EL TIEMPO NECESARIO

Una noche me descubrí  acostado con la señora felicidad.
Estaba junto a nuestros lujuriosos cuerpos en tu cama.
Pero todo adquirió en mi mente demasiada velocidad,
teniendo que pedirte en este momento una prudente calma.

Todo se escapó de estas manos que ahora se encuentran temblando,
después de sentirse llenas de celos en un mal momento,
pues algo mucho más poderoso que una simple amistad se estaba iniciando,
algo que provocaba en mi pecho un inusual sentimiento.

Querría haberte dicho que te amo al oído.
Quisiera haber pedido al cielo que me otorgase libertad.
Querría haber merecido tu cruel olvido.
Quisiera estar contigo mientras dure la eternidad.

Mas ahora te ruego espacio,
darnos el tiempo que ambos necesitamos.
Quizá caminando más despacio,
podamos descubrir en soledad si realmente nos amamos.

(A un amigo que esta pasando malos momentos)

Escrito el 20/11/2013.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s