Quise ser un cisne
y mira lo que escribo.
Entre cuestas
y un puerto nací
y me educaron en la Fe
del no valgo.
En frías noches
de confusiones y llantos,
al amparo de una tenue luz
y sobre las páginas
de cientos de libros jamás olvidados,
a mis héroes conocí
y mis fantasías se fueron trazando.
Así me hallé pronto
como querubín martirizado,
oyendo murmullos en soledad,
las risas y las mofas de
los que siempre estuvieron
y estarán más alto.
Mas ese suplicio
envejeció y se hizo pasión,
pues se dijo
que sean grandes
los que en verdad lo son,
aquellos literatos
que me han enseñado
en esta vida tanto.
* * *
Quise ser un cisne
y mira lo que escribo.
Letras que quizá
no merezcan ni el papel.
Sin embargo
aún conservo
estos ojos que ansían
ver las letras que otros escribieron,
esas que algunos escribirán
y este latido que por ti Marisa
va comprendiendo lo que es amar…..
Confieso que me da lo mismo no haber sido nunca ningún cisne
y que de mis manos no consiga brotar su belleza,
pues no abandonaré jamás mis sueños,
ni me desharé de esta pluma
a pesar de que mis dedos la usen
con mayor o menor destreza.
* * *
Hoy en mi escritorio
he dejado olvidados
dos trozos de papel,
en uno hay escrito
no dejes de
hacer lo que amas
y en el otro
plasmé estas letras
que ahora podéis ver.
ESCRITO EL 07/04/2017