Es el caminar entre densa espesura,
saliendo de una angosta y triste morada.
Ver acercarse a un par de conocidas figuras,
con un desconocido crio que realmente es una monada.
Tocayo mio es el recién llegado querubín,
que tranquilo sueña entre mullidas sabanas.
Y eliminando cualquier pensar ruin,
me ilusiono al rememorar una existencia lejana.
Que jamas por mi alma ha sido olvidada,
pues en mi desgastado pecho aun habita el sentimiento,
de una amistad que nunca fue odiada,
eliminando de mi mente cualquier rastro de resentimiento.
Ya que una alegría por nosotros es compartida.
Esa que sinceramente al viento proclama.
Que veloz transita esta cruel vida,
sólo teniendo sentido lo que en ella se ama.
Escrito el 09/08/2013
A José Morataya y Mara. Con afecto.
Publicado desde WordPress para Android