RECUERDOS DEL BELLO AMANECER.

Me hallo pleno de felicidad al poder ver tus ojos, de tener este instante para mirarnos fijamente, de sentir tu mano agarrada a la mía, y de notar cómo el influjo de tu sangre se aferra a mí, valiente y sin ira.

 

Nunca me he arrepentido de haberte encontrado aquel día, a voz en grito estabas clamando por una libertad que por la fuerza nos negaban, ni de la charla subida de tono en el que sería el café dónde brotó aquella mutua chispa, la que provocaría nuestro inesperado y maravilloso amor.

 

Evoco aquella noche en la que huimos juntos en la despedida, y aquel lecho entre cuyas sábanas se consumó la pasión surgida. Recuerdo también las tardes floreadas de Madrid en primavera, los paseos pausados recitando poesías en el Retiro, y los besos que robamos al viento, los que guardé en donde se guardan los más sinceros sentimientos.

 

 

Ojalá hubiéramos tenido la eternidad para nosotros, hubiera deseado tanto que un hijo nos perpetuara con su latido en el tiempo….

 

Mas me encuentro contento porque conseguí defender mis ideas, porque jamás me arrodillé ante nadie, por escribir mis pensamientos y tener el valor de publicarlos, por proclamar con honestidad lo que considero justo, lo que creo que no es sólo un ideal, sino algo posible que con sólo conseguir unir cada buena voluntad se conseguirá.

 

Te sonrío y puedo contemplar como me devuelves con dulzura tu sonrisa, puesto que elegimos morir sin que nos taparan los ojos, tu sangre se mezclará con la mía en el momento en que truenen los disparos. Pero no temas, estate tranquila, ya que nuestros asesinos no nos habrán ganado.

Llegamos a este mundo para ser felices y libres, y a tu lado, aunque perezcamos prematura e injustamente, habiendo usado únicamente para defender lo nuestro la tolerancia y la palabra, lo hemos al fin logrado.

 

(Dedicado a todos aquellos que perdieron y pierden su vida por un ideal. Porque aunque consideren que no servirá para nada, teniendo en su mayoría razón, los sueños de justicia y la ilusión, la creencia en un mundo mejor, hace que siga habiendo soñadores, personas que buscan incesantemente, que mueren habiendo tenido esa esperanza quizá ilusa, pero sensata. Por todos ellos, yo rezo porque no se extinga esa pasión nunca, para que haya siempre jóvenes que luchen por conseguir mantener esa llama, la del denominado rebelde, aunque en esta ocasión es por la mejor de las causas).

Escrito el 26/07/2014.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s