UNA HABITACIÓN EN SILENCIO

Me siento vacío, carente de espíritu,

y en la voz de mi pensamiento como único inquilino pernocta el silencio.

Mi faringe es gris piedra, el sueño, recuerdo,

y en mi pecho como tenue y exhausto latido

un insonoro eco.

Se acumulan en este cuarto de luz sombría

las ropas que tropiezan confusas sin dueño,

y algunos papeles inválidos,

que ya nadie lee,

que ya nadie quiere

y caen en el olvido del viento.

Me siento vacío sin ti

a pesar de estas imágenes que rumian mi mente.

Medito mi castigo,

se acumula la rabia,

en espera paciente está el miedo.

Vuestros rostros se expanden y contraen,

lo oscuro que aposento no emerge.

Me devoran los susurros que no consigo oír,

las presencias de frente que ya nunca se tienen.

Las entrañas no engañan,

tampoco el dolor ni el ocasional llanto.

La paz eterna de los que se fueron

es el pavor a la locura que en mí hallo.

Feliz por lo que tuve,

apesadumbrado ahora ante el frío mármol.

Me siento del todo vacío,

mis geranios yacen solitarios y pálidos,

los días navegan en la barca del sinsentido

por el río del desánimo,

y sin embargo…

CAPA Y SOMBRERO DE COPA

Hace días que siento tu presencia. Cuando aún no ha amanecido y voy de camino al tren me giro porque noto tu aliento sobre la nuca, sé que tus ojos están clavados en mí, al acecho, esperando que flaquee, propiciando que mi mente se perturbe.

A veces, al anochecer, oigo el tintineo de tu cascabel. Dice que estás ahí, en la calle. Me dirijo entonces hacia la ventana para observar a través del cristal, mas no consigo verte. Tan solo se distingue un gato callejero, algún solitario vehículo que se aleja…y el silencio. La oscuridad y el silencio.

Me acuesto y antes de dormir vislumbro tu silueta a los pies de mi cama. Pasas deprisa, con tu capa y tu sombrero de copa. Intento moverme, huir, pero mis músculos no reaccionan. Permanezco inmóvil, sin saber si tú realmente eres de este mundo o si ha sido todo solo un mal sueño. Aunque cabe la posibilidad de que la locura esté  volviendo a atraparme en su juego.

Por el día reaparece la calma y suelo pensar que quizá no has vuelto, que fuiste un horrible producto creado por mi imaginación. Mas cuando cae el sol todo se nubla.

Últimamente padezco el insomnio que tu presencia me da. Cojo una hoja en blanco, mi pluma, y comienzo a escribir a la luz de una lámpara que poco a poco languidece, y al cabo de un tiempo que nunca ha existido miro hacia el papel y leo algo que sé que no es mío, sé que esas palabras no las escribí yo.

Es en ese instante cuando te escucho reír con fuerza desde lo más profundo y comienzo a temblar… Tiemblo como cuando era un niño, después desapareciste como si jamás hubieras existido… Sin embargo ahora, en la soledad de esta noche, resuena el tintineo de tu cascabel detrás de la ventana, y a pesar de que no consigo verte sé que estás ahí, que has vuelto, que no me vas a dejar.

Deseas que se apodere de mí tu frío, tu sinrazón, este inmenso miedo, y tus deseos se van convirtiendo noche tras noche en realidad…. 

ESCRITO EL 28/02/2021

EL MAR Y LOS TRENES

Mi vida cambió una mañana que me encontraba nadando en el mar. En un momento dado oí como alguien exclamaba mi nombre. Sin embargo, yo avanzaba haciendo caso omiso. Con el tiempo he perdido el interés en cuestionarme si era consciente o no del peligro.

En definitiva, después del incidente pasé algún tiempo en el hospital. Estuve a punto de morir ahogado. En realidad eso no es muy preciso que digamos, y puede dar pie a alguna interpretación errónea. La verdad es que no tuve secuelas físicas. Mis músculos, órganos y articulaciones funcionaban de forma correcta. Digamos, por expresarlo de alguna manera más adecuada, que mi mal se había enraizado o procedía de mi espíritu. Por lo que en un pasillo largo y blanco con puertas a ambos lados no tuve más remedio que reflexionar. El especialista que me trató prohibió que me hicieran visitas, al menos los primeros días, y esto me ayudó. Me dio el alta cuando me vio con la suficiente fuerza como para luchar sin excesivo peligro contra mi integridad con aquello que me oprimía el pecho.

A partir de aquel entonces me aficioné a los trenes. Siempre intentaba ir con muy poco equipaje, y pernoctaba en pensiones baratas si el tiempo no acompañaba para dormir al aire libre. Mis padres eran comprensivos quizá porque veían que me venía bien la distancia. Me dejaron desplegar las alas para que intentase encontrar mi propio camino.

En uno de mis breves retornos al hogar conocí a alguien. No sé si me gustó desde el principio o simplemente llamó mi atención. Es de otro país, de diferente cultura y distinta mentalidad, no sé los cómos ni los porqués, pero decidimos juntarnos. Ahora, mientras la noche aún lo inunda todo y yo estoy escribiendo en silencio, ella duerme en la alcoba abrazada a nuestro hijo.

Así es como abandoné mi afición por los trenes y el deseo de adentrarme demasiado en ningún mar. Me he asentado, soy feliz cuando ellos sonríen y el aire consigue entrar mejor en mis pulmones. 

He hallado al fin la paz.

Escrito el 08/12/2020

LO QUE HOY SÉ

Hoy te escribo padre

para decirte que llevabas razón.

Razón en el silencio,

en lo sentido,

en las lágrimas vedadas.

Razón en tu semblante,

en su sucinta indicación.

En tu exilio voluntario,

en la creación oculta

que se expande por tu interior…

Razón en los refranes,

en lo que jamás vas a decir, 

en los chascarrillos,

en tu dureza,

en lo que me enseñaste

a modo de cuento

sobre traición.

Razón en la consecución

del propio camino

sin que nadie sepa nunca nada.

Razón en la prudencia,

en la cautela,

en la protección de los tuyos,

en la necesidad del estudio

versado en el arte de la guerra.

Te escribo porque hoy el padre soy yo.

Sé lo que callo,

conozco lo que siento,

vedo mis lágrimas.

Porque ahora hago por amor

lo que sé que hiciste conmigo.

GRACIAS

ESCRITO EL 12/10/2020

CONDECORACIÓN ROJO OSCURO

Bajo del estrado después de mi breve y emotivo discurso de gratitud. Camino con orgullo por un pasillo lleno de aplausos que dan reconocimiento a mi labor. En mi mente resuena aún el eco de las palabras expresadas a mi mérito, al valor que con tanta efusividad me han otorgado incluso aquellos mandos con los que discutí vehementemente, a los que protesté por su dejadez  y abandono, a los que acusé de no dar honor a lo elevado de su cargo.

Con este privilegio me siento feliz, pero a su vez me va invadiendo poco a poco un halo de tristeza, pues ambos sentimientos solo pueden coexistir si uno se encuentra en presencia del otro, son como esos dos grandes amantes que saben que no pueden convivir juntos pero tampoco pueden existir ni tener sentido el uno sin el otro.

Al fondo de la sala, cuando se acerca el final de todas las alabanzas que llevan esta noche por bandera mi nombre, se encuentra una hermosa mujer que porta un gran ramo de flores. Al llegar a su altura me lo entrega, me da un beso en la frente y a continuación me susurra al oído ¨ felicidades, ya eres eterno ¨.

Salgo a la calle y allí me espera el coche que me conducirá al hotel, justo antes de entrar me vuelvo para decir adiós y poder inhalar el que probablemente será mi último momento de gloria y al instante se decolora todo lo que me rodea y se vuelve un poco lúgubre, el breve viaje me hace retornar a la realidad de mi soledad.

Me abren la puerta del vehículo, recorro en silencio la alfombra roja de la entrada y el recepcionista me da las llaves de la habitación deseándome un buen descanso. Entro en el ascensor y me atrapa de improviso el recuerdo de mis padres. 

Les evoco a mi lado, les siento, parece que están de verdad aquí. Mi madre entona una nana y mi padre me rodea con el brazo y pone su mano en mi hombro. Se abren las puertas y mientras cantamos los tres se produce de repente un apagón, desaparece la luz.

Apenas intuyo una sombra, un filo que rasga mi piel. Sucede lo que sabía que tenía que ocurrir, llegó el momento que tenía que llegar, pero me hallo en paz. 

Sé que hice lo que tenía que hacer.

Escrito el 20/09/2020

ALEGATOS EN VANO

Argumentos que expuso la defensa:

Alega que ante las circunstancias ya mencionadas hizo todo lo que estuvo en sus manos para solucionar las cosas, que fue coherente y correcto en todo momento. Asimismo, que lo que ha hecho él lo hubieran hecho casi todos, que es único y los demás se suelen comportar como un rebaño de borregos. Que jamás será el más tonto, que nunca se quedará el último, que su bondad y su amor hacia el prójimo es como el que se proporciona y se da a sí mismo.

Apela a la libertad del individuo, a su valor, coraje y honestidad. Reclama su derecho, ya que a nadie le incomoda que él haya sustraído un poco de lo que había en la caja, pues muchos lo hacen, y siendo sinceros, no se suele notar….

Afirma que la amistad auténtica siempre es la que te resulta más útil, que un favor se paga con otro y que los que te son críticos poco o nada significan. Que el ser humano está solo en este mundo, que hay que defender lo conseguido de todas aquellas personas plenas de envidia que te lo desearían arrebatar.

Defiende que esta vida es como es y así debe de ser. Que cada día se tiene una nueva oportunidad para crecer y construir en comunidad. Que somos un todo con el universo y que al sentido común siempre le envuelve un halo de relatividad. Que la justicia y la ley consensuada en su nombre es igual para todos, pero que hay ciertas personas entre las que él se incluye, a las que jamás se las debería enjuiciar….

Por concluir, suscribe que no se hace responsable del fracaso de su propia misión ni del daño que pudo hacer a terceras personas, pues las cosas son como son. Que tal misión no estaba para nada clara, que lo estipulado era confuso, que de manera ineludible daba pie a cometer algún error.

Pregunta que se le hizo al juez:

¿Qué opinión le merece?, ¿cuál es la sentencia que impondrá?

Respuesta del juez: 

Opino que las palabras son solo eso, palabras. Que me encontré con el mismo alegato durante toda mi extensa carrera cientos de veces, y que nunca he podido concluir que no sea nada más que una simple excusa.

Que muchas premisas se contradicen, y que para qué culpar si siempre el culpable es aquél que tiene conciencia siendo su máxima condena su propio remordimiento.

También suscribo que con el paso de los años siento menos pena ante la hipocresía, pero tan solo es porque la melancolía invadió mi interior casi por completo. He aprendido a convivir con lo que antes me hacía sentir rabia y dolor, me he hecho inmune a la mentira, pues ha llegado a ser para mí como el aire que respiro.

Sentencio que dejo ahora mismo el que fue mi oficio, que no quiero ser nunca más ni juez ni parte de tanta sinrazón. Que de los acusados hagan lo que estimen oportuno otros, ya que yo me llevo a rastras conmigo mi propia cárcel, los años que últimamente siento como perdidos.

Dejo por escrito mi deseo de vivir en paz los años que aún me quedan, mi aspiración quizá ilusoria de poder intuir aún qué es la felicidad. Deseo ser más humano, quiero reencontrarme para así poder reconciliarme con la humanidad.

Pretendo tener únicamente lo necesario dejando de lado toda la materia que no me sirva. Abandonando lo mundano, despreciando el ruido, su ira. Tomándome el tiempo con la suficiente calma para conseguir así eliminar mi ansiedad.

Afirmo que desde hoy mi principal trabajo será el de reflexionar sobre mí mismo, perdonando todas mis faltas, aceptándome para así buscar la senda idónea para lograr al fin amarme por quién soy. Un ser imperfecto, bello con sus defectos, valioso en sí mismo, importante en su contexto, pues solo así podré volver a ser útil para los demás …

ESCRITO EL 11/07/2020

UNA VELA EN LA DISTANCIA

magdalena

Hace tres días te escribí algo que ahora mismo se encuentra en la papelera de mi despacho, y es que al levantarme esta mañana y releerlo me ha sonado, si te soy sincero, bastante falso. En gran medida reflejaba cosas que son ciertas, pues la vida me ha otorgado regalos preciosos. Enumeraba algunos como la sonrisa de mi hijo, y a su vez mencionaba algunas de las cosas que para mí son sin duda de las más importantes. También hablaba de tu voz al cantar, decía que es un tesoro del alma….. y sí, todo eso era y es algo que siento como verdad, sin embargo, expresaba que era un día maravilloso, y ahí, en ese preciso instante, me sobrevino un dolor agudo y repentino que me recorrió la mano con la que suelo sostener mi pluma.

Rememorando el pasado creo que nunca hemos estado separados a lo largo de los años en esta fecha, y si alguna vez lo estuvimos no lo consigo recordar. No obstante, sé que este día transitará al igual que un vagabundo sin rumbo ni sentido por mi mente, acarreando su pesado sentimiento de ausencia a cuestas.

No me hagas mucho caso, debemos hacer de tripas corazón e inventar algún tipo de celebración, porque no deja de ser un día maravilloso.

Tan sólo se me ocurre regalarte la imagen que tú misma me regalaste años atrás y que ahora está expuesta en un póster en la habitación de tu nieto. Son tres ángeles de los cuales el más rezagado lleva su corona caída. A dicha imagen le acompaña un texto que lleva como título ¨No te rindas¨…

En esas líneas está resumido mi deseo, no te rindas, porque a pesar de la añoranza inevitable que nos abruma hay que tener presente que pronto nos podremos abrazar de nuevo.

Una vela en una magdalena deja triste a cualquiera, no obstante al probarla compruebo que tiene un sabor agridulce. Su dulzura la pone la felicidad de mi vida y el orgullo que rebosa de mi pecho por tenerte como madre.

Gracias por tu coraje mamá, gracias por quererme y por cuidarme.

Feliz cumpleaños.

28/04/2020

SIN AMARGAS DESPEDIDAS

Llegué una tarde de otoño, aunque tal vez ya lo había hecho mucho antes. Siempre permanecerán en mis sentidos el recibimiento de las hojas recién caídas, aquel cielo encapotado, y el sonido desesperado del río que buscaba la libertad siempre idealizada del mar.

 

De las calles que a ambos lados se extendían como alfombra desteñida tan solo recuerdo la extrañeza que me provocaron la baja altura de sus casas y una sensación de calma que en este instante retorna a mi cuerpo.

 

Decidí que en aquel lugar mi antiguo yo no existiría. No tendría teléfono y mi nombre sería otro. De tal forma me convertí en un extraño, un hombre que no poseía una existencia real. No conservé ninguno de mis viejos contactos, y dejé de algún modo de pertenecer a un mundo que estaba difuso, ya casi olvidado.

 

Si resurgí en parte de mi auto infligido ostracismo fue gracias a ti. No obstante, no puedo decir que me pese esconderte un secreto, pues únicamente al hacerlo así puedo permanecer feliz a tu lado.

 

No consigo por más que me esfuerzo evocar nada tan acogedor como el hogar en el que habitamos, y puedo expresar algo que jamás imaginé, y es que el amor a mí también me consigue hacer daño

 

Observo desde el mirador de nuestro cuarto a los devotos encaminándose a la iglesia al son de las campanadas, y justo al lado de ésta contemplo la plaza en donde los jueves hay mercado. Al fondo se encuentra la casa consistorial, y aún más alejada se halla la fuente en donde te conocí.

 

Puedo oler aún el mismo pan de aquella madrugada posterior a la verbena en la que nos besamos por vez primera, y desde entonces la embriaguez que me producen noche tras noche tus labios borra la sangre y unos ojos vacíos que a menudo perturban mi paz.

 

Aquí sí, contigo al fin puedo respirar. En este recóndito lugar me siento a salvo. Mis pasos no dejaron señal y las huellas de mis manos jamás podrán mostrar de mí ningún rastro. Nadie que me busque sabe nada sobre este lugar, no hay testigos, y el asesino huido en el presente no existe.

 

Sé que está únicamente en mis manos el lograr mantenerme en esta felicidad que jamás conocí hasta que comencé a vivir a tu lado. Desde ahora todo depende de mí, debo comenzar a construir, deseo hacer de mí un hombre que olvide el camino en el que tan solo estuvo de paso.

 

ESCRITO EL 18/01/2020

LUGARES PARA EVITAR UNA DISECCIÓN

La naturaleza cometió un error inexplicable conmigo, desde que nací jamás fui lo que se pudiera considerar un ser humano ¨normal¨. No es que pretendiera ser diferente ni que haya intentado nunca hacerme el interesante.  Todo lo contrario, ha sido desde que tengo un leve uso de razón una absoluta desventaja, una pesada carga con la que he tenido que lidiar sintiéndome siempre profundamente solo.

 

Un conjunto de características particulares son las responsables de mi singular individualidad, por un lado, está mi piel que tiene un tono azulado. Pero que nadie piense ni por un minuto que soy el descendiente de ninguna familia real o que mi cuerpo está evidenciando ningún síntoma de un perpetuo ahogo. Mi piel es azul y punto, ni dermatólogos ni espiritistas lo pueden explicar. Por otro lado, está mi pensamiento que es elaborado en algún lugar angosto y recóndito de mi cerebro. Cuando lo utilizo, que procuro hacerlo de tarde en tarde, mi frente al poco irradia un sospechoso calor que va en aumento y que a su vez produce que mi frente se vaya oscureciendo hasta llegar a expulsar un hilo creciente de humo. Eso por no mencionar las imágenes y palabras que tal suceso genera.

 

Por todo ello y por más cosas que no vienen mucho a cuento jamás he pertenecido o he sido socio de ningún club o grupo alguno, y las veces que lo intenté fracasé. A mis compañeros de clase les asustaba mi aspecto y mi forma de ser, daba miedo también a los perros y a los gatos que, o se alejaban de mi lado gimiendo o bien se subían de un brinco a lo más alto de la primera estantería que encontraban.

 

Con la religión no me fue mucho mejor, comprendí que en el amor al prójimo yo no estaba incluido, y a falta de entendimiento y muchas noches de rezo y de llanto terminé por darme por vencido, continuando así mi camino manteniendo mi fe en ese único e invisible amigo llamado Jesús, que más que menos era una grata compañía, aunque no la suficiente para mí.

 

Andaba pues por esta vida triste y taciturno, sin encontrar sentido alguno a mi peculiar existir, cuando de repente me topé con una asociación en la que fui parcialmente acogido. La formaban una docena de buscadores de ovnis, sin embargo, antes de lo que hubiera deseado, me defraudó profundamente la experiencia y los abandoné. Más aún cuando me enteré de sus negociaciones a escondidas para hacerse con los servicios de un anatómico forense, y de su pretensión de que él me diseccionara para estudiar mis supuestas entrañas alienígenas.

 

De esta guisa, no creyendo ya en nada ni en nadie me puse a reflexionar sin llegar a recalentarme demasiado. Concluí que lo mejor era recluirme en mi habitación para leer todos los libros fantásticos y de ciencia ficción que pudiera encontrarme por delante, ya que es en ellos en donde aparecen seres con los que yo empatizo y me siento realmente integrado.

 

La sorpresa que me brindó esta senda emprendida es que al poco de estar rodeado de tales personajes yo también comencé a escribir, y así conseguí mis propios amigos de tinta hechos a medida.

 

Mas a pesar de los pesares y de la soledad de antaño, que nadie piense que mi vida es triste, pues yo me siento inmensamente afortunado. Al fin y al cabo, no todos encuentran su lugar en el mundo, y os puedo asegurar que no existe ninguno mejor que el que se construye uno mismo.

 

ESCRITO EL 03/05/2019

BURN

Desde hace algún tiempo yo no era el mismo. Me percaté realmente al percibir el espesor de humo que me dejaste al partir ayer. Me levanté al día siguiente y la fría mañana ardía. Mis suelas iban dejando un rastro de goma por el asfalto y al llegar a la estación el torno se puso incandescente justo cuando posé mi mano en él. La gente me rehuía, se apartaba dejándome sólo en el vagón, y al poco llegué al trabajo.

 

Al intentar pulsar la tecla de arranque de mi ordenador éste empezó a chisporrotear y la pantalla no se encendió. Entonces cogí el teléfono de mi mesa para informar de la incidencia, pero no parecía emitir ninguna señal y sorprendido vi como gotas de plástico caían hasta las baldosas del suelo pues aquel aparato se estaba derritiendo. Algún que otro compañero pasó a saludar, pero se largaban sin pronunciar palabra cuando  apenas yo ni levantaba la mirada.

 

Curiosamente, siendo pleno invierno se puso refrigeración elevada en el edificio, pues parecía que dentro de él se había formado un microclima asfixiante, y así transcurrió la jornada hasta que llegó la hora de salir.

 

De regreso en el metro de nuevo solo en el vagón, en mi barrio, del contenedor de basura salían llamas, y los perros sacaban la lengua y jadeaban. Me crucé con un vecino en el portal que sin  más retrocedió como si no me hubiera visto para ocultarse en su hogar, y así,  algo cabizbajo, yo entré en el mío.

 

No había nada de ruido, no entraba nada de luz, no se hallaba en aquella vivienda ni tu mirada ni tu voz. Me fui a la cocina a freír un filete en una sartén mas de pronto me entró una extraña sensación. Fui hasta el salón y pude ver que en efecto era cierto, todos mis libros, mis escritos que se encontraban encima de mi escritorio, mis cuadernos de notas, todo era en ese momento cenizas. Algo se estaba quemando. Corrí hacia la cocina, pero la carne permanecía cruda y el fuego continuaba apagado.

 

 

Escrito el 12/03/2019

DESCANSO

Cesa tu ruido

al cobijo de los álamos,

juega con ambos

sobre aquel cemento gris.

Mas contén tu protesta,

retorna conmigo al viejo patio,

desaprende tu culpa,

haz que deje de tirar por siempre de mí.

 

Ahora no divisas en tu lejanía ningún Cielo que te enjuicie,

quizá el Paraíso sea tan sólo un sueño

que nos rehúye tras el ocre desconchado de la tapia del jardín.

Nos han dejado allí tan solo el rastro de tres violetas,

la intransigencia y la culpa,

la orden perpetua de que tú me hagas infeliz.

 

Sosiego hallamos al evocar

la brisa del puerto,

pactamos una tregua

al compás marrajo

del que no se nos permite partir.

Nuestros fantasmas nos aconsejan calma

al caer el ocaso en las calles de la Jara.

Me susurran cuando me encuentro solo

que no debo permanecer junto a ti.

 

Por favor, ahora mantente en silencio,

ahoga con rabia tu grito,

ya que el eco de un berrido

es la paz que al fin a mi de ti me separa.

 

Cohibe ese suspiro de odio,

escucha atenta mi nana,

no existe en ella el «gato grande»,

no se halla en este canto la desesperanza.

 

Por todo ello mente mía…

ahora descansa.

 

 

03/02/2019

TU BALSA EN EL RÍO

Uno de estos días comenzarás a darte cuenta de que navegas por un gran río, y comprobarás que a uno y otro lado de tu balsa van dos personas que introducen de vez en cuanto dentro de ésta geranios, pensamientos y margaritas de bellos y múltiples colores. Estas flores son un tesoro que tendrás que cuidar y que a su vez deberás repartir e intercambiar cuando llegue su momento, pues la travesía es aún muy larga y quedan todavía muchas lunas antes de que consigamos llegar al mar.

Si alguna vez te preguntas qué hacemos en este río, el porqué de sus molestas salpicaduras y vaivenes, el porqué de sus obstáculos y sus rápidas y peligrosas corrientes, piensa en que todo tiene un sentido, aunque a veces la bruma que todo lo envuelve no nos permita verlo con claridad. Ten presente que nuestro principal objetivo es salvar estas aguas que ahora nos guían, pues otros deberán navegarlas después que nosotros e igualmente tendrán que luchar por preservarlas al igual que otros lo hicieron en el pasado del mismo modo.

Este río no lo transitamos solos, otras embarcaciones se acercarán a la tuya para después marcharse, algunas permanecerán largo tiempo a tu lado, quizá con suerte una o unas pocas te acompañarán desde un momento dado durante el resto de todo tu viaje, mas en el camino habrá bifurcaciones y el río en ocasiones se dividirá en dos, unos cogerán un camino y otros otro, y aunque con algunos de los que te separaste te volverás a reencontrar sabrás cuando el frío te produzca un escalofrío lo qué es sentir añoranza, y acariciarás las flores que ellos te dejaron deseando que ellos hagan lo mismo con las que tú les regalaste, y anhelarás encontrarte de nuevo con algunos rostros de aquellos que quieres y quisiste.

También nosotros nos alejaremos de ti, cuando tú decidas que debes transitar por este río solo y estés preparado. Tal vez elijas a alguna compañía que te ame y a la que tú también ames, y quien sabrá si llega a suceder esto o si más tarde, en un bonito día juntos enseñaréis a navegar a alguien que recién haya llegado a vuestro lado. Pero no temas, pues entre los juncos que se encuentran en la orilla nos verás sonreírte mientras recorremos un afluente cercano, y de vez en cuando nos volveremos a juntar y de esta forma seguro que seremos todos felices.

Mas ten cuidado y no te olvides de ser prudente, pues hay personas que en sus embarcaciones llevan ramas llenas de espinas. Seguro que te intentarán hacer daño arrojándote alguna. Cuando esto suceda piensa en la viveza y la alegría del color y el valor de tus flores y no permitas que se encuentre ninguna espina mucho tiempo clavada en tu balsa. Húndelas en el agua para dejar que el río las aleje y así terminen desapareciendo, no las vuelvas a arrojar, porque cada espina que lances o te guardes te hará ponerte cada vez más triste, y algunas de tus flores empezarán a marchitarse. Que nadie te arrebate tu tesoro porque es tuyo, lucha siempre ante la adversidad con una sonrisa.

Nada más te puedo contar, nada más se me ocurre, solo te pido que cuides de tu balsa. Recuerda que tu madre y yo en un futuro te esperaremos en el mar, y allí junto con todos los seres que queremos festejaremos que hicimos lo que pudimos por salvar nuestro río, y no hay mayor éxito que ese, dar de ti con amor todo lo que realmente pudiste y decidiste dar.

PORQUE MI HIJO DANIEL JOSÉ ES LA RAZÓN POR LA QUE YO CONTINUARÉ LUCHANDO POR INTENTAR SALVAR NUESTRO RÍO….

ESCRITO EL 20/11/2018

AHORA QUE PUEDO VERLO

Vi algunos podios

que imaginé diseñados

para mí.

 

Vi luces de focos

y mi nombre

escrito con letra dorada

en tarjetas de blanca seda.

 

Me vi como el gran vencedor

de esta tierra

amada y maldita

que llevo

sin pena ni orgullo

en mi pecho.

 

Tan intensa y dolorosamente

dentro.

 

Y en la frente en verdad ostentaba

el peso de una inexistente corona

que no tenía ni piedras preciosas

ni sacrificios de espinas.

 

Aquí me ves,

sin nada en mis bolsillos,

esto es lo que soy,

tan solo me queda

de todo aquello

el vago recuerdo

de la falsedad

de lo que nunca fui ni seré,

la enorme mentira

de lo que quiso ver la mente que porto

siempre conmigo

de mí…

 
Y entro como cada tarde sigiloso

en nuestra casa,

miro los muebles

y todos los libros ya leídos,

pero nada importa, nada,

cuando subo las escaleras

llevando a cuestas esta tonta sonrisa.

 

Porque me da lo mismo todo

cuando os veo,

me da lo mismo todo

porque os siento.

 

Ahora sé que la felicidad sois vosotros

y no lo que en mis sueños vi.

 

ESCRITO EL 27/08/2018

COMIENZOS

Hoy me levanté temprano y caí en la cuenta de que últimamente duermo más pero acumulo menos sueños. Bajé las escaleras de mi hogar, en silencio. Ya no deseo ruido a mi alrededor y siento que mi voz ha perdido su fuerza si es que algún día la tuvo.

 

El espejo estaba frente a mí, para qué iba a mirar si sabía perfectamente la imagen  que me devolvería. La mañana se me antojaba un tanto amarga y mi café estaba tan caliente que me quemó la lengua y el comienzo de la garganta.

 

Salí de mi casa y las calles permanecían cohibidas, era consciente de que las personas que en mi pecho son sentidas probablemente a esas horas estaban dormidas.

 

Las agujas del reloj de mi muñeca era lo único que se movía, y yo que me hallaba sentado en un solitario vagón delante de una hoja en blanco no sabía qué decir, no sabía qué escribir.

 

Intento concienciarme día tras día, pues habría que reinventarse, aunque a menudo decaigo en las tardes sombrías y me da por pensar que cada vez hay en mi mundo menos excusas .

 

Al estar ya despidiéndose el sol levanté mis ojos y miré todos los objetos que contenía mi habitación, la mesa, los libros en la estantería, mis plumas, los papeles desperdigados, y observé que todo tenía a esas horas más luz, aunque a su vez todo había perdido bastante brillo.

 

Y sé que aún habrá para mí un nuevo mañana, algún que otro ilusionante proyecto, quizá a la vuelta de una esquina se me presente de frente un inesperado sueño, mas jamás podré evitar cierta melancolía ante lo que veo como se va, ante lo que sé que ya pasó, y es que uno se va haciendo viejo y empezar de nuevo se convierte irremediablemente en otro adiós. Adiós a un lugar en el que mi mente siempre recuerda que en él fue en verdad feliz.

 

ESCRITO EL 30/07/2018.

LA NOCHE MÁS LARGA DE UN 30 DE JUNIO

Sumidos en el calor

el cansancio

y los nervios.

Envueltos entre un manto

tejido con hilo de luna

que no vemos.

Allí, cobijados

en un rincón

de estas cuatro paredes

color verde mar,

verde senda en la que recién

se posó el rocío.

Aquí, juntos tus padres

te esperamos en la noche.

Con una oscuridad que languidece

a estas horas y se olvida,

puesto que lo único que nos

importa ahora es tu luz.

Deseamos escuchar el primer berrido

que expulse al mundo tus pulmones,

porque no sabíamos realmente

que era la felicidad

hasta este momento en el que pronto llegarás tú.

En este instante dejo a un lado mi pluma

y tu madre entrelaza sus dedos con los míos.

Aquí te esperamos

y juntos y cómplices sonreímos.

Sabemos que ya estas cerca,

el dolor y el coraje que muestra tu madre

así nos lo indica.

Eres el mejor maestro

de la vida y la alegría,

eres nuestro hijo,

el principal motivo

que nos otorgó Dios,

nuestro ser más querido.

 

(ESCRITO EN LA ESPERA, ESCRITO CON TODOS MIS NERVIOS Y AMOR, YA ESTÁS CON NOSOTROS, YA DESCANSAS Y SUEÑAS ENTRE NUESTROS BRAZOS)

ESCRITO EL 30/06/2018

DEMASIADO NORMAL

Miedo, este es el resumen de los últimos años de mi vida. Miedo a leer los mensajes que llegan a mi teléfono, a las cartas que recibo en el buzón, miedo a lo que veré si miro lo que hay tras la ventana.

Ayer conseguí salir de mi hogar para dirigirme al instituto, la gente al cruzarse conmigo me miraba de arriba abajo como suele ser habitual, murmuraban con sus acompañantes moviendo la cabeza para expresar su desaprobación. Un par de niños de menos de diez años de edad me señalaron con el dedo, se rieron a carcajada limpia y ningún adulto de su alrededor les dijo nada.

Encontrándome en el metro se me ocurrió levantarme para cederle el asiento a una persona mayor que acababa de subir, noté entonces cómo sus ojos se llenaban de ira, me escupió, me insultó, y escuché a los presentes hablar ofendidos de mí. Sentí cómo sus miradas me atravesaban al igual que lo hubiera hecho un puñal recién afilado y lleno de vergüenza me bajé en la siguiente parada.

Por los jardines que hay en la entrada de mi centro de estudios recibí por parte de tres de mis compañeros alguna que otra colleja. Otros, pocos de ellos, los que yo considero que son los más educados, se apartaron amablemente al ver que yo pasaba cerca de ellos mientras se les oía susurrar críticas despectivas y hasta hubo uno que me propinó varios insultos en voz alta con bastante maldad y sorna.

Al llegar a la clase me coloqué al final del aula y puse un folio encima del pupitre, el silencio se apoderó de mí, de las lecciones impartidas por el profesor, de todo aquel edificio. En un momento dado me percaté de que el papel que tenía debajo estaba mojado, alcé en ese instante mi mano para tocarme el rostro y pude sentir cómo las yemas de mis dedos se humedecían.

Más tarde regresé a mi casa sin querer levantar los ojos de las baldosas grises del camino, procuré no escuchar, rogué para que me sobreviniera una ceguera que lo dejase todo en penumbra, pero al llegar justo al lado de mi portal mis ojos pudieron observar en el suelo un mensaje, en grande, con letras bien marcadas en rojo para que todos los que pasaran por allí pudieran leerlas, aunque lo que ponía estaba escrito sólo para mí, únicamente para la persona que deseó que lo que veía reflejado allí en verdad ocurriera… ¨muerte al normal¨.

Subí corriendo las escaleras y me metí en la cama sin querer saber nada más de este mundo.

Al cabo de un tiempo he conseguido tener la fuerza suficiente como para poder levantarme, es de noche, no sé la hora, aunque tampoco me importa. Siento frío mas esa no es la causa de mi temblor. Rezo para que no aparezca el sol nunca más por el horizonte, rezo para dejar de existir. No quiero vivir aquí, al menos no de este modo.

Soy el único propietario de un infierno particular, lo he conseguido a fuerza de ni haber destacado jamás en nada ni de haber sido tampoco muy malo. Por eso siento odio haca mí, me corroe por dentro el dolor intenso de ser así, tan común, tan normal. No pertenezco a nada, no me parezco a nadie.

ESCRITO EL 05/05/2018

QUIÉN

Quién eres tú,

que aunque no quiero

te imagino como si fueras mi reflejo,

por qué me produces tanta alegría,

qué haces para que mi mente

tenga una visión que en su pasado no tenía.

Por qué la sinrazón,

por qué la locura y el horror

para mí ya poco importan.

Por qué le das esperanza

a este mundo que tanto me defraudó,

por qué ilusión a este hombre

que gracias a ti ya no llora.

Quién eres tú

que calmas mi desasosiego,

por qué te mueves inquieto

cuando recostado junto a ti

formas parte de mi sueño.

Por qué me exiges tanto,

por qué noto tu mirada clavada en mi pecho,

por qué me haces intentar ser más honesto,

más recto,

cada día mejor persona….

Quién eres tú

que llenas mi futuro de ilusión,

que me matarás

tal y como yo hice con mi padre.

Dime a quién temo dañar,

por quién sufriré cuando tarde en regresar,

quién eres tú que aunque me alejé de Dios

haces que vuelva a rezar…

Enséñame a desafiar mis prejuicios,

rompe todas mis fronteras

y sé tú mismo a pesar de mis ideas…

Crea tu propia vida

mas nunca olvides que puedes contar conmigo

cuando quieras.

 

ESCRITO EL 03/04/2018

MI MIRADA

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MI MIRADA

Esta mirada que te ama

y que siempre te busca

no la elegí,

mi osadía

estuvo en seguirla

a pesar de sus dudas,

mas puedo asegurar

que jamás me arrepentí.

Mi mirada

se centra en ese sentimiento

que nunca necesitó de otra verdad,

no renuncia al dolor,

tampoco a su felicidad.

Esta mirada no desea no sentir

ya que fue la única forma

de hallar su auténtica libertad…

Mi mirada sabe bien cómo eres capaz

de desnudar su alma….

mi mirada ve que no te vas,

que estás junto a mí.

Mi mirada sabes que no te puede ocultar nada,

mi mirada contempla la tuya y siente cómo me amas.

(PARA MARISA BELARMINO)

ESCRITO EL 14/02/2018

TÓXICO

Siempre amanezco sin aliento, desanimado, no tengo ganas ni de salir a la calle ni de ver cómo aparece tras las montañas la luz del sol, y odio tener que ver al despertar mi rostro reflejado en el espejo.

 

Detesto que me intenten dar conversación, inclusive cuando alguien con indecisa intención me espeta algo parecido a un “buenos días”.

 

Esta misma mañana, al subirme en el metro, un joven viajero ha rozado mi codo. El vagón estaba casi vacío pero él se ha aproximado en exceso. No he tenido tiempo para evitar ese desagradable contacto y sentí ganas de vomitar. Tuve náuseas durante el resto del día hasta bien entrada la tarde.

 

Además, al saludarme uno de mis compañeros nada más cruzar la puerta de acceso de mi trabajo volví a notar cómo el gas que últimamente me invade ha comenzado a salir por todos y cada uno de los poros de mi piel.

 

Creo que lenta e inexorablemente va apoderándose de mí el silencio, semana tras semana observo cómo todos los que antes se acercaban en este momento intentan evitarme, y a cada minuto transcurrido me invade cada vez de forma más profunda la soledad.

 

Por ello ahora sé que el gas que crece y se hace dueño de mí tiene deseos de expandirse. Es una especie de enfermedad que tiene como síntoma principal la amargura.

 

No pienses jamás que si no quiero hablar contigo ni deseo escuchar tu voz es porque tú tienes la culpa. Ten la certeza de que si me encierro en mi mismo y no voy a verte no es porque no te añore ni te aprecie ya que todo es más sencillo.

 

Sencillamente me ausento de ti porque tengo la esperanza de no contagiarte.

 

 

 

ESCRITO EL 29/01/2018.

 

UN ALEGRE Y NOSTÁLGICO FIN

Me dijeron hace apenas un par de días que te habían desahuciado,

que te ibas y ya no quedaba nada más que hacer salvo resignarse.

Comentaron que desde ahora serías tan sólo uno de esos vagos recuerdos en blanco y negro,

poco a poco más y más borroso, cada vez más lejano.

 

Me quedé pensativo entonces,

pregunté a la soledad de mi cuarto cómo es que te vas tan rápido,

cómo te marchas después de tantos paseos contigo,

de tantas fotografías por esa Barcelona agitada y convulsa,

cómo después de las conversaciones, de nuestras confidencias,

de las huidas del tedio y el miedo yendo de café en café por los barrios

de un enojado y confuso Madrid.

 

Mis ojos demuestran que te comienzo a añorar, sí,

comprendo que en este instante ya te falta muy poco,

estuviste a mi lado cuando recibí la noticia de que seré padre

y no me abandonaste a mi suerte en el trabajo,

estuviste siempre presente,

incluso en esos días en los que parecía que todo iba a hundirse y se largaba al carajo.

 

Tus enseñanzas me otorgaron la experiencia suficiente

que me ayudó a no desfallecer,

me provocaste tantas y tantas sensaciones,

me causaste tantos sentimientos,

tantas tristezas y alegrías,

que en este momento me cuesta perderte.

 

Estuviste a mi lado y el de mis amigos.

En un banquete de bodas comimos, bailamos y reímos como si estuviésemos locos.

Celebramos con el abuelo más jovial ese ejemplo de vida que día tras día nos da,

y sí, por desgracia también fuimos testigos de la amargura en esa inesperada ausencia

que jamás tan pronto debió suceder.

 

Por todo ello yo puedo decir

que fuiste en muchas ocasiones malo,

realmente despreciable durante el tiempo en el que convivimos,

mas en la mayoría fuiste para mí muy bueno.

 

En verdad me da pena perderte,

sé que nunca vas a regresar.

 

Te diré mi adiós tal y como nos conocimos,

comiendo uvas, rodeado de mis seres queridos,

pero eso sí, mis espaldas tendrán un año más.

 

Reconozco que a pesar de los pesares

fui muy feliz contigo,

bridaré por ti, puesto que estoy contento de haberte conocido.

 

Mas ahora guardaré silencio,

vete ya, que se está haciendo tarde,

gracias por las vivencias que me dejas,

te agradezco también el poder seguir con los míos,

no te preocupes, que no vas ser nunca un simple número,

por siempre estarás en mi memoria,

te recordaré sonriente,

mi pecho bien dentro te cobijará.

(DEDICADO A ESTE AÑO 2017 QUE LLEGA A SU FIN)

ESCRITO EL 24/12/2017

LA NANA DEL GATO GRANDE

Canta a la blanca luna o al resplandeciente sol,

con devoción a la Virgen María

o en el ocaso más triste y vacío

quizás prefieras hacerlo

a la melancolía

de una casi ya marchita flor.

 

Hazlo aunque no halles en ti el ánimo

para abrir las ventanas,

a pesar de que un manto gris

cubra el cielo

y la lluvia incesante

en tu aciago y apático mundo caiga.

 

Mas por favor, nunca dejes de hacerlo,

permítele a tu sueño

pagarle cada anochecer a la esperanza y al sosiego

con el sonido con el que embelleces el viento,

pues la más hermosa melodía

por siempre será la tuya,

y tu voz debe enseñar cómo volar al ruiseñor.

 

Siente la música

con el pecho que algún día me amamantó,

hazlo a pesar de que tu padre ya no riegue los geranios

ni tu madre esté junto a ti al encender el fogón.

 

Cambia la letra de toda canción,

pues el susurro que te dicta el alma

es más alegre y más tierno,

y hace que todos mis amaneceres me despierten

con un sentimiento de plena ilusión…

 

Ahora hazme una promesa,

la promesa de que jamás dejarás de cantar,

porque no deseo que en mi interior se hospede ni la soledad ni el silencio…

 

Por ello, por favor te lo pido,

porque aunque el gato grande nunca permita escaparse al ratón,

tú me enseñaste qué es el amor nota a nota,

y sé que llevaré tu canción siempre conmigo,

ella suena con el ritmo del latido de mi corazón.

           

 

Escrito el 11/11/2017.

FELIZ.

Ayer fui feliz

y no era porque en lo alto el sol

resplandeciente brillara,

lo fui sí, y no penséis que sólo

fue por los amigos o por la fiesta

ni tampoco porque viera tanta belleza

en la que es y será mi amada.

 

Tampoco lo fui

por lo hermoso del lugar

ni por la comida

con la que nos tentaban,

no lo fui porque bebí,

puesto que mi única borrachera

era la alegría que me embriagaba.

.

Lo fui

porque mi cuerpo no cesaba de bailar,

porque ni el compás ni el decoro importaban.

Porque no podía ni deseaba dejar de sonreír,

porque os aseguro que las flores

eran mucho más aromáticas.

 

Sí, sin duda lo fui

porque me olvidé de todas las penas…

mas que nadie me intente convencer,

que yo juraré por siempre

que todo ayer

era risa y verbena.

 

Pero sobre todo lo fui

porque os escuché decir el “ SÍ “

y porque así cumplisteis por fin un sueño…

Porque tanto tú Carlos como tú Yai

sois un ejemplo por cómo os amáis…

que se enteren de lo que es el amor aquí en Madrid

y en el mundo entero.

 

Y sí,

puedo prometer y prometo

que ayer me hicisteis muy feliz

y no hay nada más que decir…

tan sólo añadir que…

os queremos.

 

(A CARLOS Y YAI POR SU BODA, CON UN POCO DE HUMOR PERO CON MUCHO CARIÑO Y SINCERIDAD, POR LO FELIZ QUE ME HICISTEIS, POR TANTAS Y TANTAS COSAS…PORQUE OS QUEREMOS… PORQUE OS QUIERO).

 

ESCRITO EL 08/10/2017

A PESAR DE…

Deseo escribirte unas letras aunque sé que aún no las leerás, a pesar de que cuando las plasme en su hoja de papel se conviertan en el único huésped de un cajón inútil y vacío, de un cajón podrido que el tiempo se encargará de devastar.

 

Con estas letras te proclamo mis saberes ingenuos, mostrándote de este modo la brillante visión de mi ceguera. Pero no me malinterpretes, que las lecciones son para el maestro, para mí es tan sólo lo ilusorio hecho esbozo de ésta vida mía que se encuentra en su medianía.

 

Mas te advierto algo que no debes dejar de lado, toma y deja lo que quieras, que no me importa ninguno de tus cortes, pero sólo si son tuyos…

 

Comienzo con el ruego de que no confundas la ofensa con la honestidad, sé prudente con el que vayas descubriendo que es diferente, emprende la búsqueda para saber qué es la empatía, practícala y tu alma lo agradecerá. No te permitas el lujo de juzgar a nadie, que aunque es algo inevitable es un defecto que todos tendríamos que evitar.

 

Intenta ser humilde sin falsedad, potencia tus virtudes que defectos seguro que los tienes y los tendrás. No busques la satisfacción o tu valía entre el aplauso del público, ni te compares con el que se encuentra en lo alto de su cima, te aseguro que eso únicamente conllevará para ti infelicidad.

 

Transita en paz contigo misma, que tus metas nunca te impidan ver lo que para ti es importante en el día a día, y disfruta de lo que vas consiguiendo. Siente bajo tus pies cada piedra y palmo de tierra que te encuentres por el camino, que de los trenes que ves que de tu vera se van yendo tan sólo con sus enseñanzas te has de quedar.

 

En ocasiones detente y respira, que un trayecto rápido y recto normalmente ni te eleva hasta la cumbre que mereces, ni te hace contemplar la verdadera dimensión de tu realidad. Relativiza y reduce así tus enojos, sonríe a la nueva mañana, que aunque la noche fue fría y oscura hoy hay otro reto, llénate de esperanza y determinación y sal a la calle a caminar.

 

Para concluir, con la pretensión de no extenderme mucho más, te aseguraré que este mundo a veces es duro y golpea, que habrá instantes en que te sentirás por él maltratada y apartada. Pero no temas, porque a pesar de todo merece la pena. El ejemplo es que nuestros corazones laten, y existen personas que son realmente especiales para otras personas, abre tus ojos correctamente y contemplarás toda esta belleza que nos rodea, llegarán pronto grandes momentos, y tu gente, los que te queremos, siempre de un modo u otro te vamos a acompañar.

 

Espera que ya acabo, únicamente una cosa más, ya sé que soy un poco pesado y que no soy un buen ejemplo, que todas mis palabras no se suelen corresponder con mis hechos, pero es que yo también como tú soy imperfecto… Permíteme decirte que la ilusión Alex, la ilusión y tu actitud ante las cosas será lo más importante y lo que más te va a liberar o condicionar, no te dejes vencer por el desánimo o la apatía, y por encima de todo ámate, porque es la única forma de que realmente puedas amar.

 

Mas toma y deja lo que quieras, que no me importan ninguno de tus cortes mientras únicamente sean tuyos…

 

 

Para mi sobrina Alejandra.

Para un hipotético hijo.

A pesar de que aún no puedan leerlo, aunque no lo lean nunca.

Escrito el 28/09/2017

AMANECERES DE RESPUESTA

En el suelo te contemplo,

sentimiento manipulado,

caminante curtido en exceso,

inocente a pesar del cansancio.

 

Nunca es amable tu historia,

¿no te das cuenta?

la derrota es una rémora

que jamás suelta,

se adhiere de por vida,

y si perturba la inquietud

en verdad poco importa.

 

La respuesta diré que es

siempre la misma,

el alba,

el alba traerá esperanza.

 

Aunque en este atardecer

todo esté entre tinieblas,

y tristeza provoquen mis palabras.

 

Sé quizá mejor que nadie

que el eco del dolor proviene de lejos,

y que a su paso todo,

absolutamente todo

lo destroza.

 

Mi padre una vez me dijo,

de las pocas veces que hablaba,

que el tiempo es un amigo sabio.

Mas yo aprendí por mi cuenta,

que es preferible trabajar el olvido

que esperar a no sentir

lo que ahora tanto daña.

 

Por ello

en mí no hay descanso,

libros, escritos,

ordenar lo que ya estaba ordenado.

No hay excusa que no sea válida

si con ella encuentra

paz mi alma.

 

Pues en mi deseo

no hallo ningún latir frustrado.

 

Sin embargo,

debo reconocer

que en ocasiones no lo consigo,

perseveraré,

pues qué le voy a hacer si soy humano.

 

ESCRITO EL 26/08/2017

DEBERÍA HABER CUATRO

No consigo dar credibilidad a los sucesos de esta mañana. Me pregunto si no estaré un poco paranoico tal y como me sugirió sin llegar a ser del todo explícito el doctor Hernández. Sin embargo, a esto no puedo conseguir dejar de darle vueltas…Repasaré todo desde el principio…

 

Tuve una noche tranquila después de haberme quedado ayer hasta las diez escuchando una emisora en la radio. El locutor comentó un nuevo caso de corrupción política, ésta fue la noticia principal de todo aquel día. Lo último que recuerdo antes de quedarme dormido es que estuve pensando sobre lo poco fiables que son las personas que conforman esta sociedad.

 

Ya de madrugada me he levantado, aseado y desayunado como suelo hacer de forma habitual. Me encaminé hacia la estación de metro y me introduje en ella. Tuve que cambiar de asiento porque cerca de mí había un sujeto con un aspecto un tanto turbio. A continuación estuve repasando durante el trayecto mis correos electrónicos desde la pantalla de mi celular. La mayoría de éstos trataban de supuestas ofertas de productos que no necesito y de los que me imaginé que tendrían un precio muy por encima de lo que sospeché costaría realmente su producción.

 

Al llegar a mi destino bajé la cuesta y giré por la esquina que conduce al edificio en el que se encuentra ubicado el almacén en donde trabajo. Todo hasta ese momento era normal, a partir de ahí llegó el alboroto, los nervios, las luces, la policía y el caos…

 

Alguien tomó mis datos y me hizo varias preguntas. Por lo que alcancé a escuchar una persona había muerto en un presunto asesinato cometido con alguna sustancia venenosa, pero en aquel momento todo eran especulaciones y no se sabía nada a ciencia cierta. Al fin accedieron a dejarme subir.

 

Toda la escalera estaba repleta de personas con uniforme y se apoderaba de cada escalón un gran e inusual bullicio. Conseguí llegar a la segunda planta y abrí la cerradura con mi llave para dirigirme a la pequeña oficina del fondo que es en donde desempeño mi labor en la empresa como administrador. Allí me topé con Lucas, el oficial que se ocupa de lo que no son las tareas de pedidos, presupuestos, inventarios y registros, que son las partes de las que me encargo yo.

 

Estuvimos comentando el desafortunado incidente del inquilino del tercero hallado sin vida al amanecer. Ambos teníamos cierta relación con él, solíamos tomar café casi todas las mañanas los tres juntos en el bar que se encuentra justo a la entrada del edificio. Ha sido entonces cuando me he acordado y le he preguntado a Lucas si llegó a darle algún trozo del pastel que trajo el día anterior tal y como me comentó que iba a hacer. Me ha contestado que al final no se lo llevó y que se lo ha terminado él mismo al llegar hoy, me ha pedido disculpas, quedaba poco y no había caído en dejarme nada…

 

En el preciso instante en el que he pronunciado un “no te preocupes por eso”, me he sentido algo extraño, y me ha invadido el presentimiento de que no iban muy bien las cosas.

 

En frente de mi silla, antes de sentarme, me he quedado parado, como paralizado, oía a Lucas silbar en algún lugar al otro lado de la puerta.

 

Es ahora cuando no sé qué debería hacer. No me salen los cálculos. En el armario hay un producto altamente peligroso y en él hay tan sólo tres botellas.

 

Quizá lo mejor es que llame al doctor Hernández. Mientras tanto, Lucas continúa silbando por algún rincón del almacén.

 

ESCRITO EL 06/08/2017

TE ENCONTRÉ

Días y noches

en el desierto,

soledad y llanto

acumulado

en el cajón,

yo, que no tenía fe

en nada puro y sincero,

yo, que no tenía fe

pero al fin encontré

lo que me hizo creer en una razón.

 

Me hallaba perdido

y ausente

entre tanto bullicio,

y tan solo tú

te acercaste para escucharme.

 

Mas mi discurso se hizo torpe,

dudé ante tanto deseo.

Cobarde era y me veo,

temía acabar sintiendo

lo que en este ocaso siento.

 

Nunca sabrás

cuánto te he llegado

a querer,

cuánto te quiero…

 

Y ¡Quién lo diría!.

¡Recordar al niño de antes y

observar al hombre de ahora!.

Mostrando su tonta sonrisa

al despertarse,

guardando en su corazón

únicamente esperanza,

y a cada paso luchando

con más y más fuerza.

 

Aunque nunca sabrás

cuánto te ha llegado

a querer,

cuánto te quiere…

 

Jamás el silencio

me dijo así ningún te amo,

ni una caricia nunca

me fue otorgada sin manos

con tanta pasión…..

 

Y te confieso que

al encontrarte

decidí cambiar mi destino…

y hubo un instante en el que cesó el ruido,

en un momento todo se calmó….

 

Pero jamás sabrás

cuánto te he llegado

a querer,

cuánto te quiero…

 

Y sé que seré

muy feliz

a pesar de que

en ocasiones

me ponga triste,

que te haré daño

sin querer

y que sufriré

aunque nunca te diga que me heriste.

 

Mas esta senda que por azar o fortuna nos ha unido,

de la cual lo único que sabemos

es que no siempre

fue fácil,

es la que deseo recorrer mientras viva,

es un bello sueño del que no quiero despertar

pues no podría soportar que su feliz locura

fuese mentira…

 

Sin embargo,

nunca podrás entender

cuánto te amo…

 

A Marisa Belarmino,

te echo de menos, sé que pronto estarás a mi lado.

 

 

ESCRITO EL 06/07/2017

PRESENCIAS QUE NUNCA OLVIDAN

De niño tuve lo que yo creía que era un amigo. No sé realmente cuándo llegó pues le conozco desde que tengo uso de razón. En la escuela se sentaba detrás de mí, apenas a un par de pupitres de distancia, y cuando me encontraba realizando un examen se aproximaba y se ponía a mi lado quedándose ensimismado ante la hoja de mi prueba.

 

Parecía extremadamente ansioso, pendiente de todas mis respuestas, atento a todos mis actos, siempre incrédulo. Si no conseguía contestar correctamente acumulaba hacia mí un tremendo odio, un gran desprecio, y no lo disimulaba. Sus exigencias no me daban respiro, me inculcó su rigidez.

 

Me repetía una y otra vez: ‘’tú no puedes, tú no vales, no eres lo suficientemente bueno’’, y yo con el paso del tiempo lo fui asimilando.

 

A la hora de acostarme cubría todo mi cuerpo con una sábana y cerraba mi puerta con pestillo, a continuación intentaba dormirme rápidamente pues sabia que él se iba aproximando. Sé que quería llevarme a un lugar solitario y profundo y yo no deseaba que me arrastrase a su abismo de sombras.

 

Llegada ya la adolescencia caí enfermo y me percaté de que esa supuesta amistad de la infancia lo que era realmente era una tortura. En todos aquellos años anteriores a mi juventud cosas como salir a dar un paseo o entablar una breve conversación eran acciones que se hacían para mí muy cuesta arriba.

 

En tal estado de abatimiento y confusión mis padres tomaron una determinación. Buscaron centros especializados y a los médicos más reputados. Ellos pretendieron ayudarme estudiando mi personalidad, dándome pautas de conducta, intentando indagar en mis razones y sentimientos, y así, durante un periodo de tiempo no cesaron las idas y venidas de forma habitual al hospital…mas allí se seguía encontrando él, en todas y cada una de aquellas salas e instituciones que yo frecuentaba. Impertérrito, serio, sorprendentemente joven, cruelmente silencioso…

 

Hubo días en los que me encontraba sin ganas y me costaba respirar, continuar en aquella mentira a la que algunos persistían en llamar vida. En algunos de esos días de abulia creí intuir que en su mirada algo cambiaba, que quizá en él podría hallar algún atisbo de compasión. Mas al rato, cuando yo iba recuperando poco a poco la compostura, él volvía a lanzar una sonrisa entre burlona y sarcástica, y allí se quedaba, ya fuese sentado al borde de mi camilla o apostado en una esquina de cada habitación.

 

En algunas ocasiones cantaba al anochecer y se instalaba en mi cabeza un incipiente dolor durante horas.

 

 

Mas en este momento, siendo ya el adulto que en verdad soy, es cuando puedo asegurar que he conseguido cierta distancia entre nosotros. Sin embargo, debo reconocer que al torcer cualquier esquina le noto aún a mi espalda, pensativo, sigiloso, y sé que revisa todo lo que hago en mi casa y en el trabajo. Cuando sabe que mi pareja no está no duda en echarse a mi lado, le siento, sé que a cada instante está aquí. Ve todo lo que escribo, censura cada letra, y critica constantemente lo que hago.

 

 

No me olvida, jamás me abandona. Continuará mi camino allá hacia donde yo vaya, a pesar de todos mis esfuerzos, aunque luche y haya hecho todo lo posible por alejarme de él… sí, sé que nunca lograré darle de lado.

 

 

ESCRITO EL 13/06/2017

MORENA COMO EL AZÚCAR, PÁLIDO COMO LA SAL

Tú tienes la nariz chata y un corazón enorme, a lo que yo me pregunto ¿cómo te cabe en ese cuerpo?, tan delgado, tan pequeño, tan bello cuando te fijas tanto en conjunto como si lo haces parte por parte.

 

Liso y sedoso se contonea tu cabello con el viento y es tan negro como las profundidades del mar. Tú naciste un gran día y ya se sabía que eras guerrera, te presentaste al mundo gritando y con tu piel morena, preparada así tanto para el llanto como para el sol y su intensidad.

 

Te hallas en la búsqueda perpetua del bienestar de los más tuyos y decidiste ser la niña más seria de toda tu ciudad. Levantaste un muro delante de tus sentimientos, y a pesar de ello aquí me tienes, con mi lágrima fácil, arrastrando este pico y esta pala que es lo que me dejó el sufrimiento en herencia, proponiéndome como jamás lo hice con nada romper ese muro a golpes de amor y voluntad.

 

Me miro en el espejo y lo primero que veo es una nariz pálida y respingona y sin poder ni querer remediarlo a continuación evoco tu sonrisa.

 

Te aseguro que a pesar de que yo nunca me olvido de los más míos también sé que mi trayecto recorre otros valles. Sin embargo te confieso en estas líneas que no sé si mis propias circunstancias me importan, pues continúo y continuaré caminando a pesar de acarrear y de asumir mis propios desastres.

 

Veremos hacia donde me llevan mis pasos y los cambios del camino.

 

Mas todo lo que me falte por recorrer lo quiero hacer aferrado a tu mano, y sé que no sé lo que busco ¿ser feliz?,¿vivir mi vida?….. qué más me da si tú estás en este instante a mi lado.

 

Así pues, aquí nos puedes ver, paseando por nuestra calle siendo tan diferentes a la vez que tan cercanos. Tejiendo al calor de nuestro hogar un proyecto que nos mantendrá unidos, éste consta de sueños y sentimientos, y está hecho con mucha maña y pasión, ahora roguemos porque jamás nadie nos robe la ilusión.

 

Por todo esto nunca dejaré de preguntarme sobre cómo conseguimos que las fronteras que tan afanosamente construimos nos sean tan necesarias. Por qué existe tanto odio entre tanta riqueza y pluralidad de culturas. Por qué no hay más respeto y comunión si todos vivimos bajo la misma luz, si nos arropa por la noche la misma oscuridad, si lo que consideramos como nuestra tierra en esencia con respecto a la del otro no varía prácticamente en nada, si por las venas y las arterias de cada uno corre como corre en la de todos los demás la sangre que nos permite tener lo que es en sí misma nuestra existencia, la sangre que nos da esa vida que debería ser suficiente para tener dignidad.

 

Por qué entonces no intentar comprenderse si en nuestro pecho algo late intensamente y se acelera cuando nos encontramos de frente, si aunque somos tan distintos ni podemos ni queremos evitar lo que sentimos, si no deseamos ocultar nuestro amor ante nada ni ante nadie, y si sabemos que nuestra historia y lo que fue de nosotros nos une, nos hace más fuertes, más humanos y felices…

 

ESCRITO EL 21/05/2017

PESADILLAS DE LOCURA

Tu pesadilla comenzará cuando me muestre caprichoso con tu mente, anidé dentro de ti en el pasado y no dudaré en incubar el terror donde ya lo hice. Pagarás con tu sangre y aún así no desterrarás mi oscuridad. Te prometo que sin consuelo recorrerás este mundo, y ni hospitales ni médicos, ninguno de los que te estudiarán hallará el camino que te aleje de mí.

 

Soy pleno conocedor del caos que intentas ocultar, el experto guía en ese abismo de frustración. ¿No comprendes que te dará igual el silencio?, ¿no entiendes que será inútil aquella fortaleza que formaste alrededor de mi sinrazón?.

 

Aparecerán en la piel de tu imaginación remolinos de confusión y las imágenes que les mostraré a tus ojos aumentarán tu locura. Mediaré para que se acrecente el torbellino de tus contradicciones, no sabrás qué sentimientos habrá en ti, pues usaré malas artes.

 

Tal es el poso de mi conocimiento, tal la sabiduría de aquél que ya vivió lo que antaño no se leyó en ningún texto.

 

Te repito, sí, te repito que en tu cama la muerte acariciará tus sueños, mientras, todo a tu alrededor mentirá, nadie será en frente tuyo honesto y no habrá para ti en la calle ni comprensión ni bondad.

 

Mas no pienses que tienes una escapatoria creíble, pues no te queda más salida que la de dejarte llevar, no podrás abandonar la apatía ni mi abulia maldita, y así, día tras día juro que tu esperanza dentro de muy poco desaparecerá.

 

Ostentarás en tu rostro el amargor de las lágrimas y en tus puños habitará el odio y la resignación…Sé que volverás a aprender a querer lo que dentro de ti jamás has amado, y únicamente será realmente tuyo el insomnio, tuyo tan solo el espejismo de una existencia, pues mía será por entera, para mí es tu voluntad.

 

Haré que te inventes leyendas bajo sábanas de espanto y tu habitación será tu tumba. Quizá sientas que es esclava tu alma, mas no te preocupes, porque eso hará que yo pasee libre por tus venas, eso hará que yo viva a la vez que muere lo que hay de ti en tu interior.

 

Conseguiré que nadie pueda ver más letras que escribas, te hundiré en la pena y el cansancio. Todos te olvidarán y tan sólo quedará mi voz…

 

Para finalizar te puedo asegurar que en esta guerra no hay reglas, no hay crueldad. No existe el tiempo, tan solo encontrarás por sus inciertos recovecos sufrimiento y soledad.

(Los enemigos te dirán que no puedes con ellos, que no luches, pero yo ví con mis propios ojos que hubo gente que a este enemigo venció…)

ESCRITO EL 02/05/2017

EL PASEO

Vamos a pasear por caminos hilados de tierra, a expresar un «te quiero» a un hermano al clavarle las agujas de tejer. Vamos a cantar con tu madre al calor de la lumbre y agarremos con fuerza las manos del padre, que gracias a ellos alcanzaremos cualquier cumbre, pues ambos nos enseñaron lo que es la entrega y lo que significa valer.

 

Caminemos de puntillas por aquel periplo de camilla y soledad y olvidemos las inyecciones traicioneras, no volvamos a sentir jamás aquel dolor del ya se van, ni recordemos aquel áspero cartón de tu nueva cartera.

 

En vez de eso sumerjámonos en el cine, en sus siete enanitos y en lo que significa esa llama con la que te desea decir papá: «no te preocupes, que estaré por siempre a tu vera» aunque sea detrás de esta tapia y de su injusta frialdad.

 

Después recorramos Toledo por su calle ancha y hagamos que el azar oscurezca una vez más aquellas luces de bar, que hay para ti un «TQ» reservado en el silencio, un te amaré callado, aunque él ya te desveló ese misterio en el altar …..

 

Y llegarán tres llantos, tres alegrías y esa felicidad de que nos tienes. Así pasarán de largo con el viento las nubes y lo que más añoraremos es el poder ver un árbol tras el cristal.

 

¨Yo estoy bien, tú estás bien¨ será desde entonces un credo, mas sigamos en este atardecer caminando, ya que todavía nos queda mucha vida por delante y cientos de amaneceres para poder soñar…..

 

Y ahora prométeme que volveremos alguna vez a estos caminos hilados de tierra y que nos clavaremos agujas de tejer, que cantaremos en la cocina con mi abuela y que no hay mucho más que pensar y si unas manos abiertas que siempre nos van a acoger….

 

ESCRITO EL 15/04/2017

LEER, ESCRIBIR Y AMAR

Quise ser un cisne

y mira lo que escribo.

 

Entre cuestas

y un puerto nací

y me educaron en la Fe

del no valgo.

 

En frías noches

de confusiones y llantos,

al amparo de una tenue luz

y sobre las páginas

de cientos de libros jamás olvidados,

a mis héroes conocí

y mis fantasías se fueron trazando.

 

Así me hallé pronto

como querubín martirizado,

oyendo murmullos en soledad,

las risas y las mofas de

los que siempre estuvieron

y estarán más alto.

 

Mas ese suplicio

envejeció y se hizo pasión,

pues se dijo

que sean grandes

los que en verdad lo son,

aquellos literatos

que me han enseñado

en esta vida tanto.

 

* * *

 

Quise ser un cisne

y mira lo que escribo.

 

Letras que quizá

no merezcan ni el papel.

 

Sin embargo

aún conservo

estos ojos que ansían

ver las letras que otros escribieron,

esas que algunos escribirán

y este latido que por ti Marisa

va comprendiendo lo que es amar…..

 

Confieso que me da lo mismo no haber sido nunca ningún cisne

y que de mis manos no consiga brotar su belleza,

pues no abandonaré jamás mis sueños,

ni me desharé de esta pluma

a pesar de que mis dedos la usen

con mayor o menor destreza.

 

* * *

 

Hoy en mi escritorio

he dejado olvidados

dos trozos de papel,

en uno hay escrito

no dejes de

hacer lo que amas

y en el otro

plasmé estas letras

que ahora podéis ver.

 

 

ESCRITO EL 07/04/2017

SOLO HAY UNO

Existen hombres que miran más allá de sus propios sueños. Hombres que se sacrifican calladamente, que intentan no hacer ruido y que no saben lo que es pedir ayuda o decir un te quiero.

 

Hombres que abandonaron su vocación de maestro para conseguir que los que le rodeaban pudieran tener más facilidades para cumplir sus proyectos. Que son responsables, rectos y honestos, que honraron a su padre hasta la muerte y que protegen a los suyos aunque tiren a la borda parte de su vida y de sus deseos.

 

Ellos parecen tener un corazón de acero, mas hay dolores de los que nunca hablan, y no les pidas que expresen sus sentimientos puesto que no saben. Nunca te dirán qué les pasa, cuál es la causa de su padecer, de su nostalgia….. Sin embargo, aunque no se den cuenta algunos hemos aprendido cómo interpretar sus tarareos, su mirada, la contundencia de sus palabras…..

 

Son hombres que echamos de menos en nuestra infancia, que estuvieron ausentes, a pesar de que por nuestra causa ellos tuvieron muchos desvelos. Eran a los que esperábamos con el pijama, a los que les solíamos pedir una explicación casi sin saludarles aunque la pregunta nunca fuera un ¨por qué no estás¨, sino que versaba sobre algún ejercicio o problema de matemáticas.

 

Han sido los que más nos han marcado, quizá con los que más injustamente nos hemos comportado…..

 

Pero no es cuestión de escudarse en este día en un término genérico, no es momento a estas alturas de ocultar que cuando digo ¨hombres¨ hablo tan sólo de uno en especial y cuando escribo ¨nosotros¨ lo hago de mí mismo…..

 

Lo que había entre él y yo por mi parte era la incapacidad de no saber comprenderle, quizá algo de odio o de rencor, algún texto que guardé y perdí entre otros papeles en algún cajón a estas alturas olvidado. Pero por encima de todo el anhelo de conocer a esa figura que salía a las cinco de la madrugada sin que yo me enterase para que pasado casi todo el día retornara a casa justo cuando ese niño solitario que me representaba, veía cómo se escapaban los minutos en el reloj de la cocina para estar junto a él, ya que me tenía que marchar pronto a la cama.

 

Puedo admitir que no le entendí porque no sabía cómo escucharle, porque no comprendía una forma de actuar que ahora en el presente yo también voy adquiriendo, y llegado este momento me he dado cuenta de lo que me voy pareciendo a él, acarreando bastante a menudo el papel similar que interpretamos de malos en esta película que tiene un principio y un fin, y que durará justo lo que dure nuestra existencia.

 

También sé que entre los dos hay inmensidades de tierra y de selva en los que fácilmente se pueden descubrir y distinguir nuestras insalvables diferencias, pero siento que el respeto es mutuo y los gritos entre ambos se calman en el preciso momento de su término.

 

Sin más confieso que este es un escrito que hago para un día que está señalado y que éste sirve perfectamente de excusa para decir las cosas que sientes y que en otras circunstancias no dirías, siendo dicha excusa de la que me he servido y la que me ha estimulado, porque al ser humano en general nos cuesta expresar lo que sentimos ya que los sentimientos nos hacen vulnerables, aunque luego, con el paso del tiempo, nos solemos lamentar y nos arrepentimos de no haberle confesado a ese alguien especial aquello que llevamos bien dentro….

 

Nos cuesta decir cosas como estoy orgulloso de ti, todos cometemos fallos pero tú has sido mi mejor maestro, gracias, fuiste y eres un apoyo fundamental, intentaré cuidarte si flaqueas no sólo porque tú lo hiciste por mí, sino clara y sencillamente porque te quiero…… sí, nos cuesta mucho expresar estás cosas, nos falta valor y yo por supuesto no soy menos…….por eso te dedico este texto a ti papá, pero por favor, no me pidas que te diga algo similar mañana, pues sabes que nunca podría decir lo mismo que digo aquí, no es lo mismo escribir estas palabras en un cuarto a solas que decirlas en frente de la persona a la que van dedicadas.

 

ESCRITO EL 18/03/2017

COMPORTAMIENTO INAPROPIADO

Pronto se celebrará el juicio de Salvador, un hombre que cometió un delito de los que a estas alturas de la historia nos son difíciles de concebir. La gente espera exaltada, clama con rabia pidiendo venganza y busca en los diferentes periódicos nuevas noticias sobre el caso, a cual más escandalosa, a cual más amenazante para con la sensibilidad humana.

 

La policía teme el efecto que podría provocar en la sociedad y vigila ante la posibilidad de que surjan imitadores. Especialistas de la mente criminal estudian el caso con la máxima meticulosidad y cuidado, aconsejan que no se cuente ni se permita tener acceso a los menores de edad a los detalles del proceso por someros que sean estos, para evitar de este modo que un cerebro en formación se impresione. Por lo demás la opinión pública se siente asustada y exige la pena más elevada.

 

Los hechos están claros y son demostrables, el ajusticiado, encerrado en la prisión más segura de este país fue entrevistado y en su declaración no cejaba de sonreír, acentuando su condición de culpable, pues lo hacía con sinceridad, sin sarcasmo ni dobleces.

 

Los sucesos son los que se relatan a continuación:

 

Salvador se levantó un día del otoño pasado y se encaminó al tren como en él era habitual, al estar el vagón lleno y todos los asientos ocupados osó en dejar el suyo a una mujer embarazada, siendo este su primer delito. No contento con esto, inspirado como estaba en su aura de bondad, ayudó a su compañero de trabajo a terminar un asunto de máxima prioridad sin escurrir ningún bulto, dando la cara junto a él ante los posibles errores que se pudieran encontrar, al regresar a su casa subió las bolsas de la compra a una vecina ya anciana que apenas podía ni mantenerse a sí misma en pie y no satisfecho con eso, casi al anochecer, dio la orden a su banco vía online de pagar todas sus deudas, tiró la basura de forma clasificada para que fuera reciclada y llamó a sus padres para pedirles perdón y para decirles lo orgulloso que se sentía de ellos. Como colofón les comunicó que en cuanto tuviese un instante acudiría a verlos.

 

Lo verdaderamente imputable es que todo ello lo hizo porque quiso, nadie le obligó, puso toda su buena voluntad y en sus sentimientos no se encontraba ni odio ni resentimiento, tan sólo se veía en él una increíble empatía acompañada de un intenso y maravilloso amor.

 

Un escándalo señores, algo reprobable de cualquier modo, ¿cómo alguien puede hacer tales acciones sin buscar nada a cambio?…..

 

Los hechos son imperdonables, pues deja a toda nuestra sociedad en un pésimo lugar. A muchos de nosotros nos hace sentir de una forma ruin. Así pues pido mediante este escrito que le encierren para siempre, que la comunidad lo que quiere es la conciencia tranquila, no se pueden consentir más comportamientos como los de Salvador, son absolutamente honestos y por lo tanto inapropiados.                                         

 

ESCRITO EL 05/03/2017

SER LUZ Y PASIÓN

 

Hay amaneceres

 

en los que me cuesta abrir los ojos

 

y me da por pensar.

 

 

 

¿Tiene algo un sentido?,

 

¿mis labios de nuevo podrán abrirse

 

para hablar?.

 

 

 

Miro entre mis cosas en busca

 

de algún recuerdo,

 

en un marco tu imagen,

 

 en el papel bellas letras,

 

un pequeño impulso,

 

ese motivo que me de argumentos para poder

 

continuar….

 

 

 

Mas en esos días tan sólo

 

deseo refugiarme en tu regazo,

 

notar cómo acarician

 

mi cabello tus manos

 

y que pase así de largo el tiempo y la lluvia.

 

 

 

Hay anocheceres en los que soy fugitivo de mi desdicha,

 

albas en los que abandonaré totalmente la frustración,

 

porque en este ocaso soy un hombre triste de  soledad y sombra,

 

mas después de la oscuridad

 

volveré a ser de nuevo luz y pasión.

 

 

ESCRITO EL 22/02/2017

MIRÁNDONOS DE FRENTE

Nos observamos. Nuestros caminos son diferentes, el mío trae consigo alegría, y al suyo le envuelve un velo de llanto…..Su paso es errático, desconfía hasta de su propia sombra, y titubea y se sonroja si me ve… mas las dos vamos siempre de la mano, porque aunque opuestas somos una, una prolongación eterna con un pacto firmado.

 

Ella vigila mis pasos, pendiente de cualquier desliz, y me termina arrebatando lo que yo he amado. Al doblar la esquina allí la encuentro, inmensa, amenazante, encaminándose hacia el ocaso….. nos observamos, y me dice: Se acabó, de nuevo no lo has logrado.

 

Nos miramos a los ojos, ella desafiante y altiva, yo dubitativa y vencida… y me alejo imaginándome un mundo en el que no esté ella…

 

Mi nombre no es otro que Vida, y a mi prolongación y eterna compañera la llamo Muerte.

 

(Este escrito es el resultado de otro que escribió una excepcional mujer llamada Cova, amiga sincera y para mí un ejemplo como persona, GRACIAS)

 

 Escrito el 30/01/2017

AQUEL MUCHACHO

Suelo estar en mi tienda temprano, antes de ver cómo se despereza la vida del comercio urbano, antes de que los chavales se encaminen somnolientos y con cierto disgusto a sus primeras clases, en esa hora en la cual el rocío aún se adhiere a la hierba, en el leve intervalo de tiempo en el que el canto de los gorriones todavía no es sustituido por el del motor de los coches.

 

Suelo saborear un café antes de abrir mi negocio, justo cuando los estudiantes se encaminan apresurados al instituto.

 

Veo día tras día a todos esos jóvenes, y así llevo años, pero de todos ellos tan sólo recuerdo a uno en el que solía fijarme. Creí hacerlo por una empatía un tanto irracional, o quizá porque ese adolescente me recordaba al que yo también fui.

 

Le solía observar casi siempre rodeado de amigos, otros chicos y chicas que sin embargo yo intuía que eran distintos a él. Mi negocio se encuentra a poco más de cien metros de la puerta del instituto de la zona, y por las tardes, al dar por concluida mi jornada laboral e ir de camino hacia mi casa, mirando a través de las vallas, le encontraba en la pista entrenando con el equipo de baloncesto del centro.

 

Veía cómo destacaba, cómo sobresalía por su potencia, por su dominio en el aspecto físico y en la técnica, por su visión y entendimiento del juego, por el liderazgo que su entrenador y sus propios compañeros le atribuían, pero sobre todo por su alegría, porque a cada lance del juego parecía dejarse la vida.

 

Era en esos instantes, allí como me encontraba parado, viéndole entrenar y relacionarse, en los cuales yo más me preguntaba a mí mismo el porqué de la relación que había creado en mi interior entre él y yo, y no hallaba en ese momento ante esta cuestión respuesta alguna. Mas de repente, de un día para otro le descubrí caminando sólo, y en su cara vi cómo se reflejaba una profunda tristeza. Parecía que los que antes le rodeaban y le apoyaban ahora le rehuían, y por la tarde, al encaminarme hacia mi hogar me sorprendió no encontrarle entrenando en la pista, y más aún cuando al buscarle con la mirada le encontré en un rincón alejado del banquillo, sin ningún balón cerca suyo, mostrando un aspecto gris, un espíritu sombrío, y ante tal visión sentí una punzada de angustia, y me sentí en aquel anochecer desconsolado, casi no pude dormir, me hallaba intranquilo.

 

Al amanecer siguiente no le encontré, no fue al instituto, y por la tarde la canasta y sus compañeros parecían que habían ignorado desde hacía más tiempo del que en realidad había transcurrido su ausencia, todo parecía continuar del mismo modo sin él, y se podría decir que para este mundo aquel adolescente desaparecido no era ni tan siquiera un lejano recuerdo.

 

Fue en ese instante cuando tomé conciencia y lo comprendí, cuando descubrí claramente el porqué entre aquel muchacho y yo hice una relación de semejanza, y desde entonces cada mañana me le imagino dentro de una tienda saboreando un café, sonriendo al poder evocar sin dolor las amarguras del pasado, levantando al fin sus ojos y sintiéndose tal y como ahora yo me siento, siendo ante esta vida libre y feliz.

 

ESCRITO EL 22/01/2017

EL NIÑO QUE NO QUERÍA GORRINOS.

El recuerdo más feliz,

la juventud de mamá,

los empachos

a pan y leche caliente,

aquel nunca te abandono,

y las sonrisas de gente ajena al pasear.

 

Una senda que estoy perdiendo,

un refugio que dejo atrás….

y en mis zapatos ya no hay

ningún regalo de gorrinos,

ni hoy están a mi lado

los que en mi pecho y en mi mente

siempre están.

 

La nostalgia más profunda,

un barco a la deriva,

y algo en lo que puedo sumergirme,

sobre todo cuando la oscuridad de mis noches

me hacen temblar de frío,

o cuando la tempestad jalea a mis miedos

para que rompan lo que es ya de por sí

una alma quebradiza.
 

La niñez es

mi recuerdo más feliz,

la juventud de papá,

y aquel nunca te abandono.

 

Hoy me desperté siendo un adulto,

aunque reconozco

que al abrir mis ojos e ir a ver mis regalos

desearía más que nunca encontrar algún gorrino

entre mis zapatos.

 

 

(A MI FELIZ NIÑEZ EN LA QUE FUERON FUNDAMENTALES MIS PADRES)

 

 

ESCRITO EL 06/01/2016

SEIS DÍAS

Camino por un pasillo desnudo a esta hora de gente, y pienso en ti, en que tan sólo hace un par de minutos te estaba abrazando.

Deambulo ahora que estás ausente como un sonámbulo ciego y pesaroso, como un hombre que se siente despechado ante el mundo que le tocó vivir. Sé que ya se encuentra entrada la noche, aunque no distingo ni el tiempo ni hallo sentido a ningún viaje si no estás tú junto a mí.

El horizonte que observo se ha convertido en dos luces aproximándose desde la oscuridad, y yo sin poder evitarlo continúo pensando…

Dos borrachos discuten en el vagón, y me alejo, sí, a cada estación que llega yo estoy más y más lejos.

Me viene a la memoria que de esta línea te escribí en nuestro pasado un texto, y evoco la expresión de tu rostro en el momento en el que lo leíste, parecías tan sorprendida, tan orgullosa y contenta, tan enamorada de mí…

En este instante debo de reconocer que la tristeza me envuelve, que siento una gran añoranza en mi pecho, tengo la necesidad de oírte, de verte, de sentir el tacto de tu piel……. Tan sólo cabe decir que estoy pensando en ti…

Ya estoy realizando el transbordo en la estación de Canal, nueve minutos de espera, y otros seis días más.

La parada en ¨Islas Filipinas¨ me tienta a emigrar contigo, pero nuestro viaje continúa, la historia que estamos construyendo seguirá escribiendo sus letras bajo este cielo de Madrid.

Finalmente llego a mi destino, y de ahí al hogar que ambos una tarde, una noche, y todo un día a la semana compartimos. Al entrar y notar su inmensa soledad, su melancólico silencio, me doy cuenta de las interminables horas, los desesperantes segundos volviéndome loco antes de verte de nuevo, a pesar de que siempre me queda la esperanza de que mi alegría retornará en seis días.

Mientras tanto, pienso en ti….

(Para Marisa Belarmino)

 

ESCRITO EL 31/12/2016.

VELAR POR SIEMPRE TUS SUEÑOS 

Sentado a tu lado

te observo,

y me pregunto si yo podría

querer más.

 
Desearía comprobar que cumples

todos tus sueños,

los de la dura infancia,

los que atrajo tu fuerza,

los que quizá conmigo tendrás…

 
En esta noche de invierno

que es tan fría como lo es de hermosa,

te robé este instante dormida,

y te vi más bella que a ninguna otra rosa…

 
Fue en ese mencionado instante en el que me prometí

que siempre velaría por tus sueños,

y sin hallar respuesta

me pregunto,

cómo pude yo llegar a amarte tanto,

y beso levemente tu mejilla,

me quedo observandote a tu lado.

 

 

ESCRITO EL 25/12/2016

MERECE LA PENA

En el instante en que la luz de una solitaria farola alumbra la calle,

sentado como ahora estoy en mi cuarto en frente de este papel aún en blanco,

me entra el deseo de no escribir para así no expresar nunca más mis penas,

y quiero arrancar de cuajo todo el pesimismo llenando

como así hago cada vez más a menudo

de letras tristes mi papelera.

 

En estos momentos bajos

es cuando cierro mis ojos para visualizar tu rostro,

y mientras siento en mi piel el calor de tu tacto

me parece oír tu risa,

sólo así mi pecho consigue calmarse,

pues sé que tú, sueño mío, te encuentras a mi lado.

 

Algunos pocos me enseñaron

que existen personas que como tú intentan buscar en donde otros jamás lo harán,

que la locura no es ningún hándicap si se sabe interpretar,

que la mayor estupidez es cerrarse a un sentimiento,

y que hay que tomarse a uno mismo muy poco en serio,

que las cosas realmente importantes no cuestan dinero,

que quererse es el principio para poder querer a los demás.

 

Me negué en el pasado la ilusión que los míos consiguen en el presente darme día tras día,

pues lo que me rodeaba estaba impregnado de desesperanza, dolor y soledad.

 

Ahora mi odio hacia este mundo se ha tornado en cariño,

y mi absoluto abatimiento fue destronado por la felicidad.

 

Por la ayuda y la comprensión que algunos me han otorgado

he comprendido el verdadero significado de la palabra amistad,

gracias a la inmensa paciencia de mis padres

que jamás me abandonaron,

se ha recuperado al hijo perdido

que nunca como en este momento se ha sabido valorar….

pero sobre todo por encontrarte a ti cariño

que eres la fuerza por la que conseguí amarme y amar,

lucho y lucharé por esta vida,

ya que os debo mi alegría,

conoceros a vosotros ha hecho que sepa

lo que merece la pena de verdad.

 

ESCRITO EL 03/12/2016

LA LUZ QUE ATRAVIESA LOS BARROTES

Observo ese pequeño hueco de luz en lo alto, ese cuadrado en el muro que está atravesado de arriba hasta abajo por tres barrotes.

 

Pienso en ti madre, en la protección que me ofrecían tus brazos y en el calor que desprendía tu regazo. Me viene a la memoria también una brisa primaveral, y el sonido del vaivén de las ramas en uno de aquellos parques de la infancia, el tacto fresco de la hierba rozando mi espalda, y puedo oír mis propias risas, en la retina de mis ojos aún se conserva la sonrisa que iluminaba tu cara.

 

En este instante y desde hace ya demasiado tiempo la luz a mi alrededor parece languidecer, no me quedan ya amigos, no tengo amor, tan solo me queda lo que no quiero, lo que para muchos es un sueño o una ilusoria pretensión.

 

Por si no lo sabes mamá soy coleccionista de estampas, de papeles que lo podrían comprar todo. Sin embargo, en realidad, no poseen ya para mí ningún valor. Acumulo terrenos y edificios, y levanto negocios que se iban a la ruina. Aunque reconozco que lo hago intentando hacer a otros mis esclavos, pisando lo más que puedo al prójimo, consiguiendo después lavar mi imagen pues la mayoría me cree cuando exclamo que yo no soy culpable de nada.

 

Me levanto cada mañana con la convicción de que no necesito sentir ni remordimientos ni empatía ni por nadie ni por nada, pues Dios no existe porque el único Dios posible soy yo.

 

Miento tanto o más de lo que otros pretenden mentirme a mi, pero siempre gano, mas sé que mi existencia es un fracaso, y compruebo cada noche al hacer repaso que mi corazón anda moribundo por las tinieblas de un camino desolado.

 

Te confieso madre, que tres esposas tuve a las que nunca amé, por lo que no puedo culparlas al saber que ellas tampoco me amaron. Mil amantes dejaron mi cama fría, y gracias a ello otros tantos billetes en mujeres malgasté.

 

Compruebo que el mayor premio que me han concedido es mi soledad y un pecho que apenas late, y que mi condena se basa en tres pilares….

 

El primero es la ausencia de amor, pues éste se fue contigo a la tumba.

 

El segundo es este deseo exacerbado de poder que me convierte en un hombre desdichado y pobre.

 

El tercero y último lo conforma la vergüenza que me acompaña en todo momento, pues me convertí en un hombre opuesto a ese ser ejemplar que quisiste que fuera, ese hombre honesto que destrocé rompiendo así la esperanza de tus deseos.

 

Oigo cómo unas llaves abren un cerrojo a mi espalda, sirvió el dinero que pagué por mi ficticia libertad que a partir de ahora es pactada.

 

Sí madre, tres barrotes son mi vida y una tenue luz es la única salvación posible que me aguarda. Esa luz eres tú, te pido que ayudes a mi alma.

 

Por favor, perdóname por no haber conseguido ser quien tú esperabas.

 

(CON LA ESPERANZA Y EL DESEO DE QUE LOS SERES HUMANOS NO PERDAMOS NUNCA LA CONCIENCIA)

 

ESCRITO EL 22/11/2016

YO NACÍ EN TI

Remanso de tres culturas,

lugar de ensueño para un poeta,

el Cristo de la Vega

realza tu leyenda,

se puede oír por tus rincones y patios

el canto de tu Virgen del Sagrario.

 

Rodean tu silueta

mil misterios y la alquimia,

el Tajo y su manso caudal de agua.

 

Ellos son parte importante de tu vida,

secretos a voces de tu historia.

 

Tu lluvia es espesa,

y el calor en ti

es arte,

la peor de las noches posibles

de Toledo tomó su nombre.

 

Sin embargo….

No puedo acostumbrarme a vivir

sin los paseos por tu calle ancha,

ni sin esos martes

en los que tan solo se venden sentimientos,

sin esas cuestas en donde sin esfuerzo

la hermosura se palpa,

ni sin ese día del Corpus

que es tu fiesta más Sagrada.

 

De damasquino son tus entrañas,

y una figurita de mazapán es tu riqueza,

la Mancha te mira en lo alto,

y tu alma es ese cuerpo de Cristo

que da sentido a tu legado.

 

Tus murallas nunca serán derruidas

y nuestro Alcázar jamás se rendirá,

mientras lata el pecho de este pueblo,

que te ama y venera de verdad.

 

 

Bajo tus centenarios olivos y trabajados viñedos,

al amparo de tu águila imperial,

yacen mi abuelo y mi abuela,

allí sus cuerpos juntos y enamorados están.

 

Escuché que desde ti también se va al Cielo,

comienza un camino desde tu camposanto

hasta las puertas que dan paso al Altar,

alguien lo atestigua sin ningún disimulo,

lo descubrió desde el campanario de tu catedral….

 

Y si miento que suba el brazo nuestro Cristo,

y que borre mis letras al decir,

que tú Toledo eres bella y eterna,

que tú Toledo eres la ciudad en donde yo nací.

 

ESCRITO EL 01/11/2016

LA ROSA Y SU LLAMA

Un camino cubierto de hojas secas, la frescura que sentí al alba, esas verjas desde donde podía vislumbrar el jardín, y ese olor tan característico a rosas que me dio la bienvenida, todo ello lo recuerdo, todo ello viaja conmigo porque es parte de mí.

Hace un par de semanas pasé un día celebrando la navidad en familia en una fecha que no se corresponde según el calendario, y en aquella mañana de finales de noviembre quise dar las gracias a una persona que más que otra cosa podría denominar como amiga. Me recibió con la dulzura de su sonrisa, lo cálido de su abrazo, y la ligereza y desenvoltura de sus suaves y alegres carcajadas, la confesé antes de que amanecieran mis padres, que en mi interior aposentaba un sentimiento de absoluta frustración, pues me veo como un hombre sin valor, soy un hijo avergonzado, pues no puedo cumplir con todo aquello que deseo.

Entonces fue allí, en aquella cocina aún medio en penumbras, cuando me comentó con una mirada vivaracha y risueña y con una voz serena y llena de bondad, que mis padres es verdad que se hallan enfermos, pero que debo continuar haciendo lo que hago, porque lo que ellos realmente quieren es tener la oportunidad de sentir en su piel la emoción de ver mi triunfo, quieren observar cómo disfruto con lo que realizo, sin olvidarme, eso sí, de tener algún tiempo para acordarme de ellos. Siempre podré hacer alguna llamada a lo largo del día o de vez en cuando una visita inesperada…. pero sobre todo me dijo que lo que más desean mis padres es mi propia felicidad, y que, además, por supuesto, para cuidarles en las cosas cotidianas ya está ella.

Fue a continuación, antes de que yo pudiera balbucear palabra alguna, cuando se oyeron unos pasos y se abrió la puerta. La presencia de mi padre me hizo guardar silencio, y algo más tarde, después de los desayunos, preparativos y diversas tareas, tuvimos sobre la mesa una comida suculenta. Disfrutamos en familia y también ella se sentó con nosotros, pues desde hace tiempo es parte de ésta.

Con la excusa del descanso, antes de volver a partir aquella misma tarde, subí a mi antigua habitación, cogí una pluma y una hoja en blanco, y escribí un texto que después metería sin que nadie lo supiera en el bolsillo de un abrigo suyo que se encontraba colgado en la percha de la entrada, tal escrito dice así:

 

LA ROSA Y LA LLAMA

Cuando la calidez del sol

aún no ha aparecido,

y la mañana es todavía

fruto de un espejismo,

se levanta una rosa

en silencio

para disipar la bruma

de nuestro jardín.

 

Se afana sin descanso,

elimina el intenso frío

que dejó tras su paso

el rocío,

y así cuida de las demás flores,

les proporciona el calor necesario.

 

Se preocupa

otorgando cariño,

y se entristece

si las ve sufrir,

pero sólo lo hace

cuando se halla a solas.

 

¡Mírala! ….

jamás se oculta de ella la sonrisa,

a pesar de los pétalos marchitos,

aunque envidiosas rosas claven espinas en su tallo.

 

Decidió dar su máximo esplendor

manteniendo siempre

su llama encendida,

dándole vida

a la luz de la pasión.

 

Para esa bella, vigorosa,

y apasionada rosa

es este texto que he escrito

en un intento de mostrarle mi gratitud,

pues sería algo ridículo regalar una flor a una rosa,

algo absurdo no tenerla cariño,

y estúpido no hacerlo de corazón.

 

(PARA TERE, CON CARIÑO Y GRATITUD)                                              ESCRITO EL 29/10/2016

UNA SONRISA CUALQUIERA

Tu sonrisa no me eleva,

y aunque aparenta belleza

¿es que no lo hacen también las demás? ….

 

Nunca creó  escuela alguna,

ni jamás fue muy distinguida,

no posee ningún don

ni afilado filo

como para poder matar….

 

Tu sonrisa es caduca,

y viene de tierras lejanas,

a veces se presenta

como una mueca en tu rostro,

y sospecho que no siempre

expresa alegría,

no siempre me muestra de ti

la felicidad.

 

Pero aunque para otros pudiera ser

una sonrisa cualquiera,

por verla aparecer

yo intento ser un mejor hombre,

porque su hermosura

es real y sincera,

porque estando a mi lado

me enseña a amar.

 

Mas si al alba se encuentra oculta,

ella es la única que al ascender el sol

mi corazón añora,

por ella haría siempre el ridículo ante este mundo,

y la buscaría sin descanso,

me convertiría en un perro

para hallar su rastro……

 

 

 

Porque tu sonrisa

posee las llaves que abren el paso a mi esperanza,

y es el aliento que sustenta mi ánimo,

es lo que da sentido al horror de este valle

frío y cotidiano,

ella le da dulzura,

le imprime un agradable y luminoso calor.

 

Tiene su hogar en mi pecho,

allí se alimenta de un fuego que mantendré eterno,

llamas de pasión,

luces de ardor doradas,

sombras de lluvia al amanecer

si no veo en tu cara

lo que mi corazón aguarda….

 

(A MARISA BELARMINO, NUNCA DEJES DE SONREIR)

 

 

Escrito el 10/10/2016.

BROTES KAFKIANOS

Tu mano alzada, el aroma que desprenden tus cabellos aún conmigo, y en mi mente y mi pecho la desolación. Porque te pierdo, porque mis ojos ya no te ven.

Vas camino de otra tierra que aún yo no conozco, un lugar con el  que soñé cada noche,  puesto que en un hermoso futuro quería vivir allí a tu lado.

Mas en este ocaso mi esperanza se desvanece, se esfuma como lo hará la ceniza que se desprenderá cuando queme lo que sé que será mi último escrito encima de un confuso papel.

Cae la noche y siento frío, a pesar de que el calendario me dice que estamos en pleno agosto, y mis pasos me encaminan pesaroso y lánguido hacia el metro, encaminándome hacia una casa vacía, hacia un hogar que sin tu presencia guarda silencio, pues no sabe qué hacer o decir, pues tan solo siente dolor y tristeza.

Observo mi cara reflejada en el cristal, y sí, aún consigo reconocerme, todavía sé que ese rostro me pertenece. Es evidente que algo en mí ha cambiado, y también que te lo he intentado ocultar. Sin embargo, no sé si lo habré logrado.

Y a pesar de que estoy seguro de que ha sido demasiado duro para ti que en estas dos últimas semanas antes de tu partida haya rehusado a hacer el amor contigo, que no haya querido tocarte, a pesar de que sé que he estado bastante irascible y en apariencia ausente, también sé que en este instante estás preocupada, que como lo has hecho siempre allí arriba también a esta hora me quieres.

Te agradezco, aunque no puedas oírme, que en estas últimas horas que hemos estado juntos hayas intentado quedarte a mi lado, pues me amas y por ello no deseabas marcharte, pero por eso insistí, y en este momento sentada en ese avión que te va alejando poco a poco, sé que continúas teniendo dudas, sé que como yo estoy haciendo a su vez contigo, tú no puedes dejar de pensar en mí.

Y ahora estoy abriendo la puerta que da entrada a nuestro hogar, y al cerrarla me pregunto si debería sellarla por dentro. Voy a convertir estas paredes en un mausoleo en el que no deseo que me vengas a visitar, pues no quiero que regreses. Prométeme que no volverás  nunca, mas  no te equivoques, hago lo que hago porque ahora más que nunca te amo.

Voy al aseo y me toco por encima de la camisa mi pecho, quizá debería ir a un hospital, pero siento un intenso miedo.

Algo en mi crece, como una mancha  de liquido oscuro que se esparce inexorablemente.

Te pido que vueles alto mi amor, convierte todos tus sueños en realidad, porque si lo haces así también convertirás los que en estas dos últimas semanas yo he hecho a su vez como míos.

Porque me estoy convirtiendo en una especie de cucaracha solitaria, en una mirada que cambia a cada momento. Por favor, huye, vete y no vuelvas, no pienses mucho en este monstruo que intenta ocultarse, y  no te acuerdes de nada más que de lo bueno que ambos hemos vivido….

Pues todo lo hago porque te amo, y no dudes de que me encuentre en donde me encuentre te amaré siempre.

 

ESCRITO EL 14/09/2016

INEVITABLE EN ESTE DÍA

 

Este ocaso de agosto

divide su luz

entre el sinsabor

de un mar solitario

y el silencio 

de una tempestad

que escucho a escondidas.

 

 

Tiembla mi cuerpo

por un temor

que se origina

en el norte,

y mis sueños

solo alcanzan a divisar

la tristeza de una pared,

sin tenerte aquí a mi lado

decidí llamar sinrazón

a todo lo que me ofrece la vida,

y al tiempo perdido sumergido en tus recuerdos 

le denominé 

desolación. 



 Encerrado en mi mente

lucho por intentar mantenerme cuerdo,

y desconsolado me pregunto…..

¿Por qué no se apiada la esperanza de este sufrir?

¿Es que ella no puede comprender lo mucho que te echo de menos?…



Te confieso

que en este momento

me avergüenza mi desnudez,

puesto que aunque yo no quiero decirlo

mi alma tiene este anhelo….




   Te amo sin ninguna censura,

lo hago sin hallar frontera,

 sabes que mi tinta

no te puede mentir nunca,

mi latido es lo que demuestra

lo que en realidad por ti siento.



(ESCRITO PARA MI AMOR Y MI VIDA MARISA BELARMINO EN EL DÍA EN EL QUE CUMPLE OTRO AÑO)

 

 

ESCRITO EL 17/08/2016

 

OCHO

Abro los ojos y todo a mi alrededor se halla en penumbra, se apodera de mí una sensación de extrañeza. Al mirar hacia el reloj de mi mesilla veo que marca las ocho en punto, y todavía no sé si me encuentro dormido o estoy despierto, no sé si esto es realidad o un absurdo sueño.

Me levanto y me aseo, salgo de mi casa taciturno encaminando mis pasos hacia el metro. Ocho son los minutos de espera en este andén, y me llama bastante la atención, aunque me imagino que todo en esta vida está dividido entre una tremenda irrealidad y la casualidad de que podamos respirar bajo este cielo, dividido entre la mentira y el odio, entre el ruido y la búsqueda perpetua de sosiego.

Al llegar al trabajo dudo, y pienso que es mejor no ver la fecha de hoy en el calendario. Atónito compruebo que ocho son los correos electrónicos que desde ayer me enviaron, siendo a su vez ese el número de mis respuestas, la persecución a mi mente ha comenzado. 

Es la hora de mi descanso, y me propongo dar un pequeño paseo, me topo a la entrada de un jardín cercano con un grupo de ocho mujeres que charlan, que ríen expulsando de sí mismas este silencio que en mi interior se ha refugiado. Incluso, son ochenta los céntimos que me cuesta este refresco, y cuando decido regresar, cuando me lleva mi responsabilidad de vuelta a mis labores, descubro también que son ocho las líneas que tiene pintadas este paso de cebra, ocho mis llamadas sin hallar de ti a esta hora ninguna respuesta.

Acabo mi jornada laboral, y me llama la atención que cincuenta y tres son los equipos que hoy me he revisado, sumo cinco más tres, y me pregunto seriamente si en realidad no me estaré obsesionando. 

Salgo y bajo contando los ocho escalones que hay en la entrada, y de camino hacia mi casa me encuentro algo preocupado, creo que al llegar a nuestro hogar me debo acostar, quizá será mejor descansar esta tarde, no me está haciendo ningún bien tanto trabajo.

Me despierta el sonido de una llave que está abriendo mis cerraduras, y pleno de felicidad corro hasta encontrarme contigo. Al verte alli, tan bella como tan sólo tú  lo eres, resistiendome a ello pero sin poder, con mis puños y mis dientes apretados, te lanzo un sincero  ¨te quiero¨, y me acerco agarrándote de la cintura, mientras sin vacilación alguna te beso. 

Sé que ante ti soy un hombre que ha perdido la necesidad de otros cuerpos, soy un soldado que se ha rendido ante el asedio que le ha producido un sentimiento que le está consumiendo por dentro…..Mas sin poder comprenderlo caigo en la cuenta de que lo que te acabo de expresar lo conforman tan sólo un par de palabras, y evidentemente no me salen ahora mismo las cuentas. 

Sin embargo cuando te abrazo no puedo por más que sonreírme, puesto que al contar mentalmente veo con asombro que ocho son las letras que integran esas dos palabras.

Pero no te tienes que preocupar, ya que mi enfermedad no se halla en la fijación obsesiva hacía ningún número……

En verdad, por si te interesa de algún modo saberlo, tan sólo yo sé que mi locura surgió por primera vez al probar el calor que me brindan tus labios, y se alimenta porque te tiene constantemente presente. Créeme si te digo que no te olvido, puesto que escucho tu voz aunque entre nuestros cuerpos parezca en ocasiones que existe un abismo profundo y vacío, porque tu corazón me susurra, y al escucharte con atención me calmo, y de este y de ningún otro modo puedo sobrevivir en tu ausencia….Ya ves todo lo que me ocurre, todo lo que en este anochecer te comento, entiende por fin que la única cura para mi pecho se halla en este amor que hacia ti siento. 

Ahora tranquilizate y guarda silencio, puesto que no me queda otra que proclamarme culpable y reconocer  que lo que ronda mi mente sin jamás detenerse, de lo único que sé que no me puedo desprender, es de esta ansiedad que quiere con desesperación poder contemplar una vez más tu sonrisa, es del latido de este corazón maltratado que suspira por tu amor a todas horas, que muere por la pasión que le inspiras día tras día …. .

 

ESCRITO EL 21/07/2016.

TOMARSE UNAS LARGAS VACACIONES.

El sol brilla y calienta el ambiente, desde el balcón puedo ver gente charlando en el bar de en frente, ahí abajo, al otro lado de la calle, todos hablan y brindan distendidos. Parecen alegres, dan la sensación de hallarse ajenas a la vida que las rodea, ausentes de un mundo que yo creía conocer, y me doy cuenta con tristeza de que he sido siempre un ingenuo, un absoluto necio ante algo que nunca he sabido comprender….

¿Qué pensaría mi padre si me estuviera observando en este momento?, ¿qué valor otorgaría a lo que yo he hecho, a todo lo que hago? Empleado del año dentro de mi empresa, el candidato más joven en tener opciones de conseguir ese puesto que es tan ansiado… ¿qué me diría?……

He luchado como nadie, cuando me han golpeado me he vuelto a levantar, y sí, me he convertido en un hombre implacable, en un muro contra el que hasta el más fuerte se estrella, tan duro y resistente que nada ni nadie lo podría derruir.

Te fuiste cuando yo era muy pequeño y no me dijiste ni un miserable adiós, me quedé al lado de una mujer que lloraba sin consuelo, a la cual no le quedaba ningún otro aliciente que no fuera el de sufrir…… Padre, ¿hacia dónde fuiste?, ¿en qué lugar te encontrarás?…

La luz, el calor, la gente del bar, todo me transporta hacia aquel verano en el que estuve contigo, a aquel tiempo en el que aún mi padre reía al estar junto a mi madre, y los tres comíamos sardinas en frente de ese mar que a esta hora se me antoja demasiado lejano e irreal.

Sobre aquellos granos de arena que han desaparecido por completo, en esa cala que poco a poco ha olvidado nuestro eco, arropados por una luna que sin pretenderlo ya envejeció, te amé como jamás he vuelto a amar a nadie, y sí, fui un cobarde, se acabó aquel verano y no acudí a la despedida, y por infortunio o quizá por suerte, desde entonces no supiste nunca más de mí…

Me parecía olvidada tu risa, el dulce sabor que se mezclaba con la pasión y la sal que me ofrecían tus labios, y sobre todo creía perdida la brisa templada que en aquellos días azotaba este pecho que ahora empieza de nuevo a levantarse y latir…

Mirando al horizonte y sin entenderlo en absoluto sonrío, no sé muy bien el por qué, pero sonrío. Encima de la mesa del salón está aún la carta que recibí y leí ayer, la escribió alguien al que todavía no conozco, y ese alguien me ha anunciado inesperadamente tu muerte…

Te confieso si puedes escucharme allí en donde estés, que no sé qué contestar, soy un ingenuo porque nunca supe hasta ahora que existía alguien que fue un producto de nuestro amor, y te he perdido al igual que perdí en el pasado a mi padre, del mismo modo en que me estaba perdiendo a mí. Es hora de responder y de no volver a abandonar a nadie. Definitivamente ha llegado el momento de tomarse al fin unas largas vacaciones…

 

27/06/2016.