Hoy la radio no emite palabras,
las plumas de los escritores se han secado,
los desiertos se cubrieron con mantos de agua,
y los mares se pusieron un traje de arena.
En este día,
el sol desprende oscuridad a raudales,
y la luna ilumina y da vida,
las flores crecen en los fusiles,
y sus balas son dulces besos de amistad sin cobardía.
En este momento,
en las esquinas el amor no se compra,
y a cada soledad le acompaña la alegría,
la felicidad no es necesario alcanzarla,
y toda existencia está carente de tristeza y melancolía.
En este instante,
tu bello rostro se hace presente,
y la cordura se torna en locura,
tu cama no se siente vacía,
puesto que el lecho en el que sueñas despierta mantiene mis sueños dormidos.
Hoy la muerte no es fiel a ninguna religión,
y su latir permanece eterno,
el olvido jamás halla perdón,
y poseer dinero es un suplicio.
En este momento,
la justicia es verdadera,
y toda injusticia un mal recuerdo,
este mundo es el paraíso,
y en él tu cuerpo no está prohibido.
Y es que en este día fallece algo conocido,
para que pueda renacer algo nuevo,
esto es tan real como la niebla sobre el río,
tan poco cierto como que mi adiós es tu olvido.
Y es que en este instante nace un hombre nuevo,
ya que él nunca creyó en su destino.
Escrito el 12/02/2014.