretendió ser más, porque realmente le quería, soltando sin poder reprimirse un suspiro de alegría.

Él cruzó la estancia mientras todos le observaban incrédulos, y dejó el odio personificado plantado en el altar.

Al salir, abrió sus brazos exhalando aire libre, y contempló cómo las palomas se elevaron para, en un esperanzado intento, alcanzar el cielo.

Escrito el 14/01/2014 reescrito y publicado el 14/05/2014.

 

LA GUERRA.

(Este texto está dedicado a todas las guerras, las bélicas y las que acontecen en toda existencia, porque están llenas a veces de un sinsentido, porque en ellas hay que aposentar siempre la esperanza de sobrevivir, a pesar de la dureza de sus embestidas, porque hoy más que nunca este autor aprecia lo que es vivir, y da las gracias a aquella persona principal que le ha dado la vida. Porque siempre estaremos juntos en todas nuestras batallas, tan sólo ambos tenemos que querer vencerlas)

 Era un niño de cinco años, y unas imágenes se grabaron para siempre en mi memoria.

En ellas vislumbro una barricada construida con sacos de arena, tras ella un hombre retorciéndose en el suelo, con una mueca grotesca en el rostro daba alaridos de dolor, junto a él otro, apenas un adolescente que empuñaba un fusil entre sus manos, su expresión reflejaba la palidez del pánico. Vi como dejó el fusil a su lado en el suelo, y se levantó temblando con lentitud haciendo lo propio con sus brazos, al instante gotas de sangre tiñeron el cielo, y comprendí que la metralla en aquel momento le arrebató la juventud y su alma.

Corrí a través de esa calle en dónde hacía apenas un mes jugaba con mis compañeros de clase a la pelota, tropecé y caí al duro asfalto, al levantarme descubrí la cara de un amigo de la infancia, un ser inerte, un testigo de aquel horror que había sido perdido para siempre.

Ruido de disparos, gente apresurándose de un lado para otro, personas aturdidas en esta ciudad sombría de humo y escombros, lugar de historias sin vida. Aquí el olor te hacía tener arcadas, la visión caer en la cuenta de lo que es el terror, tras la esquina apareció una escuadrilla de soldados del bando contrario al mío, eso era lo único que sabía de esta guerra que no creé yo.

Uno de ellos me apuntó con su pistola, sentí un golpe a mi espalda a la vez que oí el estruendo del salir de una bala, sangre brotaba entre mi pecho y el de mi madre, que me abrazaba y me cubría dándome susurros de aliento mientras transcurría aquel día interminable.

El cuerpo que me dio la vida, con su valentía también me la salvó, los dos en el hospital de campaña sobrevivimos a la muerte en aquella ocasión.

Ahora que soy ya un anciano, que comprendo que aquella como muchas locuras no sirvieron para nada, pongo flores en la tumba de la persona que fue por mi de entre todas la más amada. Aquella que estuvo junto a mi muchos años, a la mujer que me otorgó el más preciado regalo.

Escrito el 13/05/2014.

SENTIRSE AFORTUNADO

Por un viaje, por un reencuentro.

Después de un mes y su tiempo, no escaso de nerviosismo e incertidumbre, de confidencias en la lejanía y la frialdad de un teléfono, sin vernos el uno al otro frente a frente, dándonos cuenta de lo que nuestro mutuo pecho sentía, sin poder besarte por la noche, sin pretender acariciarte al aparecer el día.

Mas allí estaba ella, espléndida y radiante, morena extranjera conquistadora de la patria de mi felicidad, carcelera del deseo, de mi admiración constante, flor que oculta una mayor belleza en su interior que en lo hermoso que a toda vista sobresale.

Caminamos juntos entre el bullicio y la gente, en un Salamanca monumental, que con su embrujo nos abrigó, nos acurrucó en un sueño, haciéndome sentirme pleno, sorprendiéndome ante cualquier reto valiente.

Vetusta piedra, calor que juega con dos amantes, en la ciudad que para ambos se convirtió en eterna, que en su memoria será un recuerdo de su unión en ese instante.

Al verse aterrizar el ocaso, la más maravillosa dama ante mis ojos, esa dulce esmeralda que me otorga esperanza, la cual disipa completamente mi melancolía, entra en el romántico restaurante que elegí, un lugar de ensueño, al que galante y complaciente la llevé. Jazz envuelto en luz tenue, miradas cómplices, manos un poco sudorosas, pues me encontraba ante la única mujer que ha conseguido sacar un te amo honesto y maduro de mi boca.

Mas tarde suspiros y abrazos, espera en el lecho al alba siguiente, para volver a la rutina de la existencia, para regresar por su ausencia al solitario hogar, para retornar a la vacía y gris ciudad, cuyos muros me alejan de ella  corporalmente.

Sin embargo, hoy me siento el más afortunado de todos los hombres, gracias a esta mujer de exótica belleza, que sus maravillas lentamente me muestra, y cuyo sentimiento me hace encontrar un respiro en mi larga senda, la que como todo humano he de transitar.

En este momento otorgo mi gratitud a esta vida, que me dio tantos golpes, pero a la vez alguna bondadosa caricia, y la suerte de tener a unos familiares que comparten mi hasta ahora inusual alegría. Esa que invade mi alma, y que hace que al fin este humilde servidor comprenda lo que es en este mundo el amor y su arte.

 

Escrito el 11/05/2014

PENSAMIENTOS DEL AYER Y DEL HOY

El era un tipo descreído de Dios, de pensamiento mundano y nihilista, pleno de hastío se sentía ante la vida. Por lo demás, tenia un carácter reservado y taciturno, paseaba por las calles de Madrid, esa ciudad que se le antojaba llena de vetustos escombros y de inhóspitas madrigueras en donde se ocultaban las más inhumanas bestias.

Todo era decadente, retorno hacia un pasado castizo que desaparece, que huye con el tiempo, que sufre su propia tempestad en la fría intemperie.

Un día, sin nada que hacer en especial, la encontró a ella, sentados uno frente al otro en un café, con sus ojos contempló como hipnotizado su exótica belleza. Aquello le deslumbró, y su pecho comenzó a latir, pues ante ella cayó presa.

Quedaron otra vez, una tarde que era para él de desasosiego y de escasez de descanso. Se dejaron llevar, y la luna les vio pasear por la Calle Mayor, testigo de aquel fulgor que apareció , fue un gato solitario.

Cerca de allí, el primer beso, el primer abrazo, al lado de la iglesia de San Miguel, la cual no se ruborizó, sino que pareció mostrar con complicidad una amplia sonrisa ante la sinceridad de aquel acto.

A partir de ahí empezó a soñar, ya que junto a ella alcanzaba el cielo, y se atrevía a jugar en lo alto, con las lejanas hasta entonces estrellas.

Después entre los dos un paréntesis en el reloj, y una despedida que lo pareció, pero que afortunadamente no se convirtió en eterna.

Al retorno nervios, caricias y pasión, locura con control, y al fin la consolidación de lo que era en su corazón un mutuo deseo. Gracias a su amor él empezó a creer, sin saber aún muy bien el porqué, en un sentimiento compartido entre un hombre y una mujer, algo que descubrió que era bello.

Ahora se les puede ver a éstos enamorados viajando a Salamanca, ella duerme junto a él, que intenta torpemente escribir, lo que esa mujer significa en su e existir y en su joven alma.

Mas en el papel sólo se halla una palabra, esta es amor, y con su total devoción, a la que se despierta en este amanecer a su lado, con alegría se la dedica, y con ilusión en los labios un beso la otorga.

Escrito el 09/05/2014.

TE DEBO LA FELICIDAD DE TENERTE.

Por la canción que en la niñez tu dulce voz me ofrecía, aquella melodía del gato grande, la que fue mi primera enseñanza de lo que era la sensibilidad y el poseer arte.

Por las noches de sufrimiento, las lágrimas compartidas, y la valentía que nos mostramos en toda forzosa partida.

Por lo que juntos hemos superado, y por lo que a ambos en ésta existencia nos falta aún por hacer.

Porque me rogaste en el pasado que luchase, yo te pido en el presente lo mismo, ya que no quiero que jamás ni tu mente ni tu cuerpo se dejen vencer.

Ahora debes saber que todos los días mi corazón escribe una poesía, una que en el papel nunca se ve.

Ella es la más bella que fue por nadie escrita, y sólo aposenta un sincero sentimiento, que es el del querer.

Siempre tengo en mi pensamiento aquellos árboles, los que en la enfermedad de tu mirada perdiste, en mi deseo está el anhelo de que jamás los tengas que dejar de ver. Eso significaría la ausencia para ti de los hospitales, y victorias conseguidas, los que estamos a tu lado a lograrlo te vamos a ayudar a ello, con lo que cada uno tengamos que hacer.

Y no dudes de tu presencia constante en mi pecho, en los abrazos que a veces no nos damos, y en la mente de este humilde ser humano, al que aún le falta en muchos aspectos que crecer.

Mas ahora debes saber que todos los días mi corazón escribe una poesía, una que en el papel nunca se ve.

Ella es la más bella que fue por nadie escrita, y sólo aposenta un sincero sentimiento, que es el del querer.

Porque en las mañanas de dolor, sintiendo preocupación y fatiga, mantienes en tus labios una sonrisa, y en el aire una canción.

Que lo malo se lo lleve al Diablo el viento,  que tu me enseñaste con tu ejemplo mi alegría, tener una perenne fortaleza, y aquello que un auténtico sentimiento es.

Y es por eso que todos los días mi corazón escribe la más bella poesía, ella en ti en cada uno de ellos se inspira, pues en esta vida sentir tu amor es lo que hace que permanezca intacta mi Fe.

Escrito para mi madre.

08/05/2014.

UN MUNDO POR DELANTE.

Una tarde soleada de primavera, en un diferente hogar de una misma ciudad, al otro extremo de un caminar ajardinado, de un paisaje floreado y tranquilo, ese que como un sueño es a menudo considerado.

Una urbanización ajena al ruido, solitaria al bullicio, plena de paz y sosiego, allí se halla entre otras esta familia, la que inicia junta un eterno vuelo.

En su seno habitan hasta esta hora tres miembros, puesto que otra nueva luz se acurruca a la espera, dentro de poco podremos contemplar su estela corretear por el campo cercano, pues empezará con su brillante palpitar a dar guerra y felicidad a cuantos le rodean.

Un perro con rastras me da la bienvenida, miedoso en el primer instante ante mi presencia, el otro se muestra cauteloso, observa y olfatea el olor de aquel extraño, la que le atrae de él la suave brisa.

Lugar acogedor, en donde habita un niño de ojos vivaces, el hijo de un viejo amigo, con el que sin esperarlo me topé de nuevo en mi camino. Ahí está, cambiado pero igual, y me cuestiono cómo me verá su mirada, pues la mía se alegra del inesperado reencuentro con intensidad.

Ambos apreciamos juiciosamente el presente, el futuro no sabremos jamás que nos deparará, él consiguió una esposa a la que ama, y con su mutuo latir formaron un nido familiar. Una existencia estable, dentro de lo que es este mundo y su tempestad.

Cuando le observo con su hijo al lado, y le veo pasear con orgullo hacia la cercana acequia, mi corazón no puede mas que sentir una sensación sana de envidia. Pues en mi se halla ese secreto deseo, ese proyecto de amor y de temor, ese que sólo provoca la querida paternidad.

Soy consciente que a nuestros pies se encuentra el agua que se llevará lo malo que vendrá, ya que lo bueno en lo profundo del alma permanecerá.

Mi antiguo compañero me expresa su intención de otorgar a ese ser que recién empieza lo que él pueda de libertad, procurando hacerle seguro de si mismo, ante lo que es el resto de la sociedad.

Después apareció un dragón que es un cocodrilo, y cuyo nombre es    ¨Cocá ¨, un balón llamado gol, y una sonrisa que fue producto de mi debilidad.

Al final llegó la despedida en el ocaso, con un beso de este niño lanzado al viento, uno que se aposentó con dulzura y candor en mi mejilla, uno que le devolví con mi sentimiento.

Él es un ser querido, cuya fisonomía y carácter crecen a cada instante, que descubre raudo lo que es su entorno, pues en su mente entra ahora la información a raudales.

Pensamiento inquieto, mantente así en el tiempo, ya sea en la lejana Alcarria, o en el en este momento pero no para siempre inmenso Madrid.

Tienes un mundo por delante, el tiempo te dará la sabiduría que en él necesitas, junto a los tuyos aprenderás a interpretarlo y conocerlo, y ten por seguro que tus padres sé que te ayudarán en esta vida y tu trayecto.

No le temas nunca a pesar de algún inesperado infortunio, pues de lo que nos ofrece debemos disfrutar, no decaigas en ninguna permanente tristeza, el sol de nuevo al siguiente día saldrá.

(Dedicado a mi amigo Luis Ángel y su familia).                                                

Escrito el 04/05/2014.

EL ESCRITOR INCESANTE

Nos encontrábamos sentados a la mesa cuando de repente levantó la mirada del plato, sus ojos desprendían un intenso brillo, como un nuevo fuego que en él era algo extraño.

Entonces subió las escaleras deprisa, dando trompicones a cada paso, no pronunció ninguna palabra, y se encerró solitario en su despacho.

Su única compañía en ese momento eran algunas hojas en blanco.

Aquella noche no pude dormir, estuve dando vueltas en mi cama, pues de su cuarto veía salir un hilo de luz, y algunas veces se le oía exclamar una expresión de alegría, aunque en otras se le oía gruñir con enfado.

Al nacimiento de otro nuevo sol  le subí el desayuno, pero no me quiso abrir la puerta, desde entonces decidí dejarle el almuerzo delante de la cruel habitación, la misma que se convertiría en su silencio y su prisión, en la huida de su talento y de todo pasado lamento.

De esta forma las Musas le mantuvieron durante cinco días sin apenas pegar bocado, así transcurrieron las mismas oscuras noches, en las que estuvo escribiendo sin tregua.

En el último me aventuré a cruzar el umbral de su guarida, de aquel sepulcro que se creó a sí mismo improvisando, la luz de una lámpara iluminaba su rostro, se hallaba tranquilamente sentado, tumbado sobre su escritorio, y comprendí que de esta manera al fin descansaba su cuerpo del delirio, mas descubrí con cierta tristeza, que su reposo sería al fin eterno, puesto que ni su corazón ni su olfato contenían ningún ritmo o cadencia.

Bajo la inerte mano, esa que aun empuñaba férreamente su pluma, fresca aún la tinta, había un manuscrito, folios de la leyenda que le consiguió arrebatar la vida.

Sin embargo, una mueca en los fríos labios reflejaba su alegría en la partida, dijo adiós con su mejor obra, se marchó por la puerta más grande, pues se largó de este mundo haciendo lo que él más amaba y quería.

Escrito el 02/05/2014.

CONOCIENDO A ALGUIEN EXTRAÑO.

Te veo caminar solitario y atento, a veces pareces pensativo, otras malhumorado, en ocasiones sonríes y me dejas desconcertado, puesto que no consigo discernir qué piensas, siendo ello un compendio de ideas que con suma complejidad se mezclan.

En tu corazón suele hallarse un sentimiento y su opuesto, un deseo intenso de escribir y al mismo tiempo de permanecer quieto. Quieres amar a esa mujer con la que te topaste de improvisto, y con anhelo la esperas, muerto de deseo por abrazarla, por sentir sus caricias, buscando ser su feliz cautivo mientras tu sangre corra por tus venas.

Sabes que en tu existencia se encuentra la tristeza y la pena, la alegría y la esperanza, y en esto la tuya es igual a todas las vidas, aun siendo tú tan diferente al resto de las demás personas.

Ayer mismo vi que ibas con un amigo, estabas montado en su coche, oyendo con él melódicas canciones, ambos recorríais la noche y su bruma, dejando la senda de vuestras preocupaciones aparcada en cualquier orilla, intentando escapar juntos del aire de la melancolía.

Sin embargo, al pasar al alba por tu barrio, te sorprendí dialogando con tu amada, mandando mensajes al lejano puerto en dónde se encuentra ella, la que es para ti la única y verdadera.

Ahora te observo sin más en tu despacho, escribiendo estas últimas líneas, sin darte casi cuanta de ello vas conociendo a alguien extraño, y poco a poco descubres al fin lo que es tu valía, y un sentimiento profundo de amor propio.

 

Escrito el 01/05/2014.