Quién eres tú,
que aunque no quiero
te imagino como si fueras mi reflejo,
por qué me produces tanta alegría,
qué haces para que mi mente
tenga una visión que en su pasado no tenía.
Por qué la sinrazón,
por qué la locura y el horror
para mí ya poco importan.
Por qué le das esperanza
a este mundo que tanto me defraudó,
por qué ilusión a este hombre
que gracias a ti ya no llora.
Quién eres tú
que calmas mi desasosiego,
por qué te mueves inquieto
cuando recostado junto a ti
formas parte de mi sueño.
Por qué me exiges tanto,
por qué noto tu mirada clavada en mi pecho,
por qué me haces intentar ser más honesto,
más recto,
cada día mejor persona….
Quién eres tú
que llenas mi futuro de ilusión,
que me matarás
tal y como yo hice con mi padre.
Dime a quién temo dañar,
por quién sufriré cuando tarde en regresar,
quién eres tú que aunque me alejé de Dios
haces que vuelva a rezar…
Enséñame a desafiar mis prejuicios,
rompe todas mis fronteras
y sé tú mismo a pesar de mis ideas…
Crea tu propia vida
mas nunca olvides que puedes contar conmigo
cuando quieras.
ESCRITO EL 03/04/2018
“Enséñame a desafiar …
… cuando quieras.”
Formidable colofón.
El “interés superior del niño” proclamado en convenciones internacionales y legislaciones nacionales debería incluir sus derechos frente a los propios padres.
Me gustaMe gusta