ALEGATOS EN VANO

Argumentos que expuso la defensa:

Alega que ante las circunstancias ya mencionadas hizo todo lo que estuvo en sus manos para solucionar las cosas, que fue coherente y correcto en todo momento. Asimismo, que lo que ha hecho él lo hubieran hecho casi todos, que es único y los demás se suelen comportar como un rebaño de borregos. Que jamás será el más tonto, que nunca se quedará el último, que su bondad y su amor hacia el prójimo es como el que se proporciona y se da a sí mismo.

Apela a la libertad del individuo, a su valor, coraje y honestidad. Reclama su derecho, ya que a nadie le incomoda que él haya sustraído un poco de lo que había en la caja, pues muchos lo hacen, y siendo sinceros, no se suele notar….

Afirma que la amistad auténtica siempre es la que te resulta más útil, que un favor se paga con otro y que los que te son críticos poco o nada significan. Que el ser humano está solo en este mundo, que hay que defender lo conseguido de todas aquellas personas plenas de envidia que te lo desearían arrebatar.

Defiende que esta vida es como es y así debe de ser. Que cada día se tiene una nueva oportunidad para crecer y construir en comunidad. Que somos un todo con el universo y que al sentido común siempre le envuelve un halo de relatividad. Que la justicia y la ley consensuada en su nombre es igual para todos, pero que hay ciertas personas entre las que él se incluye, a las que jamás se las debería enjuiciar….

Por concluir, suscribe que no se hace responsable del fracaso de su propia misión ni del daño que pudo hacer a terceras personas, pues las cosas son como son. Que tal misión no estaba para nada clara, que lo estipulado era confuso, que de manera ineludible daba pie a cometer algún error.

Pregunta que se le hizo al juez:

¿Qué opinión le merece?, ¿cuál es la sentencia que impondrá?

Respuesta del juez: 

Opino que las palabras son solo eso, palabras. Que me encontré con el mismo alegato durante toda mi extensa carrera cientos de veces, y que nunca he podido concluir que no sea nada más que una simple excusa.

Que muchas premisas se contradicen, y que para qué culpar si siempre el culpable es aquél que tiene conciencia siendo su máxima condena su propio remordimiento.

También suscribo que con el paso de los años siento menos pena ante la hipocresía, pero tan solo es porque la melancolía invadió mi interior casi por completo. He aprendido a convivir con lo que antes me hacía sentir rabia y dolor, me he hecho inmune a la mentira, pues ha llegado a ser para mí como el aire que respiro.

Sentencio que dejo ahora mismo el que fue mi oficio, que no quiero ser nunca más ni juez ni parte de tanta sinrazón. Que de los acusados hagan lo que estimen oportuno otros, ya que yo me llevo a rastras conmigo mi propia cárcel, los años que últimamente siento como perdidos.

Dejo por escrito mi deseo de vivir en paz los años que aún me quedan, mi aspiración quizá ilusoria de poder intuir aún qué es la felicidad. Deseo ser más humano, quiero reencontrarme para así poder reconciliarme con la humanidad.

Pretendo tener únicamente lo necesario dejando de lado toda la materia que no me sirva. Abandonando lo mundano, despreciando el ruido, su ira. Tomándome el tiempo con la suficiente calma para conseguir así eliminar mi ansiedad.

Afirmo que desde hoy mi principal trabajo será el de reflexionar sobre mí mismo, perdonando todas mis faltas, aceptándome para así buscar la senda idónea para lograr al fin amarme por quién soy. Un ser imperfecto, bello con sus defectos, valioso en sí mismo, importante en su contexto, pues solo así podré volver a ser útil para los demás …

ESCRITO EL 11/07/2020

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