Como una cruel y sutil avalancha,
de tibia agua y de espuma,
traspasaste mi débil alma,
que anhelaba entre todas sólo a una.
La única, su amada,
la que más que una rosa,
fuese su hermosa hada.
Siendo ahora tu la que provoca,
estos sinceros sentimientos,
mas cuando veo tu partida,
surge de mi pecho un lamento,
ocultando toda esa felicidad que tu presencia me brinda.
Pues pasear a tu lado,
y dormir abrazado a tu cuerpo en mi lecho,
es cada noche por este ser melancólico soñado,
que se halla en tu ausencia desecho.
Pues cuando siente tu maldita lejanía,
llora al viento del Sur,
ya que él secuestró su alegría,
dejando en su pecho desasosiego e inquietud.
Siendo así que como una bella y sutil avalancha,
de tibia agua y de espuma,
traspasaste mi débil alma,
pues eres entre todas tan sólo una.
Esa dama que es única,
la mujer por mi querida,
esa melódica musica,
que intenta en este texto ser escrita.
(A nadie en especial)
Escrito el 07/02/2014.