EL ENCUENTRO CONTIGO.

No voy a hablar de cuando te tuve a mi lado,
ni del maldito alba en el que de tu lecho partí,
tampoco del mutuo latir que en nuestro pecho fue hallado.
Hoy tan sólo lo haré de tí.

De tu bella y alegre sonrisa,
de esa mirada hacia mi penetrante.
De la cobarde huída con la brisa,
de por ti ahora mis labios suplicantes.

Puesto que apareciste entre una nebulosa,
siendo esa maravillosa presencia,
a veces real, a veces dudosa.

Porque me quedo con la esencia,
de tu seductor coqueteo de mimosa,
que me hizo creer que de la soledad, aquella noche, tenía carencia.

(para nadie en especial).

Escrito el 05/10/2013.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s