Vistas a esta ciudad que no respira,
que lentamente se ahoga.
Sala de espera sin absolución,
que no tiene en sus paredes reloj,
pues en su fría calidez
el tiempo es lo que más y menos importa .
Madrid se asfixia con el humo de su arrogancia,
con la falsedad de nuestra hipocresía,
y sin pasión te miente y te atrapa,
te pone en el cuello una soga,
desprecia con desdén todo aquello que con tu esfuerzo logras.
Te hace mendigar,
sientes en ella una honda soledad,
y aun siendo así
no puedes evitar añorarla,
en la lejanía no puedes hacer nada
salvo amarla.
En sus calles en sombras
observo su rostro dormido,
y mi mente vuela al ras de tu suelo,
te encuentro en el latir de mi pecho,
te hallo en lo más secreto,
lo que no son nada más que mis sentimientos.
Risas y lágrimas ante cualquier partir,
dolor y alegría,
recuerdo y olvido,
esto es en esencia vivir.
En estos dos meses transcurridos en el hospital me di cuenta,
de que cuidar de aquello que más quiere tu alma,
significa lo mismo que
cuidarte y amarte a ti.
(A MARISA, MI AMOR, Y A LAS QUE SE FUERON EN ESTE AÑO QUE LLEGA A SU FIN, ELSA Y MORETA)
ESCRITO EL 16/12/2015