Yo plasmaré la luna y la belleza,
turbado el sol verá mi alma desnuda,
me diste firme y con total destreza,
un dulce beso de talento y duda.
Siempre fiel y honesto deseé,
con mi razón y débil corazón,
tener mi rumbo en ti, así creeré
con verdadero dolor y pasión.
Ya que te vi a ti ser la esperanza,
para cambiar mi oscuro y hostil mundo.
Y así con risa y ritmo oigo a esa danza,
cómo abandona el pecho vagabundo.
Ese que te pide con sinceridad,
en este humilde verso y sin premura,
que no me dejes Musa ¡ten piedad!,
dame el placer tan sólo en mi escritura.
(Escrito como ejercicio del curso de estilo)
Escrito el 12/01/2014.