Al estar leyendo esta tarde en mi despacho un fragmento de los Ensayos de Montaigne, en donde se expresa la idea de la imposibilidad de regular lo diferente, me he hecho el siguiente planteamiento:
Dada la complejidad del cerebro y sus mecanismos, que son aún tema de estudio y de debate, y de la configuración de la mente, que se deriva de la forma de pensar, impuesta por el carácter, la educación, el entorno, las vivencias particulares, etc…
Mi pregunta es: ¿Por qué se tiende a generalizar lo que es un estado particular?
Es como si expresásemos que la novela de ficción es igual que una crónica bélica, puesto que aunque tengan rasgos parecidos, como por ejemplo que las dos se escriben con palabras y pueden ser literariamente de mayor o menor calidad, no tienen que ver mucho en cuanto a su realización y esencia.
Lo mismo pasa con las diversas patologías mentales y sus protagonistas.
Debido a mi experiencia, les voy a relatar el siguiente caso:
Una doctora, cuyo nombre no mencionaré por prudencia, la misma de la que careció ella, le dijo a los familiares de un paciente, al que sólo había visto una vez en consulta, que era un caso perdido, y que no merecía la pena gastarse el dinero en él.
Pues bien, aquel paciente, hoy trabaja siendo reconocido en su labor, también está consiguiendo formarse por medio del estudio, y lleva una vida bastante normalizada y estable, en parte gracias a su esfuerzo y al trabajo de unos profesionales a los que sus padres les pagan con dinero (cosa que ahora hace el propio paciente), precisamente para conseguir el resultado obtenido. Esta persona, incluso, en breve, podrá independizarse gracias a su sacrificio y la ayuda obtenida.
¿Qué hubiera pasado si hubieran hecho caso a este doctor sus padres? Pues que este médico probablemente habría cometido un homicidio al no dar ninguna oportunidad de salida a una persona, sin contar con su posible evolución, y sin haber hecho un análisis pormenorizado que requiere muchísimo más tiempo que una consulta de media hora.
Por ello, apelo a la prudencia de los clásicos, y mayormente en estos casos, que son aún tema de estudio y de debate por su complejidad y características, porque como dijo Séneca,´ ´es confuso todo lo que puede ser dividido hasta el límite´,´ y las personas son cada una diferente, cuánto más sus mentes.
Entonces me cuestiono si también la necedad se mira sólo a si misma, en contraposición a las palabras de Cicerón (la sabiduría sólo se mira a si misma), tomando como dogmáticos los rasgos que aunque se puedan dar en muchos casos, de ninguna forma se deberían expresar en una forma ni general ni tautológica.
Escrito el 16/02/2014