EJERCICIO PERIODÍSTICO PARA EL IVCH
Con una sudadera roja y sus vaqueros azules, escondido tras sus gafas de montura negra, y con su pelo largo algo alborotado, y su barba de tres días, se nos presenta en la redacción el escritor novel Daniel, que parece un poco despistado, enamoradizo y soñador.
Le sirvo un café que acepta con cortesía, y me dispongo a hacerles las preguntas que expongo a continuación:
Yo: ¿Cuándo decidió ser escritor y cuándo descubrió que lo era, si es que lo es?
Daniel: Nunca lo decidí, desde siempre me gustó escribir, y tengo la suerte de poder desarrollar con un pequeño éxito mi afición. Pero en realidad nunca me he sentido escritor, soy otras muchas cosas, ser escritor no es mi esencia.
Yo: ¿Y en qué se halla su esencia?
Daniel: No lo sé, es una búsqueda continua, por eso escribo, para encontrar la esencia de las cosas, lo que son, retratando lo que veo me retrato a mi.
Yo: Siempre pone la figura de su padre como motivador de su escritura ¿tanta es su influencia?
Daniel: Mi padre soy yo, y yo soy mi padre, nos une la personalidad, el carácter, la rigidez, al igual que todo eso nos separa. No hay nada que se ame ni se deteste más que ver en otro ser humano tu espejo.
Yo: Para terminar, ¿continuará escribiendo?
Daniel: Siempre, lo que no sé es cuando dejaré de publicar, si pararé algún día, no por falta de público, sino por carencia de fuerza vital. Habrá algún momento que quizá no me pueda desnudar más.
Nos damos las manos, y me despido de Daniel, que me pidió una entrevista corta, porque tenía que terminar un trabajo que se había propuesto hacer.
Escrito el 19/02/2014.